Cincuenta y Cuatro

542 59 2
                                    



—¡¿Cómo se ven las luces?!—La castaña miró a su prometida con una sonrisa traviesa, y rieron.—¡Jen!

—¡Están un poco chuecas, Lis!—Señaló, y la pelinegra intentó alcanzar el foco que no estaba tan derecho como decían las chicas que estaban abajo.—¡Más abajo!—Se quejó sonoramente.—¡Máaas abajo!

—¡Si es más abajo voy a caer!

—¡Cuando lo hagas haz una pirueta!—Ambas comenzaron a reír al ver el rostro asustado de Lisa, viendo el suelo.—¡Pondré música de circo!

—¿Qué hacen?—La omega salió cubriendo su pecho con su chaqueta, temblando, y se paró junto a Jennie, notando como su alfa estaba en el techo viendo el suelo asustada.—¿Qué está pasando?—Las prometidas sólo se vieron, nerviosas.

Tratar con una Rosé embarazada de cinco meses cada vez se volvía algo más complicado por los fuertes mareos, su sensibilidad, y cambios de humor.

—Lisa quiere saltar.—Jennie respondió mientras comía una uva, nerviosa, pero la omega las volteó a ver.

—Expliquen.

—¡Rosie! ¿¡La-las luces están derechas?!—La nombrada asintió, y notó cómo Lisa suspiró mientras comenzaba a levantarse y se limpiaba el polvo de sus rodillas, exhalando, todavía nerviosa.

—¿Qué le estaban haciendo a la pobre?—Frunció su ceño, y Jisoo tragó saliva, recordando esa vez cuando le hizo una leve broma a Lisa diciendo que iban a tener cuatrillizos, haciendo que se desmayara y recibiendo un moretón en su brazo. Moretón del tamaño de la mano de Rosé.

—Le estábamos ayudando a poner las luces.

—Si estaban queriendo hacer que mi alfa cayera del techo les juro que la convenceré de que me hicieron algo para que venga a patearles el trasero.—Levantó su puño, viéndolas, y las dos sólo rieron, confundiendo a la mayor.—¿Qué?

—Lisa jamás haría algo como eso.

—El otro día la vi con mis ojos noquear a un tipo de un sólo golpe por dirigirse a mi de forma indebida.—Y las otras abrieron sus bocas, sorprendidas.—Así que, sean honestas, ¿Intentaban hacer que Lisa cayera del techo?

—¿Qué si es así?

—Le rompo el brazo a la que dio la idea.—Y Jisoo soltó una lagrima al volver a sentir la mano en su brazo. Relamió sus labios, tragó saliva, y pensó en algo rápido.

—¿Viste que las luces estaban derechas? Nuestros ojos ayudaron a los brazos de Lisa a poner eso.—La otra asintió, y se acurrucó en el pecho de la castaña cuando sintió que llegó a abrazarle.—Por nosotras su casa está decorada.

—Literalmente todo lo compró Rosie y lo he estado poniendo y-

—¡Dominada!—Dijo Jisoo, riendo con su prometida.

—Silencio, alfa.—Lisa gruñó mientras se le acercaba Jisoo de forma amenazante, y esta sólo chilló.—¡Aléjate de mi!

—Sólo funciona conmigo.—Rosé les guiñó un ojo al ver a Lisa acercarse a ella y abrazarle de nuevo, pero quejándose de su espalda. La mayor la miró preocupada.—Gracias por habernos ayudado, váyanse, estorban.

—Pe-pero... la amiga de Lisa está haciendo galletas y nosotras-

—Por lo menos ella está haciendo algo.—Ambas se miraron, asintieron, y rieron, despidiéndose de las otras dos argumentando que sólo habían ido para hacer una visita rápida.

***

—Dime qué es.—La pelinegra hizo un puchero al ver que Rosé negó por cuarta vez, y se acostó boca abajo en la cama, frente a ella.—Por favor, y ya no me das otro regalo.

—Amor, por favor, será en una semana.—Lisa sólo chillo levemente y se acercó a la mayor que estaba leyendo un libro.—Si quieres sólo-

—¿Hum?—La miró atenta al notar que dejó de hablar y comenzó a sostener su vientre, sonriendo.—¿Está- está pateando?

—¡Está pateando!—Y la pelinegra brincó, acercándose al vientre de su omega para sentir las pequeñas patadas de su bebé, sonrió al sentirlas tan fuertes.—Wow, ¿Será una personita bailarina como yo? Está pateando mucho.

—Con mucha fuerza.—Rió al ver a una Lisa fascinada ver el vientre, y después pegó su cabeza a este, escuchando con una gran sonrisa.—¿Lo escuchas?

—Lo escucho y lo estoy sintiendo.—Susurró, relamiendo sus labios, y volteó a verla.—Es una maravilla.—Rosé sólo suspiró al ver cómo la alfa estaba realmente maravillada, contenta, escuchando y sintiendo el pataleo, pero después de unos segundos paró, pero eso no fue motivo para que Lisa dejara de sonreír.

Sólo se separó un poco, volteó a verla suprimiendo una sonrisa, y soltó una lágrima.—Sus pataditas.

Tenía la costumbre de susurrar cuando hablaban sobre el bebé, y ese era un gesto de lo más tierno. La mayor sólo relamió sus labios mientras la veía, de nuevo, asombrada. Se volvió a acercar a su crecido vientre.

—Hola, tú, creo que te llamaremos Alice o Louis, tu mami no me quiere decir todavía eso.—Rosé rió, negando, pero acariciando la cabellera pelinegra de la menor.—Pero quiero decirte que todavía ni sales de ahí y ya eres el ser más amado de este universo, por mi y por tu otra mami, todavía ni veo tus pequeñas manos y tus pequeños pies, pero ya sé que seré tu esclava de por vida.

Rosé llevó su mano a su nariz para simular que estaba sonándola, pero en realidad, estaba apartando unas lágrimas que estaban comenzando a caer al momento de escuchar las palabras que Lisa le tenía a su pequeño cachorro. Sonrió, dispuesta a volver a escuchar porque en sus pensamientos perdió un poco el hilo.

—Yo sólo quiero que estos cuatro meses pasen rápido para por fin tenerte en mis brazos y poder llorar por eso, por ver que eres la criaturita más linda del universo y que tu otra mami se ponga celosa del amor que tengo para dar.—Un leve golpe, pero ambas rieron.—Mentira, el tipo de amor que le tengo a tu mami es un amor diferente, no creo que se ponga celosa.

—Oye, dile lo que quiere escuchar.—Volvió a limpiarse una lágrima, y volteó a verla.

—Creo que me quemé el cerebro pensando en darle una explicación razonable a mami y ya no tengo nada más que decir, más que, desde ahora, te juro que ni a ti ni a mami les faltara algo porque yo me haré cargo de darles todo, hasta la cosa más loca, si algún día en tus dulces dieciséis quieres contratar a Harry Styles yo lo contrato con tal de hacerte feliz.

—No harás eso.

—Bien, no lo haré.—Dice en voz alta, pero vuelve a susurrar.—Si lo haré, por ti.—Dejó un beso ahí, y sonó su nariz, tosiendo.—La convenceré de que contrate a EXO.

Y Rosé volvió a negar, acercándose a la menor, acunando su rostro y plantó un beso en sus labios, haciendo a la otra sonreír de manera instantanea. Otro beso, y después, la comenzó a besar repetidas veces, sonriendo las dos.

—No es necesario que prometas una vida feliz cuando ya tengo una contigo.—Sonrisa tierna de la otra, haciendo que cerrara sus ojos, y después notó una lágrima correr por su mejilla.—Yo sé que será así, patito.

—Quiero que sea así, por lo menos ya tengo un ejemplo de cosas que no tengo que hacer, es una guía hecha por Marco Manoban, sólo disponible para los Manoban.—Dijo con voz de anuncio, causando una risa en la mayor, que volvió a besarla.

—No serás mala madre.—Acarició su mejilla con una sonrisa.

—Espero no serlo.—Su mano fue hasta su mano, entrelazándola.—Espero ser una buena madre.

—No dudo que lo serás, amor, ahora, ¿Puedes hacerme un favor?

—¿Qué pasó?—La mayor le pasó su chaqueta para que saliera, y la menor ladeó su cabeza.

—¿Puedes ir a comprarme un pastel de chocolate?

Little Bunny || Chaelisa G!PWhere stories live. Discover now