❅ 13. Absurdo

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Capítulo 13.

La castaña se sentó en la camilla, mientras movía sus pies de un lado a otro y esperaba pacientemente a que Jeongin regresara con su mochila y el resto de sus cosas

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La castaña se sentó en la camilla, mientras movía sus pies de un lado a otro y esperaba pacientemente a que Jeongin regresara con su mochila y el resto de sus cosas. La enfermera Lynn ya les había avisado que el entrenador Yi-jin no tardaría en llegar, y que finalmente, podrían irse de ahí. Ilanis suspiro, mientras se cubría el rostro con sus manos y suspiraba. Su mirada se posó en los hematomas morados que comenzaban a salir en sus piernas, mientras el ligero ardor y sabor metálico de su labio abierto volvía a dejarle un mal sabor en la boca. Todo era un desastre. Ella era un desastre.

—¿Por qué tardabas tanto Jeong... —sus palabras quedaron al aire, sin terminar lo que tenía por decir.

Había imaginado que la persona que había abierto la puerta de aquel lugar había sido su amigo, pero en cambio, se encontró a Sunghoon frente a ella, con las mejillas tan rojas que parecían pequeños tomates y una ligera capa de sudor en su frente.

¿Acaso estaba enfermo y por eso se encontraba ahí?

—Hola.

Oh. Y ahora le estaba hablando a ella.

—Hola...

Permanecieron demasiado tiempo así, solamente viéndose fijamente sin decir una sola palabra; Sunghoon se sentía demasiado patético, como si fuera un niño. Y al parecer, Ilanis también se sentía de la misma manera, pues ella fue la primera en romper el contacto visual para agachar su rostro y ver sus manos como si fueran algo muy interesante.

—Yo... eh, solo quería... S-Saber si estás bien.

¿Qué?

—Si. Estoy bien —respondió con simpleza. Si decir eso lograría que él se fuera, entonces mentiría diciendo que realmente lo estaba.

El platinado asintió, mientras paseaba su mirada por toda la enfermería hasta recaer nuevamente en ella. Siempre en ella.

—Traje esto para ti.

La chica tomó torpemente la leche de plátano y la pajilla que él le había tendido. Extrañada, y realmente confundida acepto la bebida, mientras que notaba levemente el temblor en las manos de Sunghoon. ¿Por qué rayos estaba actuando de esa manera?

—Bien... Entonces, y-ya me voy.

Estaba tan nervioso, que incluso se había tropezado con sus propios pies, aunque ella no pudo notarlo. Antes de poder salir nuevamente por esa puerta, se detuvo al escuchar la voz de la chica murmurar un simple: —Gracias.

Asintió, para después encoger sus hombros sin mucha importancia... Aunque sentía que moría por dentro.

—No es nada.

Cuando finalmente solamente era ella ahí, Ilanis pudo volver a respirar tranquilamente, mientras observaba la bebida en sus manos. ¿Qué era lo que pasaba por su cabeza? No, en realidad, ¿qué era lo que tramaba? Ese no era el Sunghoon que conocía, ¿si quiera realmente lo conocía?

𝐂𝐎𝐍𝐒𝐄𝐐𝐔𝐄𝐍𝐂𝐄𝐒 | Park Sunghoon ✓Where stories live. Discover now