MI MATE ES UN VAMPIRO (Saga VAMPIRE JUNGKOOK) BELIEL

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ALISON

"Momentos pasados que vuelven para que recuerdes que hubo dolor, lágrimas y desilusión. Momentos que regresan y te hacen ver otra percepción de esos instantes tortuosos, te vuelven a la verdadera y feliz realidad".

—¿Tú ves normal que vayas desnudo por ahí?

—¿Qué pasa con eso? Lo hago muy a menudo.

—Eres un guarro Jungkook.

Empezó a reír y yo rodé mis ojos.

—Hasta hace poco era un vampiro que no tenía que darle explicaciones a nadie y menos a una mujer, así que me gustaba volar desnudo para sentir el viento en mi piel, eso te da libertad Alison y se siente realmente bien —bajó hasta mi oído—. Deberías probarlo y sabrías de que hablo —se me secó la boca de golpe—. Solo deseo que me veas como realmente soy, que no creas que quiero esconderte más de mis cosas. Además, no me engañes —torció su sonrisa—. Sé que te gusta mirar mi cuerpo, no me mientas y tampoco hagas como que eres una puritana empedernida venida de un orfanato de monjas.

Me iba a matar un día de éstos con sus miradas provocativas y su voz sensual y sexi.

—Eres un creído y un arrogante y creo que esas con las que estuviste te han subido demasiado el ego —lo miré y sonreía.

—La única que ha conseguido que yo crea que puedo con todo has sido tú Alison, nadie podrá igualarse a tí jamás —su voz atrayente entró dentro de mi oído y creo que me iba a hacer que me meara en las bragas.

Lo que sentí fueron unas enormes ganas de seguir atrapada en éste universo paralelo que habíamos conseguido tener juntos los dos. Ese que nadie apostaría ni un centavo y que sin embargo para nosotros era nuestro más hermoso regalo.

Me posó en el suelo despacio y quedamos abrazados sin separarnos todavía, besó mis labios mientras me rodeaba con sus fuertes brazos. Después nos miramos con amor.

—¿Vamos dentro? —dijo tocando mi labio inferior con su dedo.

Miré tras su hombro poniéndome de puntillas y allí estaba lo que denominaba él como su lugar secreto, que no lo era tanto después de lo que descubrí aquel día junto a aquella loba pelirroja. Habían venido demasiadas y aquí también me trajo cuando estaba herida antes de devolverme a Yoongi.

—No quiero entrar ahí —le dije un poco tensa y me separé.

Se quedó callado por un instante y miró la luna que estaba con tonos rojizos. Suspiró y volvió a mirarme.

—No sufras por cosas pasadas, ésto ya es tuyo Alison, en cuanto pusiste un pie en su interior se volvió todo tuyo. Es lo único realmente mío que tengo, son mis pertenencias, todas las que tengo que adquirí con el dinero que me tenían  mis padres en mi tiempo humano.

Mi corazón se contrajo y decidí no decir nada hiriente.

—Sé que lo estuve corrompiendo con mi negación de querer seguir siendo lo que soy y me arrepiento. No debí usarlo para satisfacer algo tan asqueroso como era... —paró de pronto y se quedó en silencio, luego pensó de nuevo qué decir—. Fui un total imbécil, estuve tan perdido que escondía mis sentimientos, que en realidad era lo realmente importante, pero en vez de eso decidí seguir en mi oscuridad —me cogió de la mano para que empezáramos a andar—. Te pido perdón cariño, nunca tenía que haberte mentido, y para compensarlo te voy a enseñar algo.

No sabía ni que decir, por primera vez se estaba abriendo a mí, me estaba contando sus cosas más importantes. Debía dejar fluir el momento, porque tal vez, no tuvo a nadie en quien confiar como lo estaba haciendo conmigo.