Capítulo 103 ~ Ser hija de Possy tiene sus ventajas, ¡tengo más hermanos!

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Narra ___________

Escuche el sonido del silbato del entrenador.

-¡Mora, es tu turno!- grito.

Parpadee y asentí, alcance a ver la figura borrosa, me acerque y me tendió la pelota, la tome y rogué a los dioses que apuntara bien, hice que la pelota brincara y la lance al aro.

Aún recordaba las clases de Percy enseñándome basquetbol, como es que hacia sonar el silbato y el lanzaba la pelota para luego jugar conmigo.

Alce las manos con un "¡si!", cuando encesté, camine al final de la fila pero no vi por mi ceguera y mi falta de lentes que había una cuerda y mis pies se enredaron.

-¡ay!- grite de dolor.

Caí al suelo de madera y e hice un gesto, toque mi cara y mi nariz dolía pero no salía sangre y estaba en su lugar, una mano se extendió para ayudarme a ponerme en pie y me jalaron con algo de fuerza, me quise poner bien de pie pero casi me caigo porque seguía enredada de los pies.

-rayos, y yo que me quedaba de las nereidas que me van a molestar a las 2:30 a.m por un padrastro- dijo el chico que me sostenía -eres como un pequeño delfín bebé que se enreda con las redes de pescar ilegales.

Lo vi de cerca y con los ojos entrecerrados, vi el mismo color de ojos de mi hermano en él, pero no era papá o Percy, me ayudo a quitarme las sogas, antes de que me cayera me alzo de la cintura y me dejo fuera de las sogas, le di una sonrisa apenada y creo que rodó los ojos.

-estaré en las gradas esperándote- dijo y se marchó.

No sabía si eso era una amenaza, un aviso o algo normal considerando que hablo de cosas griegas y que tenía el mismo color de ojos que Percy y papá.

Los deportes siguieron y supe que en verdad estaba pero muy distraída cuando me dieron un balonazo en la cara pero si bien fuerte, apenas alcance a detenerme cuando ya estaba viendo estrellitas.

Escuche un silbatazo demasiado fuerte y yo estaba masajeando mi cara cuando el entrenador hablo.

-¡alto! ¡Mora!- grito y voltee la cabeza hacia donde escuche el grito -¡¿estas bien?!

-¡de maravilla entrenador!- dije alzando un pulgar y haciendo muecas para ver si no me rompí la cara -¡sólo... Tomare aire!

Silbo de nuevo gritando un "¡muévanse mejor muchachos... Así no Wilson!" y di un pequeño brinco, camine hacia las gradas aún mareada y masajeando mi cabeza, ese balón si que es muy duro, pero no tanto como el de fútbol, debía agradecer eso.

Tome mis lentes, y como dice la Biblia o mi abuela o más bien los religiosos... Y de pronto se hizo la luz y pude ver (creo que si es así, si no meh, hace años que fui al catecismo, pero sólo fui para tener un lindo vestido esponjocito esponjocito como princesa y lucirlo, ni caso le hice a la enseñanza bíblica), saque un botellón de agua y tome un trago, sentí algo caliente bajar de mi nariz y toque, era sangre.

-carajo, al menos debo agradecer que no estoy en tierras sagradas y no hay una bruja loca que quiera mi sangre- masculle tomando papel.

-a ver, déjame ver eso- dijo la misma voz del chico que me saco de las sogas.

Tomo el papel y empezó a limpiar con ligeros golpecitos, me odio néctar y se lo di, tomo un poco más de papel limpió y lo empapó un poco con el néctar y me limpió, yo vi sus ojos verde mar, parecía ocupado en ver si estaba teniendo o no una hemorragia nasal, lo cual era divertido porque usualmente esos sangrados duraban poco.

Su pelo era azabache como el de papá y Percy, era de piel bronceada y sus facciones afiladas pero atractivas, tenía aquel aspecto de una persona importante, parecía un... Príncipe de Disney si lo veía bien, cuando acabó de limpiarme me vio.

Mi sueño se hace realidad (Nico Di' Angelo y __________) *en edición por normas*Where stories live. Discover now