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Daella se separo un poco y busco los cambios que Aemond le había dicho, pero no encontró nada.

—No veo nada —murmuro frunciendo el ceño.

—Yo si lo veo — señaló la panza que comenzaba a notarse —Después lo notaras.

Aemond acaricio su vientre sin decir nada más y su esposa sonreía mientras lo miraba.

—¿ Cuando le diremos a Aly? —dejo de acariciar su vientre.

—Cuando pase el peligro y quiero que se mantenga en secreto también, nadie en Desembarco lo puede saber, solo nosotros tres. ¿ Te parece?

Aemond asintió y dejo un beso en su cien para volver su atención al vientre de su esposa. Daella continuaba sonriendo mientras veía toda la atención que le estaba dando. Se sentía como una niña consentida y siempre lo había sido.

Daella volvió a la cama y se acostó al otro lado de Alyssa

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Daella volvió a la cama y se acostó al otro lado de Alyssa. Aemond se recostó en el medio de ambas para evitar que su hija lastimara a la embarazada que lo miraba como si fuera un dulce.

—Deja de mirarme así —susurro —Parece que me estas desnudando.

—Lo hago, no se si son las hormonas, pero me pareces tan guapo.

Aemond suspiro rendido y se volteo para quedar de espaldas. Daella se acomodo mejor y acaricio su espalda.

—¿ Puedo trenzar tu cabello?

—Mhmm, hazlo.

Daella sonrío y comenzó a trenzar su cabello, era liso como el de todos los Targaryen y no se enredaba tanto como el suyo.

—Me encanta tu cabello.

—Lo sé

Se la paso toda la madrugada peinando a Aemond y la noche dio paso al día. Alyssa se removió y sonrío al ver a sus padres dormidos. Dejó un beso en la mejilla de cada uno y salio de la habitación para ir a la cocina.

—Princesa—una de las sirvientas la miro y tomo su mano —¿ Necesita algo?

—Oh, si señorita — sonrío —Me gustaría que preparen el desayuno, por favor. Lo haría yo misma, pero soy pequeña y quiero sorprender a mamá.

—Claro que si, su alteza.

—Me llamo Alyssa, pero puedes decirme Aly — sonrío —¿ Me pondrías mi vestido favorito? No quiero molestar a mamá.

La mujer de cabellos negros asintió pensando que era muy parecida a Daella, solo que la otra disfrutaba de molestar a las Doncellas y era amable si lo eran con ella.

—Tengo curiosidad —levantó la vista hacia la señorita —¿ Sabes por qué me llamo Alyssa?

—Es por su abuela, la princesa Alyssa — sonrío —Era la madre de su abuelo, el rey Viserys. Tenía las nariz quebrada y los ojos disparejos.

SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )Where stories live. Discover now