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—Mi hermosa Daella — el rey la abrazo —Como se nota que estas fuera de la Fortaleza Roja, ese lugar se ha vuelto un poco aburrido sin ti.

Daella asintió y dejo un beso en su mejilla.

—Yo también los extraño mucho — sonrío y Viserys frunció el ceño al ver las cosas que traía detrás de su espalda.

—¿ Qué es eso?

—Nada solo un par de cosas que ya no me quedan.

—Me refiero a la venda en tu mano.

—Ah, eso — sonrío y miró al pequeño conejo que estaba a los pies de Aemond —Me lastime cuando lo encontré entre las rocas, lo salve de que fuera el almuerzo de Heartyfire.

Aemond chisto su lengua —Si como no —se acerco —¿ Por qué no le dices la verdad?

—¿ De que esta hablando?

—De que tu hermosa sobrina utilizo una daga para cortarse y como excusa dijo que había salvado al conejo.

—¡ Maldita sea! — le grito sin importar la presencia del rey —¡ Ya te dije la verdad, me da igual si no me crees!

Les paso por un lado y se adentro en la habitación dando un portazo. Tiro sus cosas a la cama y se sento en el suelo, el pequeño conejo se subió a una de sus piernas y esta sonrío para acariciarlo.

Escucho los murmullos en el pasillo y decidió ignorarlos, ya no le importaba lo que tuvieran para decir.

—Aemond, hijo. ¿ Qué sucede con Daella?

Aemond suspiro —Las cosas no están bien entre nosotros y lo de Aly fue peor, esta triste, desesperada y hace unas noches la encontré con una daga mientras la miraba fijamente le dije que ni siquiera lo pensara. No solo me duele verla sufrir, también me dolió  perder a mi hijo, pero parece que ella no lo entiende.

—¿ Por qué no le dices que me faltaste el respeto? —Daella abrió la puerta y el rey la miro —O que me culpaste por lo que le esta pasando a Alyssa. ¿ Eso no lo dices? Solo mencionas lo que te conviene, ¿ Verdad?

—Creo que dejarlos venir fue equivocacion y esperaba más de ti, Aemond.

—Iré a ver a los demás —miro al rey —No me hagas volver a Desembarco, me siento mejor aquí, por ahora.

El rey asintió y dejaría de lado la opción de mandarlos a Desembarco, pero tomaría medidas en el asunto. Daella salió corriendo cuando Baela abrió sus brazos para envolverla en un abrazo que tanto necesitaba.

—Salvaje —Aegon dejo un beso en su cien.

—Ya no puedo decirte pelo de espantapájaros.

Aegon se echo a reír.

—¿ No me piensas abrazar? —Daemon se cruzo de brazos, pero sonrío cuando esta lo rodeo con sus brazos.

Cuando rompió el contacto se quedó unos segundos viendo a aquellas mujeres con ambos niños en brazos. Rhaenyra le sonrío y esta se acerco para tomar a Visenya.

—Hola hermosa — dejo un beso en sus cabellos y esta sonrío moviendo sus manitas —¿ Puedo? — miro a Helaena que tenía a Rhys en brazos y esta asintió para colocar al pequeño en su otro brazo.

Daella camino lejos de ellas mientras murmuraba cosas a los niños en sus brazos.

—Que lindo cabello —le susurro a Rhys mientras y dejo un beso en su mejilla.

Se acerco a Rhaegal y este la movió ligeramente con su frente.

—Mira, ellos son Visenya y Rhys — le dijo al dragón y Visenya puso su manita en las fauces del dragón —Tranquilo, mi hermana es de confianza.

SANGRE DEL DRAGON ( Aemond Targaryen )Where stories live. Discover now