SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )

20

Daella entro a la Fortaleza Roja pateando puertas y empujando a cualquier guardia que se le atravesara. Estaba molesta por aceptar un compromiso del que ella no estaba consciente y mucho menos con un viejo que podía ser su bisabuelo.

Cuando llego al comedor el rey y su padre sonrieron, pero borraron su sonrisa al ver la cara que traía y más cuando Daemon se dio cuenta de que en ningún momento había soltado la mano de Aemond.

—¿ Se puede saber porque estoy comprometida con un hombre que podría ser mi abuelo? — pregunto con rabia —¡ Encima sin mi consentimiento! 

—¿ De que estas hablando ? —Rhaenyra miro a su esposo en busca de respuestas y este suspiro.

—Será lo mejor para ambas casas , Daella —respondió el rey..

— ¡ Lord Borros Baratheon es un viejo verde ! — miro a Otto y sonrío —Sin ofender.

—¿¡ Lord Borros Baratheon!? —Rhaenyra miro a Daemon sin poder creerlo.

—Es lo mejor.........

—¡ No es lo mejor ! — la rubia salio furiosa y se fue a su habitación.

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Un rato más tarde Daemon intento hablar con su hija  y suspiro cuando esta le lanzó una daga que aterrizo a su lado.

—Vete — murmuro y este nego —¡ No quiero hablar contigo, Daemon !

Daemon intento acercarse y esta le apunto con la daga que segundos antes había recogido —Vete o le diré a Sir Harwin que te saque.

—Si, tu y Rhaenyra lo aman demasiado.

Salió de la habitación dando un portazo y Daella suspiro. Había hablado con el rey, pero había sido en vano y ahora tendría que ir a Bastión de tormentas.

—Hola —Aemond la miro desde la puerta y esta sonrío —Estaba ahí desde hace un rato, pero escuche a Daemon y no quise salir.

Daella le tendió la mano y lo guió hasta la  cama para sacarle las botas y este suspiro.

—Daella......

—Duerme conmigo esta noche — murmuro quitandole el parche —Antes de irme quiero tener un bonito recuerdo de ambos.

Aemond no dijo nada y la abrazo para hundir su nariz en su pelo.

—Alyssa esta empeñada en que seas su madre.

—¿ Se lleva bien con tu prometida?

—No, odia tenerla cerca y siempre está ignorandola.

—Esa es mi chica — sonrío —Esta cuidando lo que es nuestro.

—¿ Nuestro ? — Aemond frunció el ceño.

—Si......

—Me alegra que lo cuide.

Daella comenzó a cerrar los ojos y Aemond sonrío para dejar un beso en su frente.

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Alicent y Rhaenyra estaban  cenando. A la princesa le pareció extraño que la reina la invitara a altas horas de la noche, pero igual decidió ir.

—¿ Para que me llamaste ? — pregunto tomando un sorbo de vino.

—Daella no puede salir de la Fortaleza Roja y mucho menos casarse con un viejo que le dobla la edad ¿ Te imaginas lo mucho que va a sufrir ? Después de tanto luchar por Aemond, no es justo que le hagan esto.

—¿ Qué propones ? — murmuro.

—Hablar con tu padre para que acepte un compromiso entre ellos.