Daella sostenía la mano de Aemond que dormía en aquella habitación que era de ambos. Aemond llevaba días sin despertar y eso la tenía muy mal. Baela se ofreció para cuidar a Alyssa junto a Aegon que se mantenia lejos de aquella situación pues su prima lo quería matar en cuanto lo viera, pero estaba pegada a su esposo día y noche.

El rey se había mantenido lejos de aquello, las palabras de Daella lo hicieron sentir mal y a la vez estaba orgulloso de ella.

—¿ Cómo está? —Alicent la miro desde el umbral de la puerta.

—El maestre vino a cambiar su vendas para que la herida no se infecte y dijo que estaba comenzando a cicatrizar, pero el peligro aun no se ha ido.

—Deberías descansar y comer —la miro —Yo me quedare con él.

—Estoy bien, no tengo hambre. Dormí unas cuantas horas anoche.

—Dormir en una silla, no es descansar.

—No voy a moverme de aquí hasta que el despierte y me diga que me ama como lo ha hecho desde que estamos juntos.

—Lo que yo daría por tener un amor así de bonito.

Daella agacho la cabeza un poco incomoda con aquellas palabras. No sabía mucho de él matrimonio del rey y la reina, pero era evidente que el jamas había dejado ir al recuerdo de Aemma.

Daella habia salido un momento de la habitación para ver a Alyssa y cambiarse por ropa limpia después de que la reina le insistiera

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Daella habia salido un momento de la habitación para ver a Alyssa y cambiarse por ropa limpia después de que la reina le insistiera.

—Hola —Helaena la miro desde el pasillo contrario —Será muy hermoso.

—¿ De que hablas?—frunció el ceño.

—Del pequeño en tu vientre, es el fruto de tu amor con mi hermano.

Daella se llevó las manos a su vientre con miedo y abrió los ojos de más. Helaena sonrío y dejo un beso en su mejilla.

—Nos vemos mañana —sonrío —Quiero descansar, ya estoy a termino de mi embarazo y quiero que estés presente en el parto.

Se fue dejando a Daella en un trance. Su fecha de sangrado no estaba cerca y las últimas veces siempre utilizaba el té de luna. Suspiro sin tomarle importancia y camino hasta la habitación de Alyssa.

La pequeña estaba con Baela y Rhaena quien le estaba contando un cuento para que se durmiera.

—¡ Mami! —la pequeña se levantó de la cama y corrió hasta ella para abrazarla.

—Hola mi dulce princesa —Daella dejo un beso en su mejilla.

—Quédate conmigo esta noche, por favor — junto sus manitas regordetas —¿ Podemos ir con papá? Lo extraño mucho.

—No, no podemos, pero yo si me puedo quedar contigo y dormir juntas. ¿ Lo aceptas?

—Solo porque tengo miedo y no me gusta estar sola.

SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )Où les histoires vivent. Découvrez maintenant