Cincuenta y Cinco

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—¿Está bien que nosotras estemos aquí?—Preguntaron tres Manoban viendo a una Park, que estaba a punto de tocar la puerta, y volteó a verlas.

—Claro que está bien, mamá las invitó, ella dijo que no había problema en que pasaran noche buena y navidad con nosotros.—Una sonrisa tierna por parte de la omega, y Lisa hizo una mueca, viendo a su novia.

—¿Segurísima? No quiero llegar de sorpresa con tu familia...

—Lili, literalmente mi mamá lleva una semana planeando esto y creo que es más de un mes, las invitó, dejen de quejarse, ¿De acuerdo?—Rosé las señaló, y la única alfa se paró recta y asintió, viéndola.

—¿Y si nos hace algo? ¿Nos quiere atar a una silla y vendernos a gente multimillonaria?—Minnie dijo en modo de broma, pero las otras dos Manoban voltearon a verla asustadas, tanto, que ella torció sus ojos.—Es broma... una muy probable.—Rosé sabía que la castaña estaba temblando más por miedo que por frío, así que sólo volteó a verla, burlona.

—Mira, amor, te dije, mamá nos invitó a pasar noche buena y navidad en la casa.

—Pensé que a su casa, no a su cabaña en medio de la nada.

—Recuerda que todos los adultos tienen tres casas, una donde viven, otra de verano, y una cabaña en un bosque para pasar la navidad.

—Por tercera vez, Minnie, no todos los adultos.

—Explica esta casa.

Rosé negó, se volteó, y suspiró. Tocó la casa, que fue abierta inmediatamente por su madre.—¡Lisa!—Apenas pasó la mujer la abrazó fuerte contra ella, compartiendo de su calor, y la otra devolvió el abrazo, sonriendo tierna. Hace tiempo que no recibía un abrazo cariñoso de una mujer madura, así que disfrutó cada segundo de él.—¿Puedes presentarme a tus hermanitas?

—Ella es Krystal.—Apuntó a la castaña, que saludó nerviosa, y después buscó a alguien.—No me digas que dejaste a Samantha afuera.

—No, está detrás de mi.—Y una tímida niña envuelta en tres chamarras estaba detrás de Krystal, viendo a la mujer que la veía con una sonrisa. Sólo sacaba la mitad de su rostro para ver, y con una mano, bajó más su gorro, viendo al suelo.—Samantha es muy tímida con gente nueva.

Y antes de que Rosé le preguntara a Lisa por qué Samantha no se comportó de esa forma con ella, la otra la apartó levemente de los demás.

—Samantha sabía que tú fuiste la que realizaba los pagos del hospital, por lo que sabías lo de su leucemia y ya sabes, lo de su cabello.—Hizo un puchero, viendo a la tímida niña que apenas salió un centímetro de las piernas de su madre, todavía mirando al suelo, bajando más su gorro.—En realidad es muy tímida, pero, como ya sabía de ti y tú ya sabías de ella, sabía que no te ibas a burlar.

—No pensé eso.—Lisa la abrazó por los hombros y besó su cabeza sonoramente, abrazándola.—Mi madre ya sabe de eso, y aparte, ella no es tan horrible persona.—La pelinegra volteó a verla, una mirada como '¿tanto?' y la otra torció sus ojos.—Mira, ella era maestra así que sabe tratar con niños de todo tipo, ¿si?—Ambas volvieron a ver la escena, y estaba la mujer sonriente.

—Oye, una personita me dijo que te gustaban mucho los dinosaurios.—Y los ojitos de la otra brillaron, por fin levantó la mirada, y asintió.—Y que también te gustaban mucho las galletas.

—¿Ga-galletas de dinosaurio?—La mujer madura asintió, sacando una pequeña sonrisa de la niña.—¿Puedo verlas?

—Claro, hermosa.—Y la niña fue con la mujer a la cocina, que volteó a ver a las otras.—Pueden dejar los regalos bajo el árbol.—Y lo único que notó Lisa fue que Rosé dejó una gran caja blanca bajo el árbol, y sus ojos saltaron.

—Hasta el 25.

—Sólo dos días.

—Por eso.—Lisa hizo un puchero que fue besado por la otra, que se paró de puntillas para dárselo, y sus manos se dirigieron a su cintura, sosteniéndola para besarle por más tiempo.—Sólo dos días, verás que se pasan volando.—La mano de Lisa se dirigió al vientre de la otra, sonriendo, y volteó a verla cuando sintió movimiento.

—¡Está pateando!

***

—Estos regalo son de mi parte para Samantha.—La mamá de Rosé sonrió tierna al ver a la niña sonreírle alegre, parándose para recibir los dos regalos. Relamió sus labios, sonrió, y su sonrisa se hizo más grande al quitar el papel de decoración al ver una caja de Mega Blocks, específicamente piezas grandes.

—¡Podré construir muchas cosas!—Comenzó a saltar alegre, y se acercó a abrazar a la mujer, que le devolvió el abrazo.

—Te dije que era buena persona.—Rosé le dijo a su alfa, viéndola, pero sólo la miró.—¿Qué?

—Mi regalo.

—Dios, Lisa, hoy no he escuchado ningún 'te amo' de tu parte, sólo he escuchado tu 'mi regalo'.—La besó, pero la otra no abultó sus labios para recibirlo.

—Te amo, mi regalo.—Rosé suspiró, y negó, riendo.

—Dame primero el mío.—Lisa se apresuró en agarrar su regalo decorado con figuritas de ardillitas, y se lo dio a la otra, besándola.—¿Qué es?

—Ábrelo.—La mayor comenzó a quitar de una manera cuidadosa el papel, viéndolo con una sonrisa, una caja grande, y la abrió, viendo que había sólo una caja pequeña dentro de ella.—Abre esa.

—¿Y dentro de ella habrá una caja más pequeña? ¿Como una Matrioshka?—Lisa sólo negó, viéndola con una gran sonrisa en su rostro, y después le indicó que abriera esa, de nuevo. Otra caja.—Nuevas noticias, Lalisa Manoban acaba de aumentar la contaminación por cartón.

—¡Sólo ábrela!—Grito Minnie con su ugly sweater, y la otra suspiró, abriendo la caja, encontrándose con un anillo.

—¿Qué-

—Cásate conmigo.—Rosé rió al escuchar la orden, y sólo la besó, dándole una respuesta. Un beso tierno, haciendo a Krystal y a Samantha soltar un 'Ewww', a Minnie gritar, y a los padres de Rosé gritar emocionados.

—No hay necesidad de responder porque ya sabes mi respuesta.—Lisa sonrió, volviendo a besarla, y le puso el anillo en el anular de manera rápida. Volteó a verla, mostrando sus manos.

—Mi regalo.

—Señorita Regalo, aquí está su pedido.—Le dio la caja blanca, haciendo a la otra inhalar y exhalar pesadamente.—Ábrela, ábrela.

Lisa era un ser impaciente, ella y la paciencia no se llevaban de la mano y de hecho, llevaba días tratando de ver el regalo de la mayor para saber qué iba a ser su bebé y por fin quitarse esa maldita duda, así que, de manera opuesta a Rosé, sólo desgarró el papel de la caja, encontrándose con una caja negra. La abrió, y se encontró con una caja rosa.

Pero antes de que pudiera gritar, Rosé le indicó que abriera esa caja, y sintió su corazón salirse de su boca al ver una caja azul. No quiso mostrar su decepción, así que sólo miró a Rosé, sonriendo.3

—Abre esa caja.

—Nuevas noticias nuevas a las anteriores, matrimonio Manoban causante de toda la contaminación de cartón en el mundo.—La de 17 años bromeó, y la rubia negó, sólo viendo a su alfa.—Ábrela ya, por el amor de Dios.

Y antes de que otros se quejaran, Lisa abrió la caja y sacó dos pares de zapatillas rosas.

—¡Rosa, niña!—Gritó emocionada y volteó a ver a su omega, que su mirada le decía que viera bien las zapatillas.—Dos pares de zapatillas rosas, dos- ¿Dos pares? ¿Es... son?

—Son gemelas.—Y antes de que se le acercaran a felicitar, la pelinegra se desmayó, cayendo en el suelo.

Little Bunny || Chaelisa G!PWhere stories live. Discover now