Daella Targaryen.
La primogénita del principe Daemon y su esposa Rhea Royce.
Al principio Daemon la había considerado una desgracia , pero cuando Rhea Royce murió dando a luz a la princesa. Esta se convirtió en su salvación.
Así podría casarse co...
Daella dio un respingo cuando escucho a uno de los pequeños llorar y Aemond ya se había levantado para buscar a Aerys. Se lo entrego a su madre y esta sonrío bajando la manga de su camisón para darle de comer, su esposo se sento a su lado y paso una mano por su cabello.
-No hagas eso -susurro -Voy a dormirme y seguro que Aerea también a pedirme que le de de comer.
-Cuatro personas a las que darle de comer, que difícil -sonrío y Daella frunció el ceño.
-¿Cuatro?
-Si, Aerea, Aerys, Aeron y yo.
-Ni en tus sueños, no por ahora.
-Esperare pacientemente, aprendí a usar mis manos.
-Gracias a los Dioses.
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Daella estaba en el comedor observando a los mellizos que desayunaban. Tenía aquella almohada donde estaban Aeron y Aerea. Aerys era el más dormilón de los tres.
-Cariño, deja que las sirvientas los cuiden un segundo -Rhaenyra entró con Visenya al salón y Aelix sonrío.
-No, están bien así. Prefiero dárselos a Rhaegal antes de dejar que los cuiden los demás.
Aemond entro al salón y dejo un beso en la frente de su esposa, tomo a Aeron y se sento junto a Aelix. Daella dejo muchos besos en el cabello de Alyssa y después en sus mejillas. Aeron jalaba el cabello de Aemond con su manita y este miraba a Daella divertido. Aerea tenía los ojos abiertos y movía sus manitas ansiosamente. Daeron entro al salón seguido de Lyanna y Alyssa rodo los ojos.
—Lamento mucho la decisión que ha tomado mi tío Lady Lyanna.
—¿ Qué decisión?
—La decisión de romper su compromiso con usted —sonrío y Lyanna miro a Daeron —¿ No lo sabía?
La pelinegra salió del salón y Daella se mordió los labios para no reírse. Daeron miraba fijamente a Alyssa y nego.
—Es tu culpa por no decirle—se encogió de hombros.
—Alyssa —Aemond advirtió.
Cregan entro al salón y Daella lo miro.
—Buenos días—hizo una reverencia —Dulzura —tomó la mano de Daella y dejo un beso en el dorso de esta —¿ No le molesta que le diga Dulzura a su esposa?
—No, ¿ Le molesta a su esposa?
—Para nada —Jane entro al salón con una gran panza —Felicidades por los tres pequeños son idénticos a ustedes.
—Gracias Ani —Daella sonrío —Espero que tu bebé sea muy fuerte y sano.
Daella no quería hacerle daño a su amiga, la única amiga que había tenido, pero quería venganza y sabía que Aemond lo haría sin importar su opinión.