Elise Shelby

1.6K 117 6
                                    

Jodie Comer como Elise Shelby

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Jodie Comer como Elise Shelby.

Cillian Murphy como Thomas Shelby

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cillian Murphy como Thomas Shelby.




El sonido del teléfono sonar fue lo que la despertó del profundo sueño en el que se encontraba, oyó los pasos tras la puerta y luego dos golpes en ella. Se levantó con pereza arrastrando los pies para encontrarse con el rostro preocupado de Mary esperando ser atendida.

— Señora Shelby, es la señora Ada. — exclamó con rapidez.

Bajo las escaleras lo más rápido que su cuerpo le permitió mientras se ataba la bata. Tomó el teléfono entre sus manos y dio un largo suspiro antes de contestar. Siempre imagino este momento, ese en el que recibiría la tan angustiosa llamada en la que le comunicarían que algo le había sucedido a su esposo. Tomó valor y apoyó la bocina en su oreja.

— Ada.— susurró con temor de la respuesta.

Sabía que algo había sucedido, sino su cuñada no la llamaría a estas horas de la noche, Thomas se había marchado a Londres por negocios y era consciente que esos malditos negocios no iban según el plan. Su esposo la había mantenido alejada de todo eso, no quería involucrarla en nada, mucho menos después de enterarse de su embarazo.

— Elise, Thomas esta en el hospital. — dijo su cuñada con seriedad. — Esta mal.

El aliento se le atoro en la garganta, las manos le sudaban y aquella pregunta rondaba en su cabeza, pero no se animaba a hacerla.

— ¿Va a morir?— preguntó por fin en un hilo de voz.

— No lo se. — respondió. — Deberías venir.

Tomó el primer tren a Londres, Charles la sostenía con fuerza de la mano mientras observaba por la ventana de la casa de su tía las nubes grises. Una mujer se acercó a ella con una sonrisa y el pequeño Karl tomado de la mano, se ofreció a cuidar del niño en lo que las mujeres hablaban. Ada se sentó frente a ella con un trago en la mano, observo a la joven mujer que su hermano había elegido para desposar luego de la muerte de Grace y suspiro.

No había estado de acuerdo con eso, la muchacha era una dulce jovencita de clase alta, hija de un adinerado socio que se encontraba en problemas. Había sido un mero acuerdo de negocios, pero la ternura y bondad de aquella mujer había despertado el corazón entumido de Thomas. Una tarde de verano, bajo un árbol junto a la casa, Elise organizó un picnic para Charles al que obligó a Shelby a asistir. Ada se encontraba allí de paso, pero agradeció mucho cuando escucho algunos alaridos a lo lejos y al girar la cabeza se encontró con una hermosa escena familiar. Elise corría con el pequeño Charles en brazos mientras eran perseguidos por un sonriente Thomas. Había visto sonreír a su hermano con sinceridad después de mucho tiempo, eso la puso feliz, ahí descubrió que Elise era una mujer especial.

— Dime la verdad, Ada, ¿que tan grave es? — cuestionó con miedo de la respuesta.

— Bastante, recibió una salvaje golpiza. — aclaró con franqueza. — Le espera una larga recuperación.

— Thomas es fuerte, superará esto. — sentenció para darse  seguridad ella misma.

Ada sonrió estirándose hacia la muchacha para acariciar su rodilla.

— Todo saldrá bien, Elise.




La recuperación se estaba volviendo larga y pesada, Thomas le había prohibido a Elise que fuera a visitarlo al hospital, no quería que lo viera de aquella forma. Cuando pudo regresar a casa paso demasiado tiempo en cama, vivía dopado con morfina para no sentir dolor, la conciencia iba y venía constantemente. Elise pasó los días y las noches junto a él, procuraba hablarle con voz dulce, le contaba sobre cada movimiento del pequeño retoño que crecía dentro de ella, de cada ocurrencia del pequeño Charles, también lo mantenía informado sobre cada visita que llegaba a la casa.

Esa mañana lo vio abrir los ojos, Charles jugueteaba con su pequeño sonajero en el medio de ambos mientras Elise le cantaba una canción de cuna, ella le sonrió y Thomas hizo lo mismo. Su enorme vientre había crecido tanto, Shelby desvío su mirada al bulto que sobresalía del camisón y estiro su mano hasta el, Elise sonrió aguantando las lágrimas, era la primera vez que lo veía lucido después de tanto tiempo.

Se levantó de la cama en silencio, Elise dejo a Charles en la cuna  y lo siguió hasta el baño, no quería dejarlo solo. Lo vio deshacerse de la morfina arrojándola por el lavabo, se acercó a él  por detrás para envolverlo con sus brazos, apoyó la mejilla contra su espalda sintiendo como si pequeño pateaba dentro de ella.

— Es todo un revoltoso. — murmuró para luego reír.

— Te ha extraño mucho. — contestó Elise dejando un suave beso sobre la piel de su hombro.

Thomas volteó a verla, acaricio su rostro con ternura y acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja. Era tan hermosa, no podía comprender como aquella mujer se había vuelto tan especial para él en tan poco tiempo. Al principio sólo fue por negocios, esa mujer le abriría las puertas del senado con su apellido, pero en cuanto la vio en ese vestido blanco de camino al altar cayó bajo sus encantos como abeja en la miel.

— Iré a ver a Charles, debe querer desayunar y no quiere hacerlo sin mi. — aclaró alejándose a la puerta. — Mary preparo tu desayuno abajo, no tardes.

...


Elise bajo las escaleras con lentitud, su vientre creció demasiado en poco tiempo y eso la volvía cada vez mas lenta, descansó un momento en el último escalón y se encaminó hacia el salón donde Thomas permanecía en silencio observando la comida frente a él como si no recordara que debía hacer.

— Eso es comida, va en tu boca. — le explicó ella con una sonrisa desde el otro extremo de la mesa.

— Estaba esperándote. — contestó él poniéndose de pie.

Se apuro hasta ella para tomarla de la mano y acompañarla hasta su lugar junto a él. Desayunaron casi en silencio, Elise lo miraba de lado esperando alguna palabra de su parte pero nada llegó, Thomas apenas si probó un bocado. Parecía perdido en sus pensamientos, de vez en cuando lo descubría mirándola a escondidas. Los pasos de Mary resonaron en la habitación, eran lo único que podían oírse en el crudo silencio que rodeaban a la pareja, dejó el periódico en la mesa junto a Shelby y le asintió a Elise con respeto.

— ¿Dónde esta Charles?— le cuestionó Elise.

— En la cocina con las mucamas y Johnny. — respondió sirviendo una taza de té.

Elise asintió satisfecha, tomó la taza entre sus manos y bebió un sorbo de té en lo que Thomas encendía un cigarrillo.

— Dile a Johnny que lo espero en el jardín.— ordenó a Mary.

Su esposa frunció el ceño con molestia, apenas se había recuperado y ya pretendía encargarse del maldito negocio. Sus hermanos habían estado haciendo un buen trabajo en su ausencia y no comprendía cual era el apuro en regresar al peligro.

— Apenas te levantaste de la cama, Tommy. — aclaró Elise dejando la taza de té con algo de fuerza sobre el plato.

— Estoy bien. — respondió él.

— No lo estas, ¿Sabes por lo que tuve que pasar? ¡Pensé que morirías! —  exclamó poniéndose de pie.

— Pero no lo hice, estoy aquí y estoy bien. — intentó tomar su mano pero fue inútil, ella se alejó envolviéndose con sus propios brazos.

— Estuviste medio muerto durante meses, no dejaste que te visite en el hospital,  y aquí solo podía verte dormir mientras rezaba por que regreses a mi lado. — dijo volteando hacia él.

— Lo se, te escuché. — respondió poniéndose de pie. — Escuché cada palabra, sentí tu presencia a mi lado. — la envolvió entre sus brazos y beso su frente. — Estoy aquí contigo, no voy a dejarte nunca.

— En lo único que podía pensar era en que podrías morir y yo no recordaba nuestro último beso. — confesó con lágrimas en los ojos.

Thomas la abrazo con mas fuerza pegando su cuerpo al de ella lo más que su abultado vientre les permitía, intentó reconfortarla mientras suspiraba por aquellas palabras, ella era una tierna mujer que no comprendía los peligros del negocio. Aclaró su garganta y la tomó del rostro con delicadeza.

— Fue la madrugada antes de marcharme a Londres, habías estado indispuesta todo el día por las nauseas, tenias el cabello revuelto y una mueca molesta en tu rostro. — relató acompañando a Elise hasta la silla de donde se había parado. — te cruzaste de brazos y me preguntaste si debía irme, te respondí que si, me acerque hasta tu lado de la cama y me incline hacia ti.

— Me diste un suave beso en los labios y susurrante un te amo. — concluyó Elise limpiando su mejilla.

Thomas asintió en silencio, se acercó a su esposa y la beso una vez más haciéndola sonreír.

— No debes pensar más en eso, cielo, estoy aquí y no pienso dejarte nunca.

🥰🥰

Peaky Blinders One ShotWhere stories live. Discover now