59

604 51 4
                                    

Alyssa dormía mientras Daella cantaba una canción y pasaba una mano por sus cabellos. Había estado llorando durante todo el camino a Rocadragon y por más de que su padre y madre le pedían que dijera el porque, ella se negaba a hablar.

—¿ Te dijo que le pasa? Estaba bien cuando nos despedimos —el principe se acostó a su lado y esta nego.

—No, creo que solo esta celosa, nada más —susurro —Lo más importante es estar pendiente de ella y que no deje de comer bajo ninguna circunstancia.

Aemond asintió.

—Me quedare con ella, puedes ir a cambiarte el incómodo vestido —sonrío.

—Tu quieres verme desnuda y yo no quiero moverme, tu hijo me ha vuelto perezosa —se encogió de hombros.

Aemond suspiro y se dio la vuelta para abrazarla pasando las manos por su vientre. Segundos después se había quedado dormido y Daella sonrío pegándose más a él.

El llanto de la pequeña despertó a sus padres y Daella la tomó entre sus brazos con cuidado.

—Mi pequeña, recuerda que estoy aquí —paso una mano por sus cabellos —Mamá nunca se irá.

—Ese es el problema, tu siempre estas muerta en mis sueños —sollozo aun más fuerte.

Daella miro a Aemond y entrelazo su mano a la de él con miedo. Desde quedó embarazada tenía miedo a todo lo que podía pasar y más siendo un embarazo de alto riesgo, sus miedos se habían ido, pero el sueño de Alyssa hizo que recuperará todos esos miedos. ¿ Y si tenía complicaciones en el parto y moría dejando a sus pequeños? ¿ Estarían bien sin ella? ¿ Cómo serían sus vidas sin su madre?

—Prométeme que tomaras la decisión correcta — susurro apretando su mano —Hazlo, 'Emond, por favor.

—Lo prometo —dejo un beso en su cabello.

Aquello era una promesa vacía porque si le daban a elegir aquel día. Él la elegiría mil veces, preferíria el odio de Daella antes de vivir sin ella, su esposa y la madre de sus hijos.

Daella no volvió a dormir, entre el bebé, Alyssa y Aemond se quedó velando el sueño de sus amores.

—Esta bien, pequeño o pequeña —susurro a su vientre —Mamá necesita un momento de paz, puedo sentir el fuego que tienes y no dejas de moverte. ¿ Extrañas que papá y tu hermana te hablen?

Suspiro cuando dejo de moverse y cerró los ojos unos segundos.

—Te ves hermosa, enojada —susurro Aemond y paso las manos por su vientre.

—No... —rodo los ojos y el bebé comenzó a moverse nuevamente —Tanto que me costo hacer que dejara de moverse y tu lo alborotas. Ahora, tu le hablas.

Aemond asintió y comenzó a susurrar cosas en Alto Valyrio haciendo que se moviera más.

—Esta bien, demasiado voltaje, cariño —miro a su esposo —No te muevas tanto, mamá intenta descansar.

Aemond la ignoro y siguió hablándole al vientre.

—¿ Podemos ver a Heartyfire? — la pequeña se froto los ojos —La extraño.

—Si, mi vida, pero dile a tu padre que me ayude a levantarme —Aemond nego con una sonrisa divertida y Alyssa se apoyo en el escritorio.

—Suelta el escritorio —Murmuro su madre y esta asintió.

—¿ Por qué quieres que suelte el escritorio, Ela? —sonrío divertido y esta lo miro con recelo.

—No se que tiene el escritorio, pero se un caballero y ayudala a que se levante, Saera o Aerys pesa mucho.

—Ya voy, pequeña adulta amargada —su padre nego y se levantó para ayudar a su esposa —Eres una perezosa.

—Es tu hijo el que está aquí — pincho su vientre —Tu lo pusiste aquí, no te quejes.

—¿ Cómo lo puso ahí? —ambos miraron a Alyssa.

—Es  un tema muy complicado, no creo que lo entiendas.

Alyssa se sento en la cama y cruzo sus manos —Tengo todo el día para entenderlo, Heartyfire puede esperar.

Daella miro a Aemond con una sonrisa.

—Explícale a nuestra hija como fue que pusiste a su hermano en mi vientre — Le hizo burla.

—Bueno, existen huevos de dragón especiales —Daella se echo a reír —Esos huevos son pequeños y muy frágiles, yo se lo di a tu madre y ella lo trago por su garganta hasta que llegó a su estómago y ahí comenzó a crecer hasta que se convierte en una gran panza como la de tu madre y en un tiempo salen así de lindos como tú.

—Ohh, se parece a la explicación del tío Aegon, pensé que mamá tenía que hacer cosas horribles —sonrío.

—Quédate con esta —le tendió su mano 6 después le dio la otra a una Daella que estaba muerta de la risa —No me parece gracioso—comento mientras caminaban hasta la playa para ver a Heartyfire.

—A mi si —sonrío.

Llegaron a la playa y Alyssa corrió hasta su dragona que se removió cuando la vio. Afortunadamente Vhagar dejó que Daella pudiera ver a Rhaegal y esta se acerco a él pasando una mano por sus fauces. Rhaegal la empujó un poco con cariño y ladeo su cabeza al ver la gran panza.

—Oh, el es el bebé y cuando nazca lo conocerás —paso una mano por sus fauces —Se que te gustaría volar, te conozco, pero ahora no se puede, tienes que esperar a que de a luz.

Rhaegal comenzó a jugar con ella y esta se sento en la gran roca con una mano en su vientre y la otra en las fauces de su dragón. Aemond estaba con Alyssa y la observo unos segundos.

—¿ Se ve muy bonita, no es así? —Alyssa le dio un codazo.

—Tu madre la es la mujer más hermosa que he visto y veré en toda mi vida.

—El bebé la ha puesto muy bonita.

—Así es — sonrío y la ayudo a montarse en Vhagar para después subir él.

Daella sonrío al verlos volar tapando el sol y sonrío al ver a Rhaegal mirando a Vhagar.

—¿ Te gusta la abuela? —paso una mano por sus fauces—Estás muy chiquito para ella. Aunque eres grande, eres un bebé para esa abuela.

Alyssa gritaba de la emoción y sus gritos se mezclaban con la risa de Aemond mientras Daella los miraba. Sin duda era feliz al lado de ellos y su futuro hijo, lo único que le dolía eran sus hijos perdidos.

●

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Hola! Yo otra vez 🙂

No olviden votar y comentar.

SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )Where stories live. Discover now