Clare Davids

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Deborah Ann Woll como Clare Davids

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Deborah Ann Woll como Clare Davids.

Cillian Murphy como Thomas Shelby

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Cillian Murphy como Thomas Shelby.


Golpeó su rostro una vez más, ya había perdido la cuenta de cuantos le había dado. Corrió e intentó ocultarse en la habitación, sentía el sabor metálico de la sangre dentro de su boca, el olor nauseabundo a whisky inundaba el lugar, la puerta se abrió con violencia y un grito de orden se oyó.

— ¡Clare, ven aquí, maldita perra! — exclamó Andrew con rabia.

Se hizo tan pequeña como el diminuto espacio bajo la cama se lo permitió, cubrió su boca con las manos intentado contener el llanto mientras oía los pasos duros y errático en el suelo de viejo parqué.

— ¡Si no sales ahora será mucho peor! — volvió a exclamar.

Andrew había sido un hombre bueno, al menos al principio. Se casaron cuando Clare cumplió quince años, el tenía veintidós, lo conoció en la plaza de los toros una tarde de verano, él estaba con su madre comprando telas para los vestidos de sus hermanas. Su padre era el dueño de la tienda, él los presentó y luego de algunos meses de noviazgo, Andrew pidió su mano en matrimonio.

Al principio dudo, estaba encandilada por un muchacho de hermosos ojos azules y una sonrisa peligrosa. Su padre no quería que estuviera cerca de él, decía que en su familia eran todos delincuentes, que no tendría un buen futuro con él. Solía encontrárselo en la entrada del canal donde su tío tenía un astillero, la beso por primera vez cuando ella cumplió catorce años, había sido un beso tierno e inocente.

Tiempo después su padre se enteró de las escapadas a escondidas, una maestra de la escuela le contó sobre Thomas Shelby y ella. Él enloqueció por completo, le prohibió volver a verlo y casi la obligó a aceptar la propuesta de casamiento de aquel joven.

Al verse entre la espada y la pared, acepto casarse con él. Parecía un buen muchacho de una buena familia con costumbres de antaño. La primera vez que la golpeó fue por que le sonrió demás a un amigo suyo en la fiesta de compromiso de su hermana mayor. Dijo que lo había avergonzado.

Con el tiempo el alcohol lo volvió más violento, la golpeaba por cualquier excusa; la comida estaba salada o no tenía sal, tardó tiempo de más en hacer las compras o la casa no estaba lo suficientemente limpia.

— Sal de ahí pequeña perra. — exclamó tirando de su pierna.

La arrastró por el suelo golpeando su cabeza contra las patas de la cama, los gritos de ella se veían cubiertos por los estridentes truenos fuera.

— Por favor, Andy, por favor. — suplicó entre llantos.

Él solo la ignoró y luego de darle una fuerte bofetada en el rostro se hizo de un hueco entre sus piernas. Volteó el rostro hacia la chimenea, el atizado de hierro se encontraba a pocos centímetros de su mano, solo debía estirarse un poco para alcanzarlo y eso hizo, lo tomó con fuerza cerrando su puño para luego golpearlo con todas sus fuerzas en la cabeza.

Gritó sosteniendo el lugar donde lo había golpeado y ella corrió escaleras abajo hacia la cocina. Clare escuchó a Andrew desde la habitación gritar como nunca lo había oído. Estaba furioso.

Sin pensarlo tomó la cuchilla de la mesada, podía oírlo bajar las escaleras con pasos torpes mientras exclamaba que la mataría. Le dolía todo el cuerpo, el camisón blanco estaba cubierto de su propia sangre y su rostro se encontraba algo hinchado con los labios partidos.

— Estúpida perra. — dijo entre dientes. — ¡Me golpeaste! —gritó caminando hacia ella.

— ¡No te me acerques! — chillo con su voz temblorosa.

Su cuerpo temblaba también, sostenía el cuchillo entre sus manos que flameaba como una bandera empujada por el viento.

Andrew se abalanzó sobre ella acorralándola contra la pared, no supo como reaccionar, el miedo le recorría el cuerpo y sin pensarlo mucho más clavó la hoja afilada en su pecho.

Él abrió sus ojos de par en par, dio un paso torpe hacia atrás y luego otro hasta sostenerse de la mesa en la que solían cenar. Quitó el cuchillo de su pecho dejando correr la sangre por su cuerpo para luego dejarlo caer al suelo.

Cuando cayó inconsciente Clare se desesperó, dejo caer su cuerpo al suelo junto a él, su mente había quedado en blanco completamente en shock. La joven se puso de pie, aún temblando caminó hacia la salida, la copiosa lluvia empapo su cuerpo aunque ella no podía sentirlo. Solo sentía la hoja del cuchillo deslizándose dentro del pecho de su esposo, como sus manos se manchaban de sangre y los golpes del puño de Andrew estrellándose contra su rostro.

Clare irrumpió dentro del Garrison completamente conmocionada, la tela del camisón goteaba sobre el suelo el agua mezclada con su propia sangre. La gente del lugar volteo en silencio, observando la escena que podría haberse sacado de una película de terror.

— ¿Qué mierda? — exclamó Arthur Shelby quien se encontraba al otro lado de la barra. — ¿Clare, Clare Davids?

— Yo… — balbuceo.

— ¡Tommy, Tommy ven aquí, carajo! — clamó el Shelby mayor.

Thomas abrió la puerta de la habitación privada de un tirón, observó a la joven con su ceño fruncido y camino hasta ponerse de frente a ella.

— ¿Clare? — la llamó con la calma con la que se llama a un animal asustado. — ¿Estas bien?

Ella tenía la mirada perdida, desenfocada en algún punto de su cabeza, Thomas apretó con delicadeza los brazos de la joven intentando que regrese a la realidad.

— Clare, mírame. — le pidió sacudiendo su cuerpo un poco.

Ella parpadeo algunas veces hasta que clavo sus ojos en él.

— Tommy. — sollozo con tristeza. — Tom, lo…

Se detuvo una vez más ahogada en su propio llanto.

— Lo maté Tom. — confesó entre lágrimas. — Esta muerto.

Thomas la abrazó con fuerza contra su pecho mientras le acariciaba el cabello en un vago intento de consuelo, ella se aferró a las solapas de su saco mojándole la camisa.

— Tranquila. — la acuno entre sus brazos.

Se quitó el abrigo para en volverla con el, la guio hacia la habitación desocupándola de los Blinders quienes jugaban cartas en el lugar. Le ordenó a Arthur que les diera una botella con dos vasos y con delicadeza la sentó en el sofá circular.

— Dime que pasó. — ordenó sirviéndole un trago.

— El me estaba golpeando, dijo que me mataría. — sollozo recibiendo el vaso de whisky que Thomas le ofrecía.

Sus manos temblaban cuando se lo llevó a la boca, Thomas aclaro su garganta apretando el puño con rabia.

— Corrí lejos, le dije que no se acercara. — lloró aún más. — Le clave el cuchillo en el maldito pecho. — soltó entre dientes.

— ¿Estas segura que murió? — cuestionó con poco tacto.

Cuando Clare se casó con Andrew, Thomas sintió su corazón romperse, aquella joven de hermosos ojos azules se había colado en su mente desde el primer momento que la vio correr junto a sus hermanas en las lodosas calles de Small Heath.

— No lo se, había mucha sangre. — exclamó histérica.

— Bien, tranquila. — intentó calmarla. — Iremos juntos, no voy a dejarte sola.

— Tommy, iré a prisión. — soltó nerviosa. — Dios mío, maté a una persona.

Thomas la atrajo a su cuerpo de un tirón, ella hundió su rostro en el pecho de él ahogando su llanto mientras Shelby le acariciaba el cabello con cariño y siseaba palabras de consuelo.

En cuanto estuvo más calma, ambos regresaron a la casa que Andrew y Clare compartían, Thomas entró primero y con cautela observó las huellas de sangre en el suelo; eran los pequeño pies de Clare de camino a la salida, entró a la cocina donde el cuerpo del idiota de Andrew permanecía inmóvil y sin vida.

Volteo a ver a Clare quien  permanecía detrás de él, con las manos sobre su boca, como si estuviera conteniendo un grito. Thomas se puso de pie parándose frente a ella, la sostuvo por los brazos antes de hablarle.

— Esta muerto. — dijo sin tapujos.

— Oh Dios. — soltó en un suspiro.

— Tranquila, todo estará bien. — la abrazó con fuerza apoyándole el mentón sobre la cúspide de su cabeza. — Me haré cargo de esto.

Le beso la frente y salió de la habitación para luego volver unos minutos después con algunos hombres, Shelby le pidió a Clare que preparara un bolso con ropa y lo esperara en el automóvil frente a la casa.

El humo comenzó a salir por las ventanas, los hombres salieron corriendo y tras ellos Thomas caminó con las manos en los bolsillos hasta llegar junto a Clare, él la miro con una pequeña sonrisa tranquilizadora antes de subir junto a ella. El automóvil avanzó unos metros cuando la casa estalló en llamas, Shelby rodeó a Clare por los hombros y beso su frente con cariño.

— Todo estará bien ahora. Yo cuidare de ti. — le prometió.

Ando escribiendo a full aprovechando mis cortas vacaciones que terminan mañana 😫😫 así que espero lo estén disfrutando como siempre. ❤


Peaky Blinders One ShotWhere stories live. Discover now