❅ 17. Todo lo que soy

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Capítulo 17.

Sunghoon soltó un bufido, mientras se frotaba el rostro con una de sus manos y ponía los ojos en blanco, notoriamente fastidiado y cansado

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Sunghoon soltó un bufido, mientras se frotaba el rostro con una de sus manos y ponía los ojos en blanco, notoriamente fastidiado y cansado. Por su parte, Ilanis descansaba las manos en sus rodillas mientras hacía ejercicios de respiración. Ambos estaban tensos. Demasiado, en realidad. Habían comenzado a entrenar juntos desde hace tres días y todo era un desastre. No coordinaban, no trabajaban en equipo y no congeniaban. Era como si hubiera una gran pared que les impedía... Estar bien por unos momentos; A Sunghoon le molestaba que Ilanis fuera tan despistada, y a ella le molestaba que él fuera tan pesado y exigente. Era incluso más molesto que el entrenador, como si fuese un anciano de diecinueve años.

—Hemos hecho este maldito paso desde ayer, ¿qué es lo que aún no entiendes? —preguntó el platinado, realmente frustrado y desesperado.

—¡Casi me dejas caer! —se excusó ella, en el mismo tono. Y era cierto, Sunghoon no la había tomado correctamente de la cintura y cuando había intentado levantarla estuvo a punto de dejarla caer— Si tan sólo te concentrarás un poco más en lo qué haces... —murmuró, en un tono que al chico no le había parecido amigable en lo absoluto.

—¿Qué es lo que intentas decir? —la miro con los ojos entrecerrados.

—¡Que esto es un desastre, Sunghoon! —chilló frustrada— Honestamente pensé que solo lo soportarías un día, pero tres ya es mucho. Solo dile al entrenador que me cambie de pareja con Jeongin y te librarás de esto... Porque es obvio que ninguno de los dos quiere trabajar con el otro.

Guardó silencio, después de escucharle decir aquello. Tenía razón, ninguno de los dos quería pasar tiempo con el otro... Pero Sunghoon no estaba dispuesto a elevarle el ego al idiota de Jeongin cediéndole su lugar, aparte, las cosas pudieran salir bien si ella tan solo le hiciera caso en todo lo que le decía. ¿Qué tan difícil era seguir sus órdenes?

—Tonterías —gruñó, negándose rotundamente—, podríamos hacer esto si no fueras tan malditamente molesta y dejarás de actuar como una mocosa.

—¿Ahora soy una mocosa? —preguntó molesta, mientras lo encaraba y le veía con el ceño fruncido— En todo caso tú eres un maldito engreído y un cobarde.

—Oh, ¿ahora soy un cobarde? —soltó en una risa irónica, mientras se frotaba el tabique un tanto burlón.

—No me hagas decir cosas que no quiero, Park —advirtió, causando cierta tensión un poco más... Incómoda entre ambos—... Ni recordarlas tampoco.

Se mantuvieron en un incómodo juego de miradas por unos segundos, hasta que Ilanis finalmente decidió deshacerse de todo eso y salir de la pista de una vez por todas. Todo era un desastre y lo menos que necesitaba era irse a dormir de mal humor. Así que, sin decir nada más, tan solo se quitó los patines y salió de ahí.

𝐂𝐎𝐍𝐒𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍𝐂𝐄𝐒 | Park Sunghoon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora