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Camila luddington como Josephine Loughner.
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Cillian Murphy como Thomas Shelby.
Thomas la observaba desde la cama como deslizaba la tela del vestido por su piel tersa y suave, aun recordaba el terciopelo entre sus dedos, el sabor de sus labios y la dulce melodía de sus gemidos al hacerla suya. Sostenía el cigarrillo entre los dedos mientras el humo se perdía en el ambiente, Josephine volteo a verlo y sonrió con dulzura. La tela coral llovía lánguida por su espalda, ató el lazo del pecho y camino hasta el borde de la cama bajo la atenta mirada de Shelby.
— Debo irme ya. — susurró como si esas palabras pudiera romper la burbuja en la que se encontraban.
— Sabes que tengo los recursos para hacer que te quedes. — comentó Thomas con una sonrisa.
— No lo dudo, pero debo volver. — suspiró con tristeza. — Creo que Carl sospecha.
Shelby sonrió y la atrapó por la cintura, haciéndola caer con delicadeza sobre las sábanas desordenadas, acercó su rostro al de ella y le rozó los labios apenas.
— Pues que se entere. — dijo en un susurro. — Que se entere que eres mía, Joe.
La beso con ansias mientras que con su mano libre le recorría el cuerpo, se deslizó por el pecho, bajando por su cintura hasta su muslo, acariciándola con el deseo en aumento.
— Tom, no me lo haces fácil. — se quejó envolviéndole los brazos por su espalda. — Si llega a enterarse, va a matarnos.
Shelby soltó una risa, una que demostró que las palabras de la joven eran bastante tontas, ella lo miró algo ofendida por aquella demostración de petulancia. Aunque debía ser honesta, el tiempo que pasó junto a Thomas le demostró que era un hombre peligroso, que no le temía a nada ni nadie y que se enfrentaría a cualquiera que quisiera hacerlo menos.
— No le tengo miedo a tu esposo, Joe. Él debería temerme. — sentenció poniéndose de pie. — No quiero compartirte con nadie, quiero despertar a tu lado cada mañana y verte dormir por las noches. — dijo mientras se colocaba la camisa. — Y si él se interpone, puedo sacarlo del camino.
