Peaky Blinders One Shot

Jayah Green

Hailee Steinfeld como Jayah Green.

Jack Rowan como Bonnie Gold.

Jayah Green solía lavar la ropa de sus hermanos en el río a unos cuantos metros del campamento, habían pasado algunos meses en la caravana sin moverse ya que la Feria estaba cerca y el trabajo los mantenía ocupados tanto a ella como a su familia. La joven tallaba con fuerza las manchas de lodo y sangre seca de la camisa del mayor de sus hermano cuando oyó la zambullida al otro lado del río. Las aguas se removían con un ritmo constante en su dirección, tomó su navaja con fuerza y observo el cuerpo largo y esbelto moverse por el agua como un pez más, se asustó al verlo salir del agua por la orilla y cayó sobre su trasero apuntando al joven frente a ella.

— Carajo. —escupió molesta.
— Hola a ti también. —saludo el muchacho en un suspiro limpiándose el rostro del exceso de agua sin éxito.

— ¿Qué Diablos haces aquí? Si te ven mis hermanos te matarán. —dijo con rapidez mirando hacia los lados.

— Si tus hermanos quieren pelear, pelearemos. —se encogió de hombros con desinterés. — Soy Bonnie Gold, por cierto.

— Se quien eres. —contestó Jayah mientras guardaba la navaja en su bota.

Los Gold eran bien conocidos entre los campamentos Gitanos, Jayah sabía sobre la reputación de aquella familia, solían robarle los caballos a su propia gente y asesinar por dinero. Los había visto acampando al otro lado del río por lo que su padre le entregó aquella navaja para su protección y ordenó a sus hijos que cuando la joven tuviera que ir por aquello lados, cuidaran bien de ella. Pero aquel muchacho no parecía nada de lo que le habían contado, lo imaginaba atemorizante, con grandes brazos y una barriga sobresaliente. En cambio se encontró con un rostro amable y un cuerpo atlético que se transparentaba por su ropa mojada, Jayah se preguntó si las historias no habían sido exageradas, apuro sus movimientos guardando la ropa mojada dentro del cubo mientras se paraba tomando la tela algo húmeda de su vestido.

— ¿Tu no tienes nombre? —cuestionó Bonnie poniéndose de pie junto a ella extendiéndole su mano.

Jayah dudo un momento observando al joven lo que pareció una eternidad, estaba debatiéndose entre obedecer a su padre, quien le había ordenado que si se cruzaba con alguno de los Gold no se les acercara, o seguir aquel sentimiento amable que la embargaba.

— Soy Jayah Green. —contestó por fin tomando la mano extendida de él.

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Con el pasar de los días habían tomado como rutina el encontrarse a la orilla del río y charlar durante horas, Jayah solía escabullirse de sus hermanos para poder pasar tiempo con Bonnie por más que su padre se lo haya prohibido. Ella lo consideraba un buen chico y no hacia caso de las historias que todo el mundo contaba, el joven Gold se ganó de a poco su corazón, Jayah le había contado cosas que nunca se animo a decirle a nadie más y él le confesó la historia de su familia. Le contó su sueño de ser boxeador, de querer ser alguien en la vida el día de mañana y no por que no se sintiera orgullosos de sus raíces, solo quería un poco más.

Jayah lo alentó a entrenar, lo ayudó a crecer, le enseño lo poco que ella sabía de lectura y escritura, lo apoyo. Bonnie estaba embelesado por aquella chica, su belleza, el sonido de su risa cuando le hacia una broma, los pequeños hoyuelos que se formaban en sus mejillas al sonreír, ella era perfecta y él no perdería la oportunidad de hacer la suya. 

— Creo que es hora de que conozca a tu familia. —dijo Bonnie una tarde de tantas en las que se encontraban a charlar y compartir sonrisas.

Jayah lo miro con los ojos bien abiertos sin saber que decirle, su familia no aprobaría que ella estuviera viendo aquel muchacho y mucho menos que tuviera esa especie de relación en la que estaban. No sabía cómo llamarlo en realidad, Bonnie no la había besado aún, ella lo quería ¡Claro que lo quería! Todos los días esperaba ansiosa que él diera el primer paso y la besara, pero Bonnie la respetaba mucho, no quería arruinar nada así que era muy cauteloso.

Se puso nerviosa al notar la insistencia en sus ojos, Bonnie esperaba una respuesta y ella no la tenía, balbuceo algunas palabras antes de juguetear con sus dedos.

— No se si sea buena idea, Bonnie. —murmuro mirando hacia los lados.

— Claro que lo es. —exclamó sonriendo.

Jayah noto la sonrisa encantadora en su rostro y por un momento se sintió en las nubes, él se acercó unos centímetros reflejándose en los ojos de ella, Bonnie sintió el cosquilleo en sus dedos mucho antes de acariciarle la mejilla y el calor de su respiración acariciarle el rostro. La muchacha sentía el corazón golpeando dentro de su pecho con fuerza, imaginaba que en el silencio que los envolvía podría oírse sin problemas, sintió los labios suaves y calientes de él antes de procesar lo que estaba pasando.

Bonnie pensó que el sabor dulce de los labios de ella era la cosa más deliciosa que había probado en la vida, Jayah apretó su mano sobre la de él entrelazando sus dedos y soltó un gemido de tristeza cuando se separó para verla a los ojos. Vio el anhelo y la lujuria revoloteando en ellos, sonrió cuando ella lo hizo.

— No importa lo que pase, quiero conocer a tu familia y que tu conozcas a la mía. Quiero que seas mía, que nos casemos y tengamos hijos. —exclamó Bonnie sosteniéndole el rostro entre sus manos. — Quiero que seas mía, Jayah.

— De acuerdo. —murmuro perdida entre sus palabras y el sentimiento que crecía dentro de ella.

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💚💚 Uno cortito de Bonnie Gold a pedido de ALMENDRA36