𝐑𝐨𝐥𝐞𝐩𝐥𝐚𝐲 L.

𝑺𝒆𝒕𝒕𝒂𝒏𝒕𝒂𝒒𝒖𝒂𝒕𝒕𝒓𝒐

Cayendo a pedazos
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Editado.
—Y ¿entonces?

Pregunto Lucas, mientras rodeaba mi cuerpo para poder darle una de las tantas cucharadas que le dio aquel helado que habían comprado. ¿Porque rodear?, es sencillo, porque yo estaba acostada sobre sus piernas, y en este momento la que tenía el taper de helado, era yo.

—Entonces ella agarró el test de embarazo, y le dijo frente a todos nosotros que iba a ser padre.

—¿Me estas jodiendo?

Volvió a preguntar lucas, mientras inclinaba un poco su cabeza hacia abajo, para poder observarme, yo alce mi vista, y negué con la cabeza, agarre la cuchara y escarbe un poco de helado, para llevármelo a la boca.

—Te juro que no.

Conteste, luego de haber tragado.

—Y ¿Los demás?, ¿le dijeron algo?

Pregunto ahora kevin.

—Y ¿que le van a decir?, lo felicitaron, pero ¿vieron cuando alguien te dice algo por compromiso?

Contra pregunte yo, mientras volteaba a ver a Kev, quien se encontraba sentado como un indo, sobre aquella mantita, que la adorable de su novia le había traído, ya que el delicado no se sienta en el pasto.

—No se porque me los imagino a todos re duros felicitándolo, sin entender absolutamente nada.

Exclamó ahora Dani.

—Literalmente estaban así, pero una cosa es que yo se los cuente, y otra cosa es que ustedes lo vivan.

Estos asintieron.

—Y ¿vos que les dijiste?

Pregunto Lucas, quien corría aquellos cabellos alocados de mi rostro, para que pueda verme mejor.

—Los felicite, un hijo no es una boludez, trae muchas responsabilidades, y aunque yo tengo conflictos con ella o con Mauro, el pibe que van a traer al mundo no tiene la culpa de nada.

Los pibes asintieron dándome la razón.

—Tantos idiomas, y decidiste hablar con la verdad, que increíble, mi pequeñita ya es una adulta.

Soltó Daniela, mientras se burlaba de mi, yo la fumigue con la mirada, y luego de eso decidió echarse a reír.

—Vamos, de verdad me dolió todo eso, una vez que intento hacerle caso a Kevin, me pasan estas cosas.

—Eso significa que no tenes que seguir sus concejos.

Acotó Lucas.

—Que decis sopenco, si yo no le decía esas cosas, no iba a saber que hacer con Tiago, y lo lastimaría de una forma, que ni ella se perdonaría.

Dándole la razón al moreno, asentí con la cabeza.

—De eso tiene mucha razón.

—¿Ya le terminaste?

Pregunto Dani, a lo cual yo negué.

—Aún no, y se lo que van a decirme, pero a nadie le gusta que le terminen por teléfono.

—Tiene mucha razón.

Exclamó Lucas.

—Si, bueno ella ya sabe que va a hacer con Tiago, pero...¿con Mauro?

Pregunto el moreno.

—Se terminó ahí Kev, esto sobrepasa absolutamente todo, yo lo amo, pero me decepciona cada vez que se mueve, va a tener un hijo, y eso cambia absolutamente todos mis planes, ya está, que se haga cargo de su hijo, y que se olvide de mi, porque yo no vuelvo más.