SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )

1

Daella se encontraba corriendo por los jardines de la Fortaleza Roja. Estaba feliz por que su tío el rey Viserys había aceptado que su padre regresara a la Fortaleza Roja.

Laena Velaryon se acerco a uno de los árboles por los que corría la princesa.

—Daella — la llamo — Tu padre quiere verte.

— ¡ Ya voy ! — le grito y corrió hasta ella para tomar su mano.

Caminaron juntas hasta los grandes pasillos.

—Quiero ver a Rhaenyra — la princesa le sonrío  a la morena con sus ojos de ternura — Mi padre me contó que hay un bebé en su vientre.

La pequeña con tres  días del nombre miro a la morena y esta le sonrío.

— En el vientre de la reina también hay uno — señaló.

—Pero Alicent es aburrida, Aegon no quiere jugar conmigo y Helaena se la pasa todo el día llorando.

—Puedes jugar conmigo y Rhaenyra.

Daella asintió con una sonrisa y camino hasta los aposentos de su padre. Corrió cuando vio al hombre y se subió a la silla que estaba a su lado.

—¿ Cuando nacerá el bebé de Rhaenyra? — le preguntó y este no le tomó importancia —Quería verla, pero mamá Laena me dijo que tu me buscabas.

Laena sonrío cuando escucho como la habia llamado.

—Volveremos a Pentos. Es lo mejor para nuestra familia.

—¿ Por qué? — las lágrimas se forman en los ojos de Daella —Quiero estar con mi familia.

—Nosotros somos tu familia — señaló.

—Me refería a Rhaenyra, el tío Viserys y mis primos. Además la reina va a dar a luz y Rhae también.

El hombre la ignoro y salió de sus aposentos.

— ¡ Daemon ! — le grito — ¡ No me quiero ir !

—Será lo mejor para todos. Confía en el —Laena tomó su mano y esta la solto para cruzarse de brazos con el ceño fruncido.

Las lágrimas corrían libremente por las mejillas de la niña.

—No llores preciosa —Rhaenyra la abrazo —Pronto estaremos reunidos nuevamente.

La princesa lloraba con la cara oculta en su cuello.

—Te voy a extrañar — beso su mejilla y Daemon se acercó para tomarla.

Daella se bajo de los brazos de Rhaenyra, miró a su padre con recelo y se encamino al carruaje donde estaba Laena esperándola.

—Supongo que es mi hija — Daemon se echo a reír.

—Si,se parece mucho a ti, tío — le sonrío.

—Me hubiese gustado que fuese tu hija.

—Daemon.....

—Rhaenyra — la miro de pies a cabeza y paso una mano por su cabello dejando un beso un su mejilla.

—Nos vemos pronto sobrina.

—Tal vez en otra vida seria mi hija.

Daemon asintió y se volteo para ir al carruaje.

Daella miraba su huevo de dragón mientras intentaba que se rompiera.

—No importa si parece que vas a atravesarlo con la mirada. Eso no hará que eclosione —Daemon le dijo con una sonrisa.

Daella lo miro por unos segundos, lo ignoro y volvió a fijarse en el huevo de dragón.