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Daella miraba el fuego recostada desde la cama y ni siquiera sonrío cuando Alyssa llegó de la mano de Aemond, la pequeña le había traído flores y ni siquiera le había prestado atención.

—Aly, ve tu habitación —su padre la miro —Sir Harwin te llevará.

—Pero padre, mamá siente tristeza y yo puedo ayudarla...

—Tu madre necesita descansar y después te buscará — dejo un beso en sus cabellos —Lo prometo.

La pequeña se acerco a su madre y dejo un beso en sus cabellos para irse con el sir.

Aemond se sento al lado de Daella y esta lo miro.

—Quisiera volver al momento en el que tuve a Aelix por primera vez en mis brazos, era igual a ti, 'Emond. Era tan pequeño y olía delicioso, era el amor de mi vida.

—Ela...

—O cuando le di de comer a Aly por primera vez — sonrío —Recuerdo que agitó su manito y yo tomé eso como un si, le había pedido permiso para ser su nodriza.

—Y terminaste siendo su madre — tomó su mano.

—¿ Es correcto que me sienta bien por la muerte de Elarys? — susurro —Se que es  egoísta para mi pequeña, pero desde que la vi quería que fuera mía, solo mía. Es como si buscará...

—¿ Consuelo?

—Si y se que no es justo, pero esa pequeña es como el regalo de los Dioses. La vi y me enamore de ella como si yo la hubiese engendrado, como si hubiese estado en mis entrañas, como si sintiera sus pataletas en mi vientre. La amo, 'Emond. La amo como si fuese mía y eso nadie lo va cambiar.

—Lo siento mucho mi amor — susurro y la rodeo —Debí estar ahí cuando tuviste a nuestro hijo.

—Estuviste en cada cosa que paso con Alyssa y eso de algún modo me tranquiliza y ahora estas aquí.

—Todavía estoy indignado porque dijo "Mamá" antes de "Papá" —dijo tratando de animar y esta se echo a reír.

—Nadie se resiste a mis encantos —se encogió de hombros —Helaena me dijo que si tendré la posibilidad de tener un varón y se que tu quieres tu propio ejército de soldados, pero por favor dejemos que fluya, no lo busquemos. Además el maestre dice...

—A mi no me importa lo que diga el maestre, la última palabra la tienen los Dioses.

—Y Helaena —susurro —A veces me preocupa lo insistente que es.

Aemond sonrío y cuando estaba a punto de besarla, la puerta se abrió dejando ver a la reina.

—Ya me voy, ya me voy.

—Esta bien, puedes hablar con ella, si es lo que quieres. Iré por Alyssa.

Aemond salió de la habitación y Alicent se acerco para sentarse a los pies de la cama.

—Escuche lo que dijo el maestre, yo creo que quedaras embarazada otra vez, una perdida...

—No, dos —susurro.

—¿ Que dijiste?

—Nada, solo estoy un poco cansada.

La reina asintió y dejo un beso en su mejilla para después salir de ahí. Su mente solo recordaba sus momentos con sus hijos y nada más. Aemond entro a la habitación con la pequeña y esta se acurrucó en los brazos de Daella que seguía sin mirarla.

—Daella — Aemond la llamo y esta lo miro —Deberías comer un poco y bañarte.

—No quiero— susurro.

—Mhmm—suspiro —Ya entiendo porque Aly esta así.

Daella miro a Alyssa y paso una mano por su cabello.

—Alyssa, ve a bañarte y a comer un poco.

La pequeña nego y tapo su boca.

—No lo haré hasta que tu lo hagas.

—Escúchame bien, pequeña. Soy tu madre, debes hacer lo que yo te digo.

Alyssa nego y Daella la tomó del brazo con brusquedad.

—Haz lo que te digo — dijo entre dientes.

—Mamá, me estas lastimando.

—¡ Daella!

Solto a la pequeña cuando Aemond le grito y Alyssa se bajo de la cama. Su madre la miro con los ojos abiertos de más e intento acercarse, pero Aemond la freno.

—Papá, llevame a mi habitación por favor

Aemond asintió y la tomo para llevarsela.

—Aly...

—Esta bien, solo esta triste y por eso reacciona así, es la primera vez que demuestra sus emociones, me dijo que los adultos no solian hacerlo — se limpio sus lágrimas y Aemond se arrodillo a su altura mirando su brazo.

—No esta bien, pequeña. Dormire contigo esta noche.

—No, no debes dejarla sola, puede hacerse daño y eso nos dañaría a nosotros también.

Aemond asintió y la llevó a su habitación.

Daella lloraba desconsoladamente en su habitación mientras buscaba arrancar aquel dolor de su alma, no solo le había fallado a la pequeña si no también a su esposo.

Se sentía miserable y asqueada de sí misma, quería retroceder el tiempo y entendía por qué su pequeña se había ido de esa manera. Se hizo ovillo en la cama ignorando aquel dolor tan profundo en su cuerpo.

Aemond regreso a su habitación y Daella se levantó de la cama, miró a su esposo y se arrodillo abrazándolo.

—Perdóname, no era.... mi intención, no — sollozo —Por favor, 'Emond no...

Aemond  se arrodillo a su altura y la abrazo enterrando su cara en su cuello. Intento que las lágrimas no salieran de sus ojos, pero escucharla llorar de aquella manera lo estaba destruyendo. Se sentía miserable por no poder quitarle aquel dolor de su alma y cuerpo.

No dijo  nada simplemente dejo que se desahogara entre sus brazos mientras susurraba que no era su intención lastimar a Alyssa.

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Hola! OK, alguien lloro muchísimo y no diré quien soy.

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Besos 💋

SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora