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Daella evitaba que Alyssa se metiera en sus costillas y opto por dormir al otro lado de la cama. Miraba fijamente a la pequeña que siempre dormía con el cabello revuelto y tampoco le gustaba peinarse igual que ella.

Paso las manos por su vientre y suspiro. Esperaba que las cosas fueran diferentes con este embarazo, el maestre había dicho que el peligro pasaría después de las tres lunas, pero para ella era difícil creerlo después de Aelix y Saera.

Aemond entro a la habitación con mucho cuidado y tomo unas cosas de su  escritorio. Levantó la vista unos segundos y Daella aparto la vista.

—Lo siento, no quería molestar.

—No molestas, no estaba dormida.

—Descansa, le hará bien al pequeño.

Aemond dio media vuelta y Daella se levantó.

—'Emond, ¿ Alguna vez haz querido saber de Aelix?

Aemond se volteo para mirarla y asintió.

—Claro, lo único que se es que era parecido a mi.

—No, era igual a ti, las pecas, la nariz, los ojos.

—Todos nuestros ojos son iguales — tomó sus manos y la guió hasta la silla del escritorio para sentarla sobre él, Daella apoyo la cabeza en su hombro.

—¿ No sabes de qué color es tu ojo? —suspiro —Eran de un púrpura más claro, así como el tuyo y el de mi padre.

—Cuéntame más — paso una mano por su cabello.

—Por las noches le gustaba comer muchísimo, frutas para ser más específica — sonrío —Lady Jane tenía un grupo de mujeres encargadas a mi cuidado, se me hinchaban los pies y ellas me hacían masajes. Era la consentida de aquel lugar y era muy regordeta, tenías que verme.

—Hermosa — susurro —Continúa.

—A veces no me dejaba dormir y comenzaba a moverse, era obvio que era la sangre del dragón — suspiro —Podía sentir su fuego lamiendo mis entrañas.

—Podías soportarlo....

—Obvio — le dio un codazo —Cuando nació olía tan delicioso, lo pusieron en mi pecho para que entrará en contacto directo con su madre, tenía la manito apretada y yo puse mi dedo así — le mostró —Y él lo tomó, siempre tenía los ojos abiertos y yo me enamore, los primeros meses era igual que Alyssa, comía demasiado y se molestaba cuando me alejaba de él unos segundos, siempre quería estar en mis brazos y yo encantada lo acurrucaba y le hablaba de ti.

—¿ Le hablaste de mi?

—¿ Cómo no iba a hacerlo?

—Espero que no le hayas dicho que soy malhumorado.

—No, le dije que su padre era el hombre más valiente que había conocido, que enfrento la pérdida de su ojo con valentía, que era un excelente guerrero —se apoyo mejor en su hombro y tomo las manos de Aemond para llevarlas a su vientre —Le dije que no solías demostrar tus sentimientos, pero conmigo era diferente y sabia que con el también seria así, serias un padre consentidor y ahora lo se. Siempre solía hablarle de ti y el se reía como si le contará lo mejor del mundo. Estoy segura de que lo hubieses amado tanto como yo.

—No lo conocí, pero lo amo tanto como tú —limpio las lágrimas de su esposa —Siempre será parte de nosotros. ¿ Lo entiendes?

Daella asintió y alterno la vista entre sus labios y aquel parche, lo sacó y se sento a horcajadas sobre él para besarlo con intensidad. Como nunca lo había hecho, con un amor innegable, apasionado y bonito.

SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )Where stories live. Discover now