❅ 35. Despedida

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Capítulo 35.

Las puertas del ascensor se abrieron y la chica permaneció en el umbral de la entrada demasiado pensativa sobre si realmente debería estar ahí en ese momento

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Las puertas del ascensor se abrieron y la chica permaneció en el umbral de la entrada demasiado pensativa sobre si realmente debería estar ahí en ese momento. Se hizo a un lado cuando un par de enfermeras se encontraban trasladando a un paciente en una camilla por el pasillo, se mordió el interior de la mejilla y soltó un suspiro. La recepcionista del piso en el que se encontraba le saludo con una sonrisa, antes de preguntarle a quién iba a visitar. Una vez que le entregó su gafete de visitante, Ilanis le agradeció amablemente y se encaminó por el pasillo hacia la habitación donde la mujer le había indicado.

El pasillo estaba tranquilo, solo siendo interrumpido por el sonido distante de los monitores y el suave murmullo de las conversaciones entre pacientes y personal médico. Ilanis se sentía nerviosa mientras más se acercaba a la habitación. No sabía cómo debía actuar o sentirse, ni qué podría decir en ese momento.

Finalmente, llegó a la puerta de la habitación y respiró hondo antes de entrar. Dentro, vio la cabellera pelinegra de Yeji y escuchó un par de risas provenientes de ambas personas. Sunghoon estaba acostado en la cama, con aspecto cansado pero tranquilo y una ligera sonrisa en su rostro mientras su hermana parecía contarle algo demasiado entretenida. El chico levantó la mirada cuando le vio entrar , y sus ojos se encontraron en un instante de complicidad y una pizca de emoción.

—¡Ilanis! —Yeji la abrazo efusivamente, provocando que la castaña soltara una risa, aceptando aquella acción— Yo sabía que vendrías... Gracias —susurro eso último de una manera en la que solo las dos pudiesen escuchar—. Bueno, creo que ya puedo irme. Vendré más tarde, Hoon —una vez que se separó de ella, se acercó a su hermano, brindándole un beso en la mejilla y despidiéndose de ambos con una extraña mirada cómplice. Salió de ahí con un buen presentimiento y un gran sentimiento de esperanza.

Ilanis permaneció en el mismo lugar, sin estar realmente segura de qué decir exactamente.

—Estoy aquí —dijo con voz suave y un tanto temblorosa, acercándose a la cama—... Tu madre dijo que querías verme, y aquí estoy.

Sunghoon asintió débilmente, una sonrisa triste curvando sus labios: —Gracias por venir —su voz apenas había salido en un susurro.

Ilanis se acercó a la cama con cautela, sintiendo el peso del silencio entre ellos. Sunghoon la miraba con una mezcla de gratitud y angustia en sus ojos, como si estuviera luchando con palabras que no podía encontrar fácilmente.

—¿Cómo te sientes? —preguntó, dejando que su voz rompiera el silencio tenso que los rodeaba— ¿Cómo estás?

Sunghoon desvió la mirada por un momento, como si estuviera tratando de encontrar las palabras adecuadas. Finalmente, inhaló profundamente antes de responder.

𝐂𝐎𝐍𝐒𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍𝐂𝐄𝐒 | Park Sunghoon ✓Where stories live. Discover now