Rose Hamilton

5.8K 189 17
                                    

Ester Esposito como Rose Hamilton

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ester Esposito como Rose Hamilton

Ester Esposito como Rose Hamilton

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Finn Cole como Michael Grey



Rose se encontraba de rodillas frente a la enorme Cruz con la imagen de Jesús, el Rosario entre sus manos se movía de un lado al otro a medida que ella contaba las cuentas de madera color marrón, oyó la puerta abrirse y volverse a cerrar para luego escuchar los pasos seguros retumbar en eco alrededor de las paredes de la iglesia.

Oyó cuando se sentó detrás de ella, también cuando aclaro si garganta antes de pronunciar las primeras palabras, cerro sus ojos apretando un poco más el Rosario entre sus dedos.

La relación con Thomas era cada vez más difícil, a medida que su embarazo avanzaba el Shelby se ponía más intenso.

En el momento que Michael entró en su vida, los sentimientos que alguna vez había tenido por Thomas desaparecieron por completo, Michael se había encargado de curar las heridas que él le había causado y se encargó de hacerla feliz por el resto de su vida. Se casaron hacia ya nueve meses y el embarazo fue una sorpresa algo obvia en realidad.

— Debo hablar contigo. — exclamó Shelby con su voz dura.

— …  y líbranos del mal, amén. — finalizó Rose mirando de lado hacia donde Thomas se encontraba.

Se paro lo más rápido que su abultado vientre se lo permitía y camino hacia la salida apurando cada paso al oír como Shelby la seguía. Intento abrir las puertas pero la mano de él la detuvo, apretó su muñeca con algo de fuerza y la volteo para que lo mire de frente.

— Tenemos que hablar. — exclamó entre dientes.

— Thomas, esto es una iglesia. — murmuro mirando de lado al padre que caminaba junto a ellos. — Suéltame, ahora.

Se soltó de un tirón y comenzó su caminata hacia las oficinas donde su esposo la esperaba para almorzar, sus pasos re sonaban contra la grava del suelo con gracia y su corazón parecía retumbar al compás de ellos. Con algo de violencia fue arrastrada hacia el Garrison, Thomas cerro la puerta del cuarto privado y la dejó plantada sobre sus pies observándola con una mezcla de molestia y cansancio, Rose suspiro exasperada hasta que por fin habló.

— Estas volviéndome loco, Rose. — murmuro pasándose las manos por el rostro.

— Thomas, esto ya no puede seguir así. — exclamó intentando salir de la habitación pero él se lo impidió con un solo movimiento de su brazo.

— No vas a irte. — dijo entre dientes.

— ¡Déjame en paz! — casi grito sintiendo las lágrimas picar en sus ojos. — ¿Por qué estas empecinado en arruinar mi vida? Michael me espera.

Thomas parpadeo entre sorprendido y molesto. No toleraba que alguien le dijera que no, mucho menos Rose, aquella mujer había logrado que volviera a confiar en alguien luego de la traición de Grace pero se había encerrado tanto en su dolor que alejo a todos, incluso a ella. Cuando reculó en sus acciones entendió que estaba perdidamente enamorado de ella, pero Rose ya se había olvidado de él, la primera vez que la vio con Michael el enojo creció en su interior y con el tiempo intento reconquistarla pero fue en vano, ambos se casaron.

— No vas a irte con este niño, te amo y lo sabes. — exclamó consternado.

— Michael no es un niño, es mucho más hombre que tu. — escupió molesta por los agravios a su esposo. — Tuviste tu oportunidad y la perdiste. Amo a Michael, no voy a dejarlo por un capricho tuyo.

— No es un capricho, Rose. — dio un paso más adelante pegándose a su vientre. — Sabes que quieres quedarte conmigo. — alzo su mirada hacia ella y acarició su mejilla con delicadeza. — Michael es solo un distracción para ti, yo soy tu verdadero amor.

— Tu solo haz sido el peor error que cometí en mi vida. — siseo con los ojos llenos de lágrimas. — Solo piensas en ti y en lo que tu quieres. ¡No te importa nadie más! — grito llena de ira. — La familia estaría mucho mejor sin ti. Michael sería mucho mejor líder.

Sabía que sus palabras le estaban picando en lo profundo de su ego y eso era lo peor que podían hacerle a Thomas Shelby. La venta de su cuello palpito repleta de cólera y sus ojos azules y fríos como el hielo se posaron sobre ella.

— No te pases, Rose. — murmuro entre dientes.

— Sabes que es verdad, Michael dirigiría la familia mucho mejor que tu, porque él es mejor que tu en todo. — sonrió con malicia viendo el efecto de sus palabras en Shelby.

En un ataque de ira desenfundó su arma apuntando hacia su vientre, Rose dio un pequeño respingo al sentir el cañón del revólver sobre su piel, la bilis trepó por su garganta y la rabia la consumió por completo. Dio un paso al frente tomando la mano de Shelby que empuñaba la culata y la apoyo en el medio de sus ojos, sin una pizca de miedo clavo su mirada repleta de odio sobre la de él.

— ¿Vas a dispararme, Tommy? — cuestionó llena de repulsión. — Vamos, hazlo de una vez.

Tommy alejó el arma de aquella indefensa pero valiente mujer y bajo la cabeza avergonzado por su actitud. ¿Qué creía que estaba haciendo? Por fin la claridad se apoderó de su mente y murmuro una leve disculpa volteándose para mirar hacia las ventanas de vidrio esmerilado. Rose acomodo su abrigo sintiendo como la adrenalina abandonaba su cuerpo y volteo intentando salir de aquella habitación que se había vuelto tan pequeña que la ahogaba.

La presión entre sus piernas creció tanto que no pudo evitar detenerse, se dobló sobre ella misma soltando un gemido de dolor y sintió como un líquido caliente se escurría por sus piernas. Apretó su enorme vientre con ambas manos como si así pudiera parar el dolor que la embargaba por completo.

— Tommy. — exclamó con dolor.

Shelby volteo a verla, preocupado por el tono de su voz y se sorprendió al notar el suelo mojado a sus pies, alzó su visita a ella parpadeando perplejo para luego acercarse a ella con rapidez.

Se apuraron a la casa donde Polly se encontraba, la mujer al verlos su poder e inmediato lo que sucedía y con rapidez la condujeron a su antiguo cuarto. Polly le ordenó a Thomas que fuera por Michael a la oficina y él lleno de culpa lo hizo sin pensar.

El parto fue relativamente rápido, para cuando Grey llegó, ella cargaba a una pequeña niña entre sus brazos, Rose alzó mi mirada cansada hacia él y sonrió repleta de felicidad.

— Te presento a nuestra niña. Mia Rose Grey Hamilton. — dijo entregándole a la pequeña envuelta en una manta blanca con bordes amarillos.

Michael la acogió entre sus brazos con dulzura observando el rostro tierno de su hija, acarició sus finos cabellos rubio ceniza y se quedó sin respiración al momento que abrió los ojos, lo observo con aquellos enormes ojos azules oscuros iguales a los suyo y entendió por fin que tendría un pedazo de su alma para siempre junto a él.

— Gracias. — le dijo a Rose con sus ojos llenos de lágrimas.

Se acercó hasta ella y le beso los labios con adoración.

— Te amo.


Pedido especial para Jennifernasser5  💚

Peaky Blinders One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora