𝑺𝒆𝒔𝒔𝒂𝒏𝒕𝒂𝒏𝒐𝒗𝒆

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Dichos
.

"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde."

¿Editado?

(No reproduzcan la canción)
—Si, escuchen, esta re entretenida la charla, pero quiero comentarles algo.

Dije, mientras escuchaba como el grupo hablaba de cualquier boludez en el centro de aquel living.

—¿Que pasó loquilla?

Pregunto Enzo, mientras me observaba, este se encontraba sentando en aquel sofá, al igual que Martin, y Tiago, porque Mari estaba sentada en un puf, y Thomi en el piso.

—Bueno, en el auto ya escucharon lo que yo hablé con mi vieja, y ta, yo se que a ustedes no los jodo acá, o al menos es lo que ustedes me dicen a mi para quedar bien.

Acote, mientas reía al hablar, Thomas le saco un almohadón a Martín, quien antes se encontraba peleando con Tiago, y me lo tiro a mi.

—¡Habladora!, ¡habladora!

Exclamaba el, mientras se burlaba de mi, yo solté una carcajada, y seguí hablando.

—Anda, cuando me vaya vas a festejar.

—¿Como que irte?

Pregunto Fmk, y yo asentí.

—Si, eso era lo que quería decirles, cómo las cosas de casa ya están de regreso, yo tengo que volver, primero para dejar de ocupar espacio acá, y segundo para no dejar la casa en Banda.

Respondí.

—No Jodas Agustina, la casa prácticamente es una mansión, no ocupas espacio, eso es ridículo.

Solté una carcajada, y me senté en el piso, así poder seguir hablando, pero Tiago me interrumpió.

—Es mentira, nos tira excusa pa irse.

—Cállate negri, a vos no te di la palabra.

Exclame, mientras lo señalaba con el dedo.

—Negri está.

Solté una carcajada, y negué con la cabeza.

—Fa mano, no queríamos saber de qué color la tenes.

Exclamó Thomi, mientras lo miraba con asco, luego de eso soltó una carcajada, y negó con la cabeza, al igual que yo.

—Volviendo al tema, la casa esa ahora es mía, o sea prácticamente soy la dueña, aunque no esté a mi nombre. Al final mis viejos se mudan a Uruguay, y bueno, yo me quedo acá para terminar los estudios.

—Estudios a los cuales no estás yendo.

Exclamó la voz de Lombardo, me di la vuelta, y lo observé entrar por aquella puerta principal.

—Que onda Dukita.

Solté, mientras sonreía.

—Dukita las pelotas, ahora usted señorita, me va a explicar porque no está yendo a clases.

𝐑𝐨𝐥𝐞𝐩𝐥𝐚𝐲 L.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora