Daella Targaryen.
La primogénita del principe Daemon y su esposa Rhea Royce.
Al principio Daemon la había considerado una desgracia , pero cuando Rhea Royce murió dando a luz a la princesa. Esta se convirtió en su salvación.
Así podría casarse co...
En aquel momento a Aemond le quedó claro que Daella jamás amaría a Alyssa como amaba a Aelix y a Saera. ¿ Había alguna diferencia? Para el no, pero estaba claro que para ella si.
Camino hasta donde sabía que estaría Daella y se detuvo al escucharla devolviendo el estomago. ¿ Cómo era posible? Daella habia dejado de comer y el dejó de insistir porque estaba más concentrado en la recuperación de Alyssa.
Sonrío al ver a la pequeña caminando mientras llamaba a Daella.
—Hola — agitó su manito —Le hice este dibujo a mamá y quiero que me diga su opinión y también saber si le gusta.
Aemond la tomó entre sus brazos, pero antes de que pudiera decir algo. Daella salió corriendo en busca del maestre y Aemond la siguió.
—Dejala — la pequeña pincho su mejilla —Esta cuidándolo, eso es bueno.
—¿ De que estas hablando?
La pequeña tapo su boca con sus manitas y sonrío de manera pícara.
— Un pequeño secreto.
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Daella sollozo de alegría y paso las manos por su vientre, pero después se arrepintió.
—¿ Cuando tengo?
—Una luna y media — Mencionó el maestre —Este embarazo será muy difícil, por la pérdida que tuvo. Le recomiendo que mantenga un reposo absoluto y nada de noticias o emociones fuertes.
Daella asintió y salio de aquella habitación para volver al pasillo, pero se encontró con Aemond en el pasillo.
—Tenemos que hablar — le extendió la mano y esta la tomó dejándose guiar.
Aemond abrió la puerta de su antigua habitación y se sento en aquella cama dejándola frente a él.
—He tomado una decisión — la miro —Mi padre ha insistido en que vuelva a Desembarco y he tomado la decisión de ir con Alyssa, si quieres venir con nosotros, perfecto, si quieres quedarte, hazlo.
—¿ Qué carajos estas diciendo?
—Necesito tiempo, por el bien de Alyssa, el tuyo y el mío.
—¿ Necesitar tiempo es abandonarme? —la sangre le hervía de la rabia —Dímelo.
—No te estoy abandonando...
—¿ Es porque lo que dije de Alyssa? Sabes perfectamente que lo que dije no es cierto.
— Si lo dijiste es porque lo piensas y si lo piensas es por que lo crees. No me queda otra opción — se levantó y pasó sus manos por su cabello —Si lo que te molesta es quedarte puedes venir con nosotros, pero no como mi esposa o como la madre de Alyssa, por que es mía, Daella.
Daella le giro el rostro de una cachetada.
—¿¡ Se te olvida que yo soy su mamá!? —se llevó las manos al vientre —¡ No me importa si no la di a luz, pero yo soy su mamá! ¡ Yo le di de comer, yo estuve cuando se enfermo, yo he estado en cada, pesadilla en cada miedo, en todo! ¡ Si hay alguien que tiene el derecho de hablar sobre mi hija, soy yo!
