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Mila Kunis como Esmeralda Gold
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Cillian Murphy como Thomas Shelby
Esmeralda sostenía el cuchillo con firmeza a medida que cortaba las papas en rodajas, el sonido del metal contra la tabla de madera era lo único que se escuchaba dentro de la caravana, solía cocinarle a sus hermanas menores y a su padre todos los días desde que su madre las había abandonado para pasar a mejor vida.
Ruby, su hermana menor, entró con apuro casi dándose de bruces contra la mesa pequeña en medio de la habitación.
— Por Dios Santo, Ruby. —exclamó la mayor mirándola con el ceño fruncido.
— Lo siento. —se disculpó sin aliento. — Un tal Thomas Shelby esta buscando a papá. Le dije que no estaba, pero insistió en esperarlo.
— Hazlo pasar aquí. —ordenó continuando con su labor.
Algunos segundos después, Shelby se adentro a la caravana con su rostro serio, observando todo su alrededor sin interés hasta que por fin fijo su mirada en la hermosa joven que permanecía imperturbable cortando verduras. Ella olisqueo el perfume de aquel hombre que llegó hasta ella con la brisa fresca que se colaba por la cortina abierta e iluminaba todo a su alrededor junto con las linternas que colgaban del techo.
Esmeralda pensó que Shelby era el hombre más atractivo que había visto en su vida, sintió un cosquilleo dentro del estómago y la respiración se le aceleró casi imperceptible cuando noto la mirada de él sobre ella.
Thomas encendió un cigarrillo sin despegar la vista de los movimientos ágiles de aquella joven, ella alzó su mirada a el una vez más y frunció el ceño.
— Señor Shelby, como le dijeron mis hermanas, mi padre no está aquí. —comentó sin dejar de cortar.
— Lo se. —contestó alzando una ceja. — Lo esperaré.
