Cuarenta y cinco

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Rosé dejó de sentir calor e hizo un puchero, haciendo que su mano buscara a esa persona que se suponía que debía estar a su lado, pero no la encontró. Suspiró, se levantó de su cama, sintiendo cómo el frío recorría desde sus pies a su cabeza, y comenzó a caminar por toda la casa buscando por su alfa, basándose en que el olor de chocolate seguía ahí.

Buscó en la cocina, ahí acarició a Leo que estaba en la barrita, viéndole adormilado, y después pasó a la sala. Lisa no estaba. Frunció su ceño mientras rascaba sus ojos y suspiraba, caminando al 'gimnasio' que tenían en casa, que sólo basaba en una caminadora y una tabla para abdominales.

Y ahí la encontró.

Su alfa estaba sudando, quejándose levemente, y Rosé sólo se apoyó en la puerta. Lisa seguía tensa, demasiado. Chistó, y se acercó levemente a ella tratando de no romper la burbuja de su seguridad.

Ella desde un inicio nunca pensó en todas las cosas con las que tenía que cargar Lisa siendo la única alfa y mayor de su familia, así que ver a la menor en ese estado de estrés realmente achicaba su corazón y lo hacía doler de la pero manera que podía sentir, era horrible ese sentir, el sentir que no puedes ayudar más a tu ser amado.

Sólo suspiró.

—Lili, ¿Qué pasa, amor?—La mirada perdida de su novia se presentó a ella, y era realmente triste.

—No puedo dormir, normalmente hago esto para poder conciliar el sueño.—Rosé asintió, acariciando su hombro.

—Lo veo, lo veo.—Se agachó y besó su cuello, viendo cómo las orejas de la menor se enrojecían de manera tierna.—¿Qué te molesta?

—Minnie, bebé, sólo pienso en eso, no puedo pensar en nada más.—Relamió sus labios, llevó sus manos a sus labios, y comenzó a morder sus nudillos, nerviosa.—¿Y si ella no quiere conocerme? No sé, tal vez piense que vendo crack, o pero, que consumo y vendo crack.

—Te ves como una chica que prefiere chocar que atropellar a un gato, amor, no te ves como una consumidora de crack.

—Podría fumar marihuana.—Buscó la mano de su novia, y la besó, suspirando.—Los nerds, abuelas y gente que trabaja en un banco fuma marihuana, de seguro ella pensará que fumo marihuana.

—¿Qué piensas tú de Minnie?

—No la he visto, puede ser cualquier persona, pero tiene 17 años, quiero creer que es una chica junior o senior, tal vez es emo, no lo sé... Oh, ¿Y si ella es la que consume y vende crack?—Quitó la mano de su omega y comenzó a mordisquear la suya, nerviosa.—¿Y si quiere hablar conmigo sobre el embarazo porque está embarazada? Las omegas Manoban tienen la mala suerte de quedar embarazadas a edades jovenes... No sé hablar con adolescentes, no sé los temas de relevancia de ahora más que los grupos de ahora-

—Lili, calma, tú también fuiste adolescente.—Fue lo mejor que pudo decir porque ella tampoco sabía los temas de relevancia de ese día, así que sólo suspiró, viéndola.

—Sí, pero fui adolescente en 2007, 2008, en ese tiempo los punk, metaleros, emos sobresalían, y ahora... ¿Cómo dicen ahora? E-girl, ¡No sé qué es una E-Girl!

—Los adolescentes son complicados, amor-

—¿Y si Minnie es una E-Girl? ¿Qué temas debería hablar con una E-Girl?—Quitando el estrés y preocupación de la alfa por agradarle a su hermana menor, se veía tierna tratando de entender su mundo, y rió.

—Amor, primero tienes que conocerla antes de pensar todo eso, ¿Si, patito ?

—Rosie, no sé qué hacer.—Manos en su cabeza, mostrando su irritación ante la situación, y Rosé hizo una mueca.—¿Y si mejor no la conozco?

La mayor trató de sentarse a un lado de su alfa para consolarla, y comenzó a acariciar su hombro, sintiendo cómo la otra suspiraba aliviada.

—No soy alguien como para decidir por ti e impulsarte a hacer las cosas que tú no quieres hacer, pero si puedo por lo menos darte un consejo, amor.—Un puchero.—Creciste con sólo dos hermanas, una se fue, la otra tiene una hija y te encanta protegerlas a ambas, y te acabas de enterar que tienes una media hermana más joven que tus hermanas.

—Sí...

_¿Quieres, por lo menos, conocerla?

—Muero por eso.

—Pero te preocupa que ella no quiera conocerte a ti.—La otra suspiró, cansada, y luego asintió.—Si tú quieres conocerla, puedes eliminar el miedo, puedes ir a su casa a presentarte y si lo toma bien, pueden ir a comer, si lo toma mal, por lo menos sabes que lo intentaste.

—Tienes razón, por lo menos lo intenté...—Mordió sus labios, y volteó a verla, riendo.—Por lo menos lo intenté.

—Lo intentarás.—Recordó, volvió a besar su cuello, y se levantó, tendiéndole la mano.—Vamos a dormir, bebé.

—Vamos a dormir, Lili.—Se levantó, pero vio los pies de su omega y frunció su ceño.—Estás descalza, amor.

—¿Lo estoy? Creo que por eso el frío.—Bromeó sutilmente, pero en cuanto sintió que la alfa comenzó a cargarla, se tensó.—¡Lisa , eso está prohibido!

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—Ya estoy fuera de la casa.—Vio el ramo de flores que tenía a su lado, vio su ropa, y suspiró, sosteniendo el volante de su carro. O su chatarra, como ella le decía.

Ese viejo carro que había comprado con su dinero para no seguir usando el de su novia.

Suspiró, respiró varias veces, y salió de su chatarra, viendo la puerta. Número 1450, casa roja, dirección correcta. Sentía su corazón latir en su boca al mismo tiempo que se dirigía a la puerta, tensa. ¿Debería estar ahí? Volvió a respirar repetidas veces. Mejor debería practicar.

—Minnie Manoban yo... dije su nombre muy deprisa, soy Lalisa Manoban .—Sacó su celular, vio su fondo de pantalla, ella besando a su omega, y suspiró. Por lo menos debería intentarlo.—Mimi Manobal... lo dije mal.—Chasqueó su lengua.— Minnie Manoban, soy Lalisa Manoban , yo-

Dejó de hablar porque sintió que su brazo derecho fue jalado y antes de que se diera cuenta, ya estaba en el suelo, boca abajo, y su brazo en la espalda, una llave. Genial, iba a ser asaltada.

—¿Quién eres y qué haces fuera de mi casa?

—¿Eres Minnie Manoban?

—¿Por? ¿Me busca quién?

—Ma-Marco Manoba-n.—La fuerza en su brazo aumento, haciendo quejar.—¡Auchi!

—Murió hace años, ¿Por qué me buscas?

—¡Soltaré todo porque duele mi brazo, soy tu hermana, perdón por la sutileza!

Little Bunny || Chaelisa G!PWhere stories live. Discover now