Segunda temporada de VAMPIRE JUNGKOOK.
Jungkook ha vuelto a sus orígenes, Beliel está más presente que nunca, aunque luchará sin descanso para que Alison nunca esté en peligro. Mientras tanto ella ya encontró a su mate.
En éste Fanfic encontraremos...
"No hay dolor físico que temer cuando la persona que amas está en peligro, no sientes más dolor en tu interior cuando sabes que ella está sintiendo uno mucho mayor que el tuyo"
—¡Espera! ¡No sabemos dónde se la llevaron! ¡¿Vas a ir sin rumbo como un desquiciado?!
Jin me gritaba y apretaba mi brazo con una fuerza enorme para pararme.
—¡¿Pero no has oído a estos perros?! ¡Debe estar muy asustada! ¡Los maldigo a todos! ¡No puedo soportar saber en las manos que se encuentra! ¡Le harán daño para conseguir lo que quieren! ¡Malditos bastardos! ¡Maldigo lo que somos!
—¡Déjalo! ¡Nosotros no somos iguales!
—¡Sí lo somos! ¡Yo también le hice daño hace tiempo a personas inocentes! ¿Crees que éste será mi castigo? ¡Eso es! ¡Éste es mi maldito castigo Jin!
—¡Qué te tranquilices! ¡Solo vas a conseguir no llegar a ningún lado por lo alterado que estás!
Cogí mi pelo desesperado y miré al suelo.
Dos vampiros yacían destrozados bajo nuestros pies. Todo se había vuelto un infierno de pronto y la vida de ella estaba en mis manos más que nunca. Jin y yo hicimos nuestro trabajo, el que sabíamos hacer cuando llegaba el momento.
Los encontramos en guardia cuando llegamos a punto de irse, mientras otro, el que habíamos perseguido por días, se había llevado a Alison.
Los habíamos torturado para sacarles información. Su bolso estaba tirado por las escaleras de emergencia junto a todas sus cosas desparramadas.
El olor a carroña de mis iguales nos llevó hasta la pista, la peor que podría yo haber encontrado.
¡Maldita sea! ¿Donde la habrían llevado?
Estaba herida porque nos encontramos su sangre pegada en la pared. Perdí el norte en ese momento, ¿La habían golpeado?... no podría soportar si llegaran a matarla...no quería ni que esa idea entrara en mi mente porque ya no habría más dolor que yo pudiera soportar. Ese sería mi final.
Beliel caería al fin si ella llegaba a desaparecer del mundo en el que nos movíamos.
Por primera vez sentí miedo.
Qué sentimiento más horrible.
—Jin tengo miedo.
—¿Miedo tú? Mirame —me giró de los hombros y me miró—. Jungkook no puedes sentir miedo ahora, ese sentimiento te hará vulnerable. Somos despiadados porque no tenemos sentimientos y sé que tú los tienes intactos pero ese no, ese lo tienes que desechar en éste momento, no podrás ayudarla.
Me recompuse pensando que tenía razón, sería un ratón atrapado en una ratonera si me dejaba llevar por los sentimientos. Ahora Alison necesitaba a Beliel y no a Jungkook.
Apreté mi puño con rabia.
—Juro que voy a destrozar el cuerpo del que la haya tocado, lo voy a descuartizar a pedacitos y luego los quemaré uno por uno —mi mente trabajaba más rápido que mi cuerpo.
—Primero busquemos su rastro, puedes hacerlo como siempre lo has hecho, así que empieza y hazlo como es debido no ciego por la venganza y el miedo que dices, eso te hará un mal rastreador —Jin me hablaba sereno y eso demostraba lo profesional que era.
Estaba en grave peligro ya que esos no jugaban sino que sabían lo que hacían, pero yo iba a ser el mejor como en el pasado. Verían porque me conocían en todos los rincones de nuestro oscuro mundo.
ALISON
"Reconocer los errores, saber cuándo hay que dejar atrás lo que duele y hacer de tu vida tu deber más absoluto, te hace invencible. Hay que coger las riendas de todo lo que te fue encomendado y lidiar con lo que está escrito desde antes de tu nacimiento."
—Abre los ojos linda —la voz aterciopelada de alguien me hizo sentir dolor, volví a tener conciencia de lo que me había ocurrido.
Una mujer con rostro esculpido me miró cuando yo estaba atada de manos y pies y sentada en una silla bastante incómoda.
—No eres gran cosa, creí que al menos tendrías dos cabezas —se echó a reír.
—¿Dónde estoy? ¿Qué quieres de mí? —preguntas que son estúpidas porque no sabía si en realidad quería escuchar las respuestas. No sería nada bueno.
—Estás en un lugar apartado y lo que queremos es saber cosas, tu cuerpo ha experimentado algo que necesitamos entender.
Nada...ella se entendería sola, ¿No? Porque yo no sabía nada de lo que decía.
—¿Eres vampiro? —lo era. Su piel, sus ojos y su bonitas facciones la delataban.
—Has acertado —me sonrió—. Y el que ha entrado en tí y te tiene atrapada también lo es. ¿Es Beliel verdad?
¿Siempre iba a estar enredada con Jungkook? ¿Cuántos más me iban a buscar para preguntar una cosa así?
—Lena ve fuera —alguien entró de pronto hablando con una voz potente—. Necesito estar con ella a solas.
Me asusté al ver que era el mismo que me abordó en el hospital. Se trataba de un tipo enorme y de cabellos rubios rizados. Con la gorra que llevaba cuando se cruzó conmigo no pude apreciar lo hermoso que era, vi sus ojos y entendí que todos tenían el mismo color cuando se convertían en lo que eran. Estaban con ese tono rojizo que Jungkook también tenía siempre cuando aparecía ante mí como vampiro.
Su cuerpo era fuerte y sus músculos pronunciados. Su nacionalidad era la misma que la mía, lo supe por su acento.
La mujer salió y él fue a por algo a una mesa que había a un lado. No había más mobiliario porque el lugar era muy pequeño y oscuro.
El olor del lugar era muy fuerte para mi olfato.
Intentaba transformarme en lobo y no podía, pasaba algo pero no sabía el qué. Mi energía no se movía de su lugar, estaba como estancada.
—No te esfuerces, no podrás hacerlo —me dijo estando aún de espaldas.
—¿Qué queréis de mí?
Se volvió y vino hacia mí.
—¡¿Qué es eso?! —me asusté. Era una jeringa grande lo que llevaba en las manos.
—Alison, bonito nombre el que tienes —sonrió y me arrancó la manga de la sudadera de un tiró.
—¡Ah! —me dolió.
—Solo será un pinchacito de nada, eres muy quejica para ser una Alfa —su sonrisa me estaba asustando, me miró por un momento a los ojos—. Eres un referente, ¿Lo sabías? —me pinchó y yo cerré los ojos y me mordí los labios para no gritar. Tenía que demostrar que era fuerte y no una chica asustadiza como él decía—. ¡UPS! —cogió mi cabeza que cayó hacia adelante.
—¿Qué...es? ¿Qué... —de pronto me costaba hablar y no era dueña de mi cuerpo.
—Nuestra salvación, serás la que nos demuestre que tal vez podamos volver a vivir de nuevo....
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