Quince

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-Gracias por las cosas, no era nada necesario.

-Si lo es, sé que los necesitas, así que, estoy feliz de no tener que amenazarte para que los aceptes.

-Tengo una demanda en mi espalda.-Una leve risita, y Rosé evitó mirar a la alfa para que el olor a cerezas no desprendiera de ella. Su cabeza dolía, y sabía que no debía. Apenas conoció a Lisa, no debería sentirse atraída a ella, pero cuando había muchas cosas en ella que le hacían debilitarse.

Era una alfa, era la primera cosa.

-Yah, no te demandaré, gracias por aceptarlo.

-Gracias por esto.

-Tengo pensado en... aumentar la paga, o sea, sacrificas muchísimo de tu tiempo estando encerrada conmigo en una habitación de hotel, podrías estar con tu familia, ¿Cuánto es lo del hospital? Podría pagarlo por ti, pero, solo necesito que tú sigas siendo la que se haga cargo de mi celo.-Lisa lo notó, notó cómo Rosé evitaba su mirada, evitaba acercársele mucho, y evitaba aunque sea tocarla, pero no dijo nada. Solo se quedó pensando en la oferta de la mayor. ¿Más dinero? ¿Solo por tener relaciones sexuales con una omega sumisa, atractiva físicamente y sexualmente activa?

Tensó su mandíbula, y sujetó el hombro de Rosé, aunque la mencionada fue lo último que quería.

-Me ayudarías tanto si aumentas la paga, pero, siento que hago muy poco, básicamente sólo meterlo y ya...

-Podríamos experimentar cosas nuevas.

Expulsó el aire que estaba guardando, y se acomodó el cabello, evitando que cayera en su cara, y miró a Rosé.

-En el contrato dice que no se puede.

-Si una parte no está de acuerdo, ¿Estás de acuerdo? Yo también, intentémoslo.-Supo que estaba de acuerdo cuando sus ojos brillaron al recordar el contrato, y después Lisa asintió, mostrando que estaba de acuerdo.-¿Tú sabes qué te gustaría hacer?

La imagen de una Rosé amarrada, con su rostro rojizo y pidiendo por más fue suficiente para ponerse dura, cosa que la menor quiso ocultar estirándose y poniendo las bolsas en su entrepierna, rezando para que la mayor no lo hubiera visto. Y agradeció cuando se dio cuenta de que fue así. Pensó en cosas tristes, pensó en cosas que le habían pasado que se arrepentía de eso, y se concentró en escuchar 'Sweet Creature' que sonaba en todo el carro, en un volumen alto.

Rosé. Rosé nerviosa ante ella, Rosé siendo tierna, Rosé, solo Rosé.

Y sin darse cuenta, todo un mes había pasado, y recibió una llamada de la dulce omega, sacando una sonrisa de la menor. La semana, la semana. Llegó a comprar los preservativos con una gran sonrisa, escuchando 'You Make My Dreams' como si fuera el soundtrack de su vida. Una paga más grande, su sobrina mejor de salud, y Rosé ofreciéndole hacer más cosas con su cuerpo, un extraño motivo de felicidad. Lisa fue caminando (bailando) hasta la fila del colectivo, y sin darse cuenta, como todo el día, llevaba moviendo la cabeza al ritmo de una canción ochentera, veía todo color amarillo y azul chillón, y eso le alegró el día, más aún.

Llegó al hotel HoneyMoon, presentó su tarjeta, y ella ya conocía el camino, siguió bailando hasta la habitación, donde una omega la esperaba tras las puertas. Abrió la puerta con una sonrisa, y se acercó directa a besar a Rosé, quitándose su camisa, beso que la rubia aceptó, dudando de la alegría de la menor.

-¿Por qué tan feliz?

-Samantha mejoró, mejoró Samantha, pensaron que éste año tendría otra baja, pero mejoró, Rosie, mejoró mi chica.-Otro beso, sujetándola de la cintura, y la levantó para comenzar a bailar en la habitación, ella tarareando, y Rosé riendo a carcajadas.

Rosé normal riendo a carcajadas.

Cuando se dio cuenta de que tal vez invadió el espacio personal de la mayor, la bajó, haciéndola dudar un poco.

-¿Qué pasó? ¿No quieres seguir bailando?

-Perdón.

-¿Por qué te disculpas?

-No sé, siento que invadí mucho tu espacio.

Supo que no lo hizo cuando la rubia tomó sus manos, y comenzó a bailar con ellas, dando vueltas y tarareando la misma canción que la menor. Su día no podía mejorar.
Parecían dos adolescentes bailando esa canción, pero cuando Lisa puso su mano en la cintura de la mayor, ella sacó un gemido.

En su celo su cintura era su zona más sensible, y con eso, le indicó que el dolor estaba a nada de aparecer.

-¿Du-duele?-Rosé negó con su cabeza, pero se apoyó por completo en la alfa, sintiendo el calor aumentar entre ellas dos. Otro gemir de dolor, que alarmó a la menor.-Si te duele, acuéstate, yo iré por los-

—Es sólo que quiero que éste momento no acabe...


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Little Bunny || Chaelisa G!PWhere stories live. Discover now