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BELIEL

—¡Jungkook!

¿Pero qué demonios?

¿Ese era Jin?

No tenía tiempo de mirar atrás, los híbridos estaban sobre mí y no podía parar de defenderme.

—¡Ve a por Alison como te dije! ¡¿Se puede saber qué mierda haces aquí todavía?!

—¡¿Así agradeces que me quedé para ayudarte?!

Apareció junto a unos diez vampiros, todos rodearon a los que estaban ante mí y se pusieron a luchar contra ellos.

—¿Qué hace aquí ese? —Jin había visto a Hobi.

—Sabes que siempre fui bueno para hacer amigos —le contesté limpiando mi nariz que sangraba demasiado.

Puso sus ojos en mi mano y los abrió al ver lo que nunca creyó que pudiera pasar en mi cuerpo.

—¿Eso es... —me señaló.

Se fijó en como corría por mi cuello una sangre tan roja como el color de las amapolas, se tensó al notar que alguien iba a atacarlo, entonces estampó sus dedos en los ojos de un híbrido que lo quiso golpear. Se los metió hasta el fondo. Después de sacarlos y el otro no podía verlo, le dió tal golpe que lo partió en dos.

Ese era Jin, el depredador de la noche más inhumano que podían encontrarse los que querían hacerle algún daño, pero sin embargo el vampiro más querido y el que más respetaba yo con diferencia.

—¡A tu espalda! —me gritó Hobi en el momento que él mismo se ensañaba con uno de los suyos. Me había sorprendido que se pusiera de mi lado, dejó a los de su clan atrás y se quedó conmigo para ayudarme cuando vio que me atacaban sin piedad.

Tenía mi total respeto por y para siempre. Ya lo consideré alguien cercano cuando me trató como uno más al conocernos.

Al sentir las uñas de aquel lobo traspasar mi piel supe que me había vuelto menos resistente. Ya no era un muerto inerte, ahora la sangre corría por mis venas cálida y veloz, mi corazón se había vuelto demasiado frágil.

Lo agarré de los brazos y lo lancé al suelo con fuerza. Voló por mi cabeza y acabó clavado en un tronco cortado por los leñadores.

Toqué mi costado y la sensación fue tan intensa como reconfortante.

Después de cientos de años, después de creer que era indestructible, volvía de nuevo a saber lo que era sentir dolor humano. ¿Iba a morir? ¿Mi parte humana me haría desfallecer como un simple e insignificante mortal al que podían aplastar como a una pequeña cucaracha? Ese fue mi sueño desde que me di cuenta en el monstruo que me había convertido. Pero...¿y ahora? En ese entonces no existía Alison.

—Nos deshicimos de todos, ¿Ahora qué hacemos? —dijo Jin mirando a Hobi y viceversa.

Recorrí la llanura con la vista y aún había muchos luchando. Muchos cuerpos de los distintos bandos estaban tendidos en la tierra y bajo el agua del lago.

—El Alfa y su hija huyeron Jin —le dije—. ¿Donde estará Alison? —me elevé un poco hacia arriba para poder encontrarla si es que aún estaba cerca—¿Se la llevaron como les ordené? —lo quería saber y esperaba que fuera así.

Los dos se posicionaron a los lados y buscaban conmigo.

—¡Joder mira a Samantha! Creí que no te ayudaría jamás después de haberse ido del clan porque no pudo conseguirte —Jin sonreía al ver como atrapaba las almas de los que tocaba con su mano, los hacía caer al suelo de golpe.

Pero al despejar un poco el camino avancé temeroso.

Alison estaba ahí llena de sangre no muy lejos de nosotros, su pelo blanco era casi irreconocible y estaba luchando contra el Alfa de los híbridos. Su hija Shintia se encontraba en los brazos de Taehyung que había recobrado su cuerpo humano.

—¡Alison! —le grité y ella alzó su rostro para mirarme.

Se comportaba tan impresionante que no podía creer que fuera ella. Su posición de ataque era majestuoso. Su instinto letal había aparecido y ella se erguía como la reina de los lobos.

Salí como un huracán para estar a su lado y ayudarla. El Alfa se dió cuenta y se irguió. Se elevó un tanto del suelo y es que también podía levitar, para eso tenía su parte vampírica.

Sacó sus uñas y sus dientes se señalaron mucho más.

Ella se levantó en dos patas y dió manotazos fuertes de un lado a otro para que no la alcanzara.

—¡No la toques! —le advertí con un gruñido desafiante mientras llegaba a su posición.

Gruñí de nuevo desesperado, no sabía porqué el poco trayecto se estaba haciendo tan largo. Me pareció tan lenta mi acción que me esforcé como nunca lo había hecho antes. Me faltó el aire y la sangre de mi nariz salía con más intensidad. No podía casi respirar.

Pero con todo en mi contra llegué a tiempo de parar al maldito Alfa. Me puse delante de Alison y recibí un zarpazo de sus garras en mi pecho, se hundieron demasiado dentro de mi piel. Me desgarraron por completo.

—¡Jungkook no! —se alteró ella.

Tenía que encontrar las fuerzas que me fallaron por el momento, mi cuerpo se sintió tan distinto que no me reconocía. Pero del modo que fuera iba a defenderla, no la dejaría morir, para eso ya estaba yo. Para desaparecer y que mi estúpida existencia como vampiro sirviera para algo valioso e importante. Si cedía mi cuerpo por amor estaría haciendo algo bueno, al fin destruiría el mito de monstruo que siempre me impusieron.

Así que me recompuse con el último aliento que me quedaba y me lancé ante el que ya me esperaba en forma de ataque. Le enseñé mis dientes, mis garras y mi más despiadada faceta del Beliel que debía ver y temer.

Lo alcancé y caímos al suelo con un golpe que sonó fuertemente. Quiso detener lo que vio en mis ojos. Mordí su mandíbula sin dejarlo siquiera actuar, le arranqué los dientes, mordí su cuello para dejarlo sin aire con qué respirar y luego metí mis manos en su pecho. Saqué su corazón y lo tiré lejos.

Oía los gritos de Alison como si estuviera a kilómetros de distancia. Estaba perdiendo mis sentidos a marcha forzadas. Pero para el que estaba debajo de mí, fue mucho peor. Emitió su último suspiro y perdió su vida humana. Ya me sentía bien y podía descansar.

Rodé a un lado y me quedé mirando el cielo gris que nos acogía a todos.

Por tí, lo hice por tí. Esas eran las palabras que quise pronunciar pero no pude. Tampoco tenía las fuerzas suficientes para que llegaran las palabras a su mente. Todo se estaba oscureciendo delante de mis ojos.

Entonces me rendí al dolor, ya no tenía caso pelear más.

Y enfocando mi vista por última vez la vi, su imagen estaba borrosa pero sé que era ella y que lloraba convertida en lo más bonito que podía ser. Una loba imponente y preciosa...

 Una loba imponente y preciosa

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💜💜💜

No os vayáis todavía, vamos a terminar ésto como dios manda. Lloré de nuevo, no sabía cómo enfocar mis ideas. Me costó seguir pero lo conseguí otra vez, terminar otra historia...

Tengamos fé, no la perdamos hasta el final...

Nos leemos en el último capítulo...

MI MATE ES UN VAMPIRO (Saga VAMPIRE JUNGKOOK) BELIELWhere stories live. Discover now