❅ 00. Bienvenida

876 59 0
                                    


Capítulo 00.

No olvides de dónde vienes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No olvides de dónde vienes. Era lo que se recordaba a sí misma mientras observaba tras la ventanilla del taxi las luces de la ciudad. Se sentía pequeña y fuera de lugar, era algo muy obvio que no pertenecía ahí. También estaba hipnotizada por todo, los edificios, las calles, las personas... Era algo completamente nuevo para sus ojos.

El viaje la había dejado un poco aturdida, se sentía muy cansada y aunque su cuerpo le pedía a gritos que tomara una siesta, sus nervios se lo impedían. El vehículo se detuvo frente a un edificio, el cual supo instantáneamente que era el centro de usos múltiples de la ciudad; ahí era donde residían los equipos y atletas de todos los deportes de la selección nacional de Corea del Sur. Simulaba tener la fachada de un instituto, aunque un poco más llamativo, con paredes de cristal y las caras de los atletas en pancartas y carteles ahí afuera.

Ella aún no ocupaba ningún lugar, en realidad, ni siquiera comprendía por qué estaba ahí. ¿Por qué habrían de reclutar a una extranjera amateur en el patinaje artístico? El nombre de Ilanis no resonaba en ningún lugar, y cuando tuvo la oportunidad de destacar y hacerse notar... Algo sucedió, obligándola a dejar su sueño atrás, dándole de que hablar a los medios de su país y una carta directa al fin de su carrera. Continuó compitiendo sin recibir nada a cambio, principalmente en eventos de demostración en un equipo de bajo rango de su ciudad, hasta que extrañamente, un día un hombre llegó a la puerta de su hogar, dándole una noticia que había cambiado por completo el rumbo de su vida.

E ahí la razón de porque se encontraba a miles de kilómetros de su hogar, sola en un país y en una ciudad donde parecía que la vida pasaba tan rápido en un par de segundos...

Estaba aferrada a las correas de su mochila, mientras caminaba a pasos cortos hasta la entrada del lugar. Conocía solamente a una de las tres personas que se encontraban esperándola ahí: Kim Aerin, la patinadora olímpica más reconocida mundialmente desde hace dos años. Ni en sus sueños más locos se había imaginado de que algún día, podría tenerla frente a sus ojos. Aerin no pertenecía al equipo nacional, podría decirse que jugaba por su cuenta, pero su padre Kim Cho-sang era el asistente de entrenador y representante de un par de equipos de la selección.

—McRae Ilanis —el señor Kim pronunció su nombre mientras la veía fijamente, probablemente abalizándola un poco. Una cosa era ver sus videos de patinaje, y otra muy diferente era tenerla ahí en persona—, soy Kim Cho-sang, representante y asistente de entrenador del equipo nacional de patinaje de Corea —el hombre se presentó, haciendo una reverencia, que Ilanis imitó al instante—. Bienvenida a nuestras instalaciones.

Kim Aerin tenía toda su atención puesta en ella, se debatía a sí misma sobre la decisión que su padre y el consejo de deportes habían tomado al traer a esa chica hasta ahí. No sabía cuales eran las destrezas de Ilanis en la pista, tampoco su manera de patinar y sus cualidades... Dudaba un poco sobre si era buena, realmente.

No tenía, ni por un poco, la apariencia de una patinadora profesional.

—Kim Aerin —respondió sin más, presentándose de la misma manera que su padre.

Es intimidante, pensó la chiquilla.

—Hanseol Yi-jin —se presentó por último, el hombre al lado de las otras dos personas. Ilanis se percató de la placa en su chaqueta—. Entrenador oficial del equipo nacional, mucho gusto señorita McRae.

Entonces ese era Hanseol Yi-jin, no lo había reconocido a simple vista... Pero todo el mundo sabía su historia. Y ella lo admiraba por eso.

—Supongo que tú travesía hasta aquí a sido larga y un tanto agotadora, pero era nuestro deber darte una cálida bienvenida... Dime Ilanis, ¿realmente crees que te mereces el lugar en nuestro equipo?

No, no lo merecía... Pero iba a convencerse a sí misma de lo que lo hacía.

Esa era su oportunidad.

𝐂𝐎𝐍𝐒𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍𝐂𝐄𝐒 | Park Sunghoon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora