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Aemond amaba cada parte de ella como si fuera él mismo, era parte de su alma y su corazón. Tomó su mano para darle seguridad cuando las puertas de la entrada principal se abrieron dejando ver el carruaje donde iba Ceryse Higwtower. Aunque Daella jamás hablara de eso, el embarazo le había dejado muchas inseguridades respecto a ella y su cuerpo.

Daeron recibió a Ceryse y está sonrío mirando a su primo.

—Es un gusto estar aquí, tía —murmuro mirando a los presentes —Me honra que me hayas considerado para que sea la esposa de Daeron. Debo admitir que me siento muy extraña entre tanta gente rubia.

—No somos rubios, somos platinados. Además ya quisieras tener rasgos de la antigua Valirya —Alyssa murmuro con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

—Alyssa—Daella advirtió—No seas irrespetuosa.

La niña asintió y tomo su mano.

Daemon se echo a reír ganándose una mirada reprobatoria por parte de su esposa.

—Esa es mi nieta —murmuro con una gran sonrisa.

—Es un placer que esté aquí, Lady Ceryse —Rhaenyra bajo los escalones y esta hizo una reverencia —Le presento a los miembros de mi familia que no conoce. Mis nietos.

Ceryse miro a los hijos de Daella y sonrío.

—¿ Cómo se llaman?

—Yo me llamo Alyssa y mis hermanos son Aelix, Aerea, Aerys y Aeron.

—¿ Y la pequeña Saera? —Daella apretó la mano de Aemond con tanta fuerza que pensó que le rompería los huesos.

—Ella se ha ido —Alyssa la miro muy seria y la pelirroja cambio su semblante —Laena, Elaena, Rhys, Visenya, Gaemon, Aegon y Joffrey.

—Te olvidas de mi, Aly —Viserys se poso a su lado.

—Ah se me olvidó el enano del mal.

—Viserys, me llamo Viserys, Lady —murmuro mirando a su sobrina y esta sonrío.

—Es un gusto conocerlos a todos—miro a la pareja frente a ella —Princesa Daella, primo Aemond. Tienen una hermosa familia, Alyssa es muy linda.

—Gracias, Lady Ceryse—la niña sonrío.

—Muchas gracias Lady Ceryse —murmuro Daella con una sonrisa.

—Lamento mi comentario, yo no tenía ni idea —susurro y Daella asintió.

—Bienvenida, prima —Aegon sonrío.

—Gracias, Egg —Ceryse sonrío y fue a abrazar a Helaena, pero Jace no se lo permitió.

El más que nadie sabía respetar sus límites y estaba muy pendiente de que nadie la molestara o la hiciera sentir incomoda.

Ceryse entro a la Fortaleza cuando termino de presentarse a los reyes.

—¿ Egg? —Baela miro a Aegon —Ni siquiera yo te llamo así. Te lo voy avisando Aegon Targaryen, si me molesta terminara en las tripas de Danzarina.

—Sal de ese cuerpo, Daella.

—No me importa lo que me digas, ayúdame a subir —le pidió cuando vio que ya no podía subir las escaleras.

Su panza de ocho lunas redondas la estaba volviendo loca. Quería ir a montar, follar, beber y romper las reglas junto a su perfecto caos, pero aquello no la dejaba.

—Aly, no vuelvas a hacer eso —Daeron señaló en medio del pasillo —Ceryse será mi esposa y tú tienes que respetarla.

—Tu no eres Aemond Targaryen para decirme que hacer —se cruzo de brazos —Cásate con ella, pero olvídate de seguir siendo mi tío favorito y ya no más chantajes.

SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )حيث تعيش القصص. اكتشف الآن