❅ 41. Juntos

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Capítulo 41.

Las puertas de la pista se abrieron, permitiéndole al pequeño niño ingresar al lugar y correr hacia la banca más cercana, dejando su maleta sobre la misma y apresurarse a ponerse los patines

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Las puertas de la pista se abrieron, permitiéndole al pequeño niño ingresar al lugar y correr hacia la banca más cercana, dejando su maleta sobre la misma y apresurarse a ponerse los patines. Las luces se encendieron dejándole ver la fina capa de hielo pulida, al igual que las pancartas con los rostros de los atletas que adornaban todo el lugar. Él aún no se encontraba en uno de ellos, pero sabía con certeza que pronto lo estaría.

Una vez que termino de atarse los cordones, se adentró en la pista y comenzó a trazar su camino en el hielo, dejándose guiar por sus pies sin tener algo realmente concreto en mente. Sus compañeros no tardarían en comenzar a llegar, y es por eso que siempre le gustaba llegar temprano a sus entrenamientos para tener un pequeño tiempo a solas ahí. Se tropezó al intentar hacer una vuelta, se regaño a sí mismo recordando las palabras de su padre, quien se empeñaba en recordarle constantemente que siempre debía ser cuidadoso. Se sacudió las manos en su pantalón y continuó divagando por la pista, disfrutando del momento.

—¡Jun! ¿Qué haces aquí tan temprano, niño?

La voz del entrenador lo sacó de sus pensamientos, obligándose a sí mismo a acercarse a la orilla, donde el hombre se encontraba recargado en la barandilla del borde, observándolo ahí desde hace un par de minutos. Ambos chocaron los cinco y el castaño le revolvió el cabello al chiquillo con una corta sonrisa.

—Quiero practicar el triple Axel —respondió decidido, ignorando las palabras del entrenador Yang.

—Primero deberías aprender a hacer un toe loop y después te concentras en lo más difícil, Jun... Aparte, tu madre es capaz de matarme si te haces daño —hizo una mueca fingiendo terror, sacándole una sonrisa al niño.

Arrugó su nariz y evitó poner los ojos en blanco, pues su madre solía decirle que lucía idéntico a su padre cada vez que hacía ese gesto. Continuó dando vueltas por el lugar hasta que todos sus compañeros se encontraron presentes y el entrenamiento comenzó.

—¿Cuando regresa tu mamá, Jun? —preguntó Minnie, su compañera y única amiga ahí. Ambos se encontraban calentando en la barra, demasiado apartados de los demás.

—No lo sé, pero dijo que pronto... —respondió, encogiéndose de hombros y restándole importancia.

La tarde avanzó con normalidad y las horas pasaron demasiado rápido, en un abrir y cerrar de ojos todos los niños ya se encontraban guardando sus cosas y cerrando sus mochilas. Minnie se despidió de Jun cuando su madre se hizo presente ahí, Minyeong le dio un beso a su hija y agitó su mano de un lado a otro despidiéndose del chiquillo, quien le devolvió una sonrisa alegre a la madre de su mejor amiga.

𝐂𝐎𝐍𝐒𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍𝐂𝐄𝐒 | Park Sunghoon ✓Where stories live. Discover now