¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chyler Leigh como Bethany Brown.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cillian Murphy como Thomas Shelby.
Bethany se encontraba sentada en la poltrona de la que había sido la oficina de su esposo, afuera se oía el murmullo triste de las personas que venían a darle el pésame por la muerte de este. Permanecía inmóvil observando un punto fijo en la pared, analizando que haría de ahora en adelante con su vida. El humo de su cigarrillo danzaba en el aire frente a su rostro perdiéndose en el ambiente. La fotografía del casamiento permanecía sobre el escritorio como una burla a ella, ese matrimonio que él nunca había respetado, la había humillado con cuanta prostituta se le había cruzado y ahora tenía que soportar que todos la vieran como la triste viuda sola, sin hijos y con el dinero que su esposo le había heredado.
Ella sabía que había más que dinero en todo el asunto, los negocios de los que siempre había intentado huir se le venían encima. Había recibido el pésame de Sabini en un escueto telegrama que más que pésame era un pesar, no tenía miedo de aquel hombre, se sabía preparada para cualquiera que quisiera lastimarla, por eso estaba considerando el continuar con el legado oscuro que su esposo le había dejado.
Henry murió de manera bastante repentina para la enfermedad de cursaba, ambos sabían que moriría en algún momento pero no tan pronto como lo hizo. No llegó a dejar indicaciones según lo que Alfred le había contado, le dijo que tenía a cuerdos sin resolver aún, Solomons era su mayor socio y debía reunirse con otros más pero todo había quedado en la nada.
Dos golpes en la puerta llamaron su atención, sin despegar los ojos cansados de la fotografía sobre el escritorio solo dio su permiso para que quien sea que se encontrara detrás de la puerta entrara.
— Beth, cielo, la gente espera ver tu hermosa cara de viuda triste. — comentó Alfred entrando a la habitación.
Se detuvo a verla por un momento con su ceño fruncido, se sentó en la poltrona frente a ella examinándola con preocupación.
