5

1.6K 174 40
                                    

ALISON

—Mi jefe es un hijo de puta.

—Vas a llegar tarde y luego te hará dar una hora más, ya lo verás. Así que apresúrate.

Me decía Megan mientras estaba buscando yo mi maldito zapato de tacón.

—¡Lo encontré! —grité al verlo detrás de la planta que teníamos en el salón.

Era la secretaria de un CEO en una empresa de telecomunicaciones y Megan trabajaba de asesora en un centro comercial.

Nos pusimos al día con cursos rápidos de finanzas, nuestros estudios sirvieron para algunas cosas, pero otras las dejamos atrás. Ya no seríamos más las que éramos en el pasado.

Tuvimos que salir pitando de la ciudad. Me encontrarían en mi antiguo trabajo de investigación forense si seguía empeñada en estar por allí.

Megan me acompañó en cuanto fui a verla y le conté mi estúpida y patética historia, en esa que se había convertido mi vida.

—Hoy podemos salir a tomar unas copas, es viernes —mi amiga me sonrió. La amaba más que a nada en éste mundo después de mi madre, a ella no la veía y solo me limitaba a llamarla por teléfono. Estaba acostumbrada a que hubiese hecho mi vida y no se preocupaba demasiado.

—Pues si, podemos ir a algún lugar —cogí mi bolso y me miré al espejo para pintarme los labios.

—Cada día estás más guapa Alison.

—¿Tú crees? —la miré.

—Sí, han pasado dos años desde que vivimos aquí y tu piel parece más joven.

Me acerqué a ella y la abracé.

—Solo me gustaría ser la de antes Megan, me doy miedo a veces, ¿Sabes? No quiero ser quién soy.

—No estés así tonta, lo llevas muy bien hasta ahora. Solo tienes que seguir adelante sin pensar en nada.

—Pero a veces el señor idiota, mi jefe, me pone tanto de los nervios que creo que me voy a volver de mi condición lobuna y comérmelo de un bocado —suspiré en su hombro y ella empezó a reír.

Me separó y me cogió las mejillas.

—Si no estás a gusto buscaremos otra cosa para tí.

—No te preocupes, estoy bien y si ya no lo aguanto más y no puedo evitar asesinarlo te lo diré y encontraré otro trabajo.

—¡Esa es mi chica!

Le sonreí y nos separamos. ¿Qué haría sin ella? Nada...

Salimos a la calle y nos subimos al bus. Cada una se bajó en su parada.

Yo llegué a la empresa.

—¡Alison!

—!Oh! Jackson, ¿Ya viniste de tu viaje?

—Acabo de hacerlo, estoy agotado. Min es un capullo.

Miré a mi alrededor.

—¡Cállate! Nos pueden oír.

Estábamos en la salida y entramos juntos por la puerta giratoria.

Subimos en el ascensor hasta la sexta planta.

—¿Cómo ha sido trabajar en París? —le pregunté a Jackson.

Era un tipo muy atractivo y me gustaba hablar con él. Era el que iba de una ciudad a otra para captar inversores. Hacía muy bien su trabajo pero también odiaba a nuestro jefe y es que era tan seco y tan déspota que cansaba muchas veces. Pero yo ganaba bastante por aguantarlo.

MI MATE ES UN VAMPIRO (Saga VAMPIRE JUNGKOOK) BELIELWhere stories live. Discover now