❅ 24. Ingenuo

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Capítulo 24.

Una vez que la música dejó de sonar y Sunghoon sujeto fuertemente la cintura de la chica, para permanecer mirándose fijamente, Yi-jin aplaudió complacido, pues después de tanto tiempo

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Una vez que la música dejó de sonar y Sunghoon sujeto fuertemente la cintura de la chica, para permanecer mirándose fijamente, Yi-jin aplaudió complacido, pues después de tanto tiempo... Ambos finalmente le habían presentado la rutina completa, sin errores, sin caídas, sin desconfianza. Por primera vez pudo ver la química de ambos en el hielo, cosa que no había podido notar.

Ilanis besó la mejilla del platinado, mientras enredaba sus brazos en el cuello del chico y recargaba la mejilla en su pecho.

—Programaré la cita para que vayan a tomar sus medidas para sus vestuarios. Se acabo el entrenamiento chicos, nos vemos mañana.

Sunghoon no podía creer realmente que lo habían hecho bien. Se habían equivocado tantas veces, que nunca habían podido hacer por completo la rutina. Aún cuando Yi-jin salió de la pista, ambos permanecieron abrazados en el mismo lugar.

—Tengamos una cita hoy —propuso la chica, mientras le daba una mirada brillante a Sunghoon.

—¿Qué te parece mañana? Realmente me gustaría salir contigo, lo sabes... Pero es el cumpleaños de Heeseung, no puedo no ir a su fiesta —se excusó, y era cierto, nunca se había perdido los cumpleaños de sus amigos, mucho menos el de Heeseung.

—Está bien —respondió con una sonrisa comprensiva, mientras asentía—, le dire a Minyeong si quiere ir por un helado.

—Podemos ir juntos a la fiesta, Ilanis.

La chica hizo una mueca, no es que le desagradara la idea... Simplemente no conocía por completo a los amigos de Sunghoon y aún le era incómodo estar con ellos, pues eso se debía mayormente a que Jay y Jungwon parecían siempre estar pendientes de lo que ella hacía o decía cuando su novio la invitaba a sentarse con ellos en el almuerzo.

No había quedado en buenos términos con Jay, de alguna manera, el chico pensaba que había jugado con su sentimientos y por más que había tratado de hablar con él para aclarar todo, él prefería seguir evitándola. Y por otro lado estaba Jungwon. Ese chico era un descarado. Su personalidad ya era comúnmente coqueta, pero parecía hacerlo más a menudo cuando Sunghoon estaba cerca, solo para molestarlo.

—No, está bien... Prefiero quedarme —sonrió a medias.

Sunghoon lo entendió, así que no volvió a hablar al respecto y ambos se dispusieron a salir de ahí, para quitarse los patines y dirigirse al comedor.

Sunghoon lo entendió, así que no volvió a hablar al respecto y ambos se dispusieron a salir de ahí, para quitarse los patines y dirigirse al comedor

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—Feliz cumpleaños, Hee.

El chico Lee apartó la mano de Sunghoon, quien castamente había tratado de chocar puños con su amigo, para después atraerlo a él y darle un abrazo. Park hizo una pequeña mueca de desagrado al sentir el fuerte olor a alcohol que Heeseung desprendía. Apenas eran las nueve treinta y ya estaba más que borracho.

—Gracias, Hoon —respondió, separándose del chico mientras palmeaba su mejilla—. ¿Dónde está miss americana? —preguntó refiriéndose a Ilanis—, te dije que la invitaras —recriminó, señalándolo con su dedo índice.

—Estaba un poco ocupada, pero me pidió que te deseara feliz cumpleaños de su parte —sonrió divertido, explicándole a su borracho amigo la ausencia de su novia.

Es decir, es cierto, Ilanis estaba ocupada... Comiendo helado y viendo un drama con Minyeong en su habitación.

—Ah, muchas gracias... Cuida a esa chica Sunghoon, es adorable y me cae muy bien. Aparte, eres un poco menos insoportable cuando están juntos.

Puso los ojos en blanco, mientras negaba y soltaba una risa. Heeseung se despidió de él y le dijo que se divirtiera, para después desaparecer y regresar a lo que sea que hacía antes de que llegara. Sunghoon observó a todo el mundo ahí, la música resonaba fuertemente y había muchas personas, cosa que no era realmente una sorpresa, Heeseung era tan popular que todos sus amigos juntos no cabían en un solo lugar.

Se dedicó a buscar una bebida y probablemente a alguien conocido, no quería estar solo en una esquina toda la noche como solía acostumbrar, Ilanis le había dicho que se divirtiera... Y eso era exactamente lo que trataría de hacer.

—Hola Sunoo.

El pelirrosa dio un salto del susto en su lugar, mientras se giraba para encontrarse a Sunghoon saludándolo con una sonrisa neutral. Se sorprendió, no sabía si era por el hecho de verlo en la fiesta o porque extrañamente, estaba sonriendo.

—¡Sunghoon! Hola, realmente no pensé que vendrías —rió, mientras saludaba a su amigo—. ¿Quieres beber algo? —señaló el montón de botellas que había en la mesa, mientras él mismo parecía estar preparándose un trago. Sunghoon asintió, y Sunoo comenzó a servir en otro vaso justamente de lo que estaba preparándose para sí mismo.

—¿Conoces a la mitad de todas estas personas? —preguntó vagamente, mientras le echaba un vistazo a todo su alrededor.

—A nadie más que a los chicos del equipo de basquetbol y algunas personas de último año —soltó el chico—. Heeseung se volvió muy popular últimamente —eso último lo murmuró más para él mismo, mientras le daba un largo trago a su vaso y soltaba un suspiro.

—No se que tan bueno sea eso —ladeo su cabeza, algo pensativo.

—Le gusta ser el centro de atención, es perfecto para él.

Sunoo conocía perfectamente bien a Heeseung. Más de lo que le gustaría admitir. Sabía lo mucho que adoraba que las personas lo desearan y el hecho de que él estaba destinado a más, mucho más. Incluso cuando comenzó a entrenar en una empresa tan famosa, no era tan popular... Pero casi de la noche a la mañana, Lee era una de las personas más reconocidas dentro y fuera de la escuela.

—¿Te desagrada? —preguntó, interesado.

El chico negó rápidamente, mientras sonreía incómodo. No le desagradaba, solamente... Heeseung se había vuelto aún más distante con él. Y no es que le importara demasiado —si lo hacía, y mucho— pero ahora todo parecía ser diferente entre ambos. Aunque tal vez siempre fue así, después de todo, ¿cómo se supone que las cosas regresarían a la normalidad cuando habían comenzado a dormir juntos desde hace casi un año? Incluso ahora cuando convivían juntos con todos sus amigos, las cosas seguían siendo incómodas entre ambos.

Heeseung podía olvidarse de su existencia el día entero, y por más que lo intentara, Sunoo no podía negarse a dejarlo entrar a su hogar cuando este lo buscaba por las noches.

Pero Sunghoon era muy ingenuo como para darse cuenta de eso. Todos sus amigos eran unos ingenuos.

—Vamos a divertirnos, Kim —animó el platinado, mientras se bebía hasta la última gota de alcohol en su vaso.

—¿Qué mosco te pico? —el chico le dio una mirada confundida, mientras arrugaba la nariz.

—El del amor.

—Dios mío santo. Que Ilanis jamás te escuché decir eso o va a dejarte —simuló tener una arcada, mientras soltaba una risa por el rostro de desagrado de su amigo.

Pero aún así, había apoyado las palabras de Sunghoon. Esa noche iban a divertirse... Sin importar el desastre en el que esa fiesta terminaría.

𝐂𝐎𝐍𝐒𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍𝐂𝐄𝐒 | Park Sunghoon ✓Where stories live. Discover now