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Aemond era una máquina de asesinar en aquel momento. No parecía el que momentos antes le había dicho a su esposa que la amaba. Mataba con una facilidad increíble dejando en claro todo su esfuerzo cada día.

Aegon estaba a su lado mientras luchaba igual que el y detrás estaba su tío Daemon junto a Jacearys y Lucerys.

¿ De donde había salido aquella toda gente? Escucho que uno de ellos le hablaba al otro y los reconoció.

Dorne.

Maldijo para sus adentros por no haber escuchado a Daella y lucho nuevamente. Cuando vio que no había más nadie en aquel lugar se arrodillo e hizo una mueca de dolor haciendo presión en su herida.

—Aemond, vamos, te llevare con un maestre —Aegon lo ayudó a levantarse.

—Vienen de Dorne — susurro —Mi hija, mi esposa......

Aegon ignoro lo que decía y lo llevo a la tienda principal con el maestre. Daemon daba vueltas mientras miraba a Aemond quejarse del dolor.

—Su majestad — el maestre los miro —Yo creo que lo mejor será que se preparen para lo peor.

Daemon lo miro incrédulo y miro a Viserys de reojo y Alicent que lloraba desconsoladamente.

—Tranquila madre, el va a estar bien —Alicent se aferro a Aegon y Daeron paso una mano por su cabello tratando de calmarla.

—Ve y dile—el rey miró a su hermano —Tiene que saberlo.

Daemon suspiro y salió en busca de Daella, esta apareció frente a él con la respiración agitada y su arco.

—Gracias a los Dioses estás bien —lo abrazo y este paso una mano por su cabello.

—¿ Tú madre y hermanos?

—Están a salvo, todos.

—Bien.

—Iré con ellos — intento irse y Daemon la detuvo.

—¿ Qué sucede? Aegon me dijo que el peligro había cesado y que Aemond estaba interrogando al último hombre con vida.

—Te mintió.

Daella lo miro con rabia —¿ Donde esta mi esposo?

—Esta siendo atendido por el maestre.

Daella lo aparto y camino a la tienda principal. Miro a todos incrédula y dejo escapar algunas lágrimas cuando vio a Aemond en aquella cama.

—Muévete, maldito mentiroso —jalo a Aegon que estaba al lado de su hermano y tomo su mano dejando un beso en el dorso de esta.

—Yo le pedí que lo hiciera —susurro su esposo —Tenias razón, debí escucharte, Oberyn no se creyó lo de Alyssa y.....

—Esta bien, esta bien — susurro —¿Cómo está maestre? ¿ Estará bien?

—Princesa.....

—El esta bien, solo necesita descansar —el rey interrumpio —Daella, ve a descansar. Mañana estarás mejor para estar con él, ve con Alyssa.

Daella asintió y salio de la tienda para ir a la de Aemond en donde estaba su madre y los pequeños. Alyssa corrió hasta ella cuando la vio y se echo a llorar en sus brazos.

—Ma..... ma..... no quiero.... ir a Dorne —estaba privada y ni siquiera podía hablar bien.

—Tranquila, Aly, mamá está aquí y no voy a dejar que nada te pase y tampoco iras a Dorne, no lo permitiré.

—El hombre me lo dijo, el me dijo que me llevaría con mi verdadera familia.

—Escúchame —paso las manos por su cabello y la miro a los ojos —Nosotros somos tu familia. Tu padre, yo, tus tíos tus primos. Nosotros somos tu verdadera familia y nadie va a cambiar eso.¿ Lo entiendes?

SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )Where stories live. Discover now