Ocho

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-¡Bañémonos juntas!

Lisa hizo una mueca cansada. Después de 12 veces, ¿Rosé seguía teniendo esa energía? Con una sonrisa cansada le asintió, y luego Rosé la jaló al baño para tomarse esa ducha.

Y realmente la pelinegra lo malpensó. Pensó que iban a estar teniendo cualquier tipo de actividad sexual, pero no. Rosé estaba sentada en sus piernas mientras jugaba con el jabón que brotaba del agua, pareciendo una niña pequeña.
Lisa se apoyó en su brazo mientras veía la espalda de la mayor, y sus manos jugar con ese jabón. Solo faltaba un lindo patito para que la mujer siguiera riendo con esa singular alegría.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al momento en que sintió unas manos acariciar su cabeza, y luego a Rosé reír frente a ella.

-Parece que tienes la peluca de Casanova.- Lisa alzó una risita al ver a la chica ser tan feliz y estar hiperactiva. Las veces que la había visto en sus estado normal, era una amargada que pocas veces le sonreía, y cuando lo hacía, era una sonrisa falsa.

Rosé acercó sus labios a la nariz de Lisa para besarla, y luego rozar sus narices, haciendo sonrojar a la menor por la acción de su mayor.
El contrato. No había restricción en las muestras de cariño, así que la pelinegra tuvo e impulsó de acercarse y besar en los labios a la chica de pelo negro, dándole un piquito.
Con una sonrisa llenando su rostro, Rosé volvió a acercarse a Lisa y volver a besarla por más tiempo, y después acurrucarse en su pecho.
Lisa estaba consciente que una vez que que terminara la semana, el contacto con la mayor se iba a limitar a simplemente acordar comprar pastillas, asegurarse que las tomaba, y comprar más condones para toda actividad sexual.

Y Rosé no podía pensar nada más que estar cerca de esa alfa que la había tomado tantas veces.

No quería que el contacto físico terminara, su omega interior le pedía a gritos que estuviera a la merced y siempre pegada a la alfa, así que por eso tuvo esa 'extraña' petición de bañarse juntas.
Tuvo el riesgo de rogarle a su alfa que firmara la renovación del contrato porque se notaba que sabía lo que hacía, y se adaptaba a los gustos de Rosé.
Las veces que le pedía algo a otro alfa, este se negaba y decía que solo tenía que obedecer sus órdenes, y Lisa, Lisa obedecía cada una de las palabras y peticiones de la mayor, cosa que le gustaba.

Le gustaba mantener el control, pero por su papel en la jerarquía, pocas veces lo tenía, y eso no le gustaba para nada.

Estaba apoyada en el pecho de Lisa, y ella le acariciaba el brazo. Su omega le decía que parecían una pareja, pero Rosé sabía que eran puras patrañas, no eran nada más que compañeras sexuales. Lisa solo tenía que complacerla sexualmente, y Rosé solo tenía que aliviar su control. Su omega interior se entristeció al momento de recordar lo que eran, y dejó de comunicarse con la rubia por un rato.

La pelinegra no decía nada, y Rosé agradeció que no lo hiciera. Le gustaba el silencio, y ahora mismo se sentía cómoda.

O mejor dicho, su omega se sentía cómoda.


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Little Bunny || Chaelisa G!PWhere stories live. Discover now