Treinta y Cinco

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—No esperé que tu mamá fuera tan linda persona, después de eso.—Lisa la besó, pero notó cómo su omega hacía varias muecas. Estaba pensando.

Rosé sólo acariciaba sus mejillas con su lengua y abultaba sus labios cuando estaba algo enojada, pensando seriamente eso. Frunció su ceño al saber que no aceptó el beso.

—Corazón, ¿Qué-

—No confío en mi mamá.—Acarició su labio con su lengua.—Por algo es que vino a disculparse, no le creo mucho, tal vez está en drogas.

Y Lisa suspiró, riendo divertida. Realmente Rosé estaba pensando de esa manera.

—No pienses eso de tu madre, bebé, a alguna le gente le toma mucho el intentar disculparse, y creo que tu madre es de esas personas que no piden perdón tan fácil, ¿Si?

—Pero habló cosas horribles de ti y ni te conocía.—Dejó de fruncir su ceño, y la volvió a ver.—Por favor, Lili, por favor dime que entre todas las omegas que cogiste, por favor no me digas que tuviste algo con mi madre.

—¡¿Qué?! ¡No, asqueroso!—Hizo una mueca llena de asco, y volteó a ver a su omega.—O sea, tu madre no es asquerosa, asqueroso sería haber tenido relaciones sexuales con ella y luego con su hija, ¿Sabes?

—Oh, lo entiendo, lo contrario en 'Dicen Por Ahí'.—La vio, y Lisa asintió.—No te sentirías ganadora por eso, como él.—Volvió a asentir, y Rosé entrelazó sus piernas, y se atrevió a besarla.—Dios, imagina que te metes con la abuela de alguien, con su madre, y con ese alguien.

—No me imagino eso.—Tapó sus ojos, haciendo reír a Lisa.—Porque si pienso eso me imagino que te lo estoy haciendo a ti.

—Y mi abuela tiene 98 años.

—Mi tipo.—Bromeó, y la mayor la volvió a besar en los labios, pero luego lo pensó.

—Yo soy tu tipo, ¿Soy vieja para ti?—La pelinegra arrugó su nariz, y negó.

—Solo tú eres lo único que me gusta en este mundo.—Ahora si completaron su beso.—Aparte de los pretzels y las malteadas de fresa.

—Las malteadas de fresa son la mejor cosa del mundo, aparte de los gatos.—Ambas asienten.—¿Viste a Leo?

—Está acostado en el sillón.—Rosé suspiró.—Hoy fue un día muy agotado, amor.

—Tuve que aguantar a mi mamá.—Torció sus ojos y sacó su lengua, haciendo reír a su alfa.—Apaga la luz y ven, vamos a dormir.

—Oye, Rosie.—Alzó sus hombros para hacerle saber que estaba escuchando.—¿Es sano que tengamos relaciones mientras estás embarazada?

—Claro que es sano, ni que el bebé atrapara tu miembro.—Bromeó, pero SeulGi la vio seria a los ojos.

—No hará eso, ¿Verdad?

—Boba, todavía está en desarrollo, y no, jamás pasaría eso, Jisoo nos explicó eso.—Sostuvo su rostro, lo estrujó, y lo besó.—Ahora, a dormir porque mañana va a ser un día muy pesado.

—Cierto, mañana me iré muy temprano, mi jefe quiere hablar conmigo.

Rosé alzó sus cejas, e hizo un puchero.

—¿Te irás temprano?—Puchero que fue besado.—¿Temprano temprano?

—Temprano temprano, temprano.—Hizo otro puchero.

—Odio ser adulta.—Y Lisa rió, pero Rosé lloró levemente.

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—Jisoo es una idiota.

—Cuidadito con hablar así de mi prometida.—Jennie la señaló, y Rosé torció sus ojos.—La boda será en unos meses, para que Lisa y tú hagan espacios en sus agendas.

—En Estados Unidos, ¿Si?—La menor asintió.—No sé si Lisa ha viajado en avión.

—Sí, ha viajado en avión.—Y la mayor la miró, confundida. Apenas iba a hablar hasta que la pelinegra la interrumpió.—Un día viajamos a Canadá de vacaciones, escapada de amantes.

—¿Cómo?

—Escapada de amantes.—Rosé sonrió falsa.—Señorita Celos, deja tus evidentes celos en ese cajón y tira ese cajón por esa ventana abierta, porque Señorita Manoban.—Y la mayor bajó su mirada apenada.—Ese suceso pasó hace cinco años, y por lo que estoy enterada, Lisa te marcó hace meses, estás esperando un bebé de ella, y viven juntas.

—Todavía no vivimos juntas, está pensando en comprar una casa, ¿Sabes?

—Pensé que iban a vivir en la tuya por... el espacio, ya sabes.

—Yo igual pensé eso, pero me ofreció esa idea, a mi se me hace algo mejor, así que.—Alzó sus hombros.—Creo que es una opción viable, una nueva vida, se puede decir.

—Estoy enamorada de su relación y todavía no las he visto juntas.—La mayor sacó su celular, y le mostró su fondo de pantalla. Ellas dos besándose en el muelle. Sonrió tierna.—Las amo.

—Hay que comer juntas.—Sonrieron las dos, y una comenzó a llamar a su alfa. Sonrió más fuerte al recibir una respuesta positiva.—Dijo que sí.

—¿Ya?

La mayor la miró obvia.

Sostuvieron su saco, agarraron sus bolsos, y salieron de la oficina.

—Espera.—Rosé la detuvo.—Todavía no decidimos en qué restaurante vamos a comer...

—¡Roseanne, lo que tienes de bella lo tienes de despistada!—Y la menor la miró ofendida.

—Esa debes de ser tú, Señorita Olvidé usar pantalones y vine al trabajo casi en pantaletas.

—Fue un desliz.

—Cómo sea.—Tecleó rápido, y después la miró a los ojos.—Ya le dije que en el Applebee's del centro comercial, vamonos.

—Pero que quede claro que lo del pantalón fue un desliz.— Rosé prefirió ignorarla.—¡Fue un deliz!

Little Bunny || Chaelisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora