❅ 05. Privacidad

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Capítulo 05.

Ilanis se cubrió los oídos con la almohada, en un tonto intentó de dejar de escuchar los sonoros ronquidos de su compañero

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Ilanis se cubrió los oídos con la almohada, en un tonto intentó de dejar de escuchar los sonoros ronquidos de su compañero. Jeongin dormía plácidamente con la boca abierta y con una luz de noche con la cara de Jeon Jungkook de color morado, mientras un hilo de saliva colgaba de la comisura de sus labios. ¿Y se suponía que era ella quien roncaba? Estaba algo ofendida... Y al parecer, Jeongin no parecía que iba a callarse el resto de la noche. Menos mal tenía el sueño ligero, se dijo a sí misma, mientras ponía los ojos en blanco y bufaba con frustración.

Ilanis se levantó de la cama, tomando su mantita, sus audífonos y su computadora. Se puso unos zapatos y salió del dormitorio perdiéndose por el inmenso pasillo. Caminaba por todo el edificio buscando algún lugar donde pasar el rato hasta que su sueño regresara para así poder dormir finalmente. Subió varias escaleras y camino por muchos pasillos hasta que por último, se encontró con la que parecía ser una bodega vacía. Extrañamente, el lugar estaba muy frío y tenía un ventanal que daba vista al exterior. Ilanis se dejó caer en un viejo sillón de cuero que estaba cubierto por una sábana blanca, mientras cruzaba sus piernas y encendía su ordenador.

Cuando la pantalla de la computadora se iluminó, la chica puso su contraseña y la fotografía de Choi Beomgyu que tenía de fondo de pantalla le robó un suspiro, para después, buscar videos del mismo chico. Ilanis amaba —abierta y locamente— a Tomorrow X Together. Por mucho tiempo se había dicho a sí misma que jamás sería de esas fans que estaban siempre pendientes de sus ídolos, esperando a que actualizaran en sus redes sociales y publicaran fotografías... Pero cuando supo de la maravillosa existencia del perfecto Choi Beomgyu, su perspectiva cambió demasiado: Convirtiéndose en eso que juro jamás ser.

Un suspiro soñador salió de su boca. Le gustaba hacer eso, tener un tiempo a solas con su ordenador y los rostros de aquellos cinco chicos como compañía. Probablemente era estúpido pero eso le daba tranquilidad.

Se abrazó a sí misma cuando comenzó a sentir el frío de la noche, se cubrió un poco más con su manta y recargó su cabeza en el sillón. Por alguna extraña razón, no podía dejar de pensar en Sunghoon; En la manera tan dura y fría que le había hablado en la salida de la escuela y en las miradas de superioridad y hastío que le había dado en el entrenamiento. Era consciente de que ella no era del agrado del chico y él tampoco se preocupaba mucho en disimularlo.

No entendía el por qué de su comportamiento, pero según sus compañeros, él era así con todo el mundo.

De un momento a otro, Ilanis le puso pausa al video que se encontraba viendo, mientras abría otra pestaña en el buscador y tecleaba el nombre de Park Sunghoon en este. Lo primero que la búsqueda le arrojaba eran videos de sus competencias: de años pasados y algunos de ese mismo año. Ilanis no podía esperar menos de él, Sunghoon era un niño cuando empezó a patinar y por ende, todo lo que hacía relacionado a ello era perfecto. Todo él era perfecto.

𝐂𝐎𝐍𝐒𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍𝐂𝐄𝐒 | Park Sunghoon ✓Where stories live. Discover now