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JUNGKOOK

La puse entre las mantas del suelo. Vinimos a nuestro lugar del pasado, en el que estuvimos juntos nuestra primera vez. Ella creyó ser la única que estuvo aquí junto a mí, le dolió cuando descubrió que eso no era cierto, que muchas más lo hicieron con anterioridad.

Pero lo que no sabía era que en cuanto puso un pie aquí ya se volvió nuestro refugio. Jamás dejaría a nadie más llegar a profanar lo que consiguió con su presencia construir.

El espacio ya era de ella y nada más que de ella.

Estaba destrozada, sus heridas profundas me estaban creando inseguridad en mí mismo. No había podido salvarla del dolor que estaba sintiendo.

Su interior también estaría envuelto en un total infierno. Si pudiera arrebatarle todo el sufrimiento lo haría sin dudarlo. Pero no podía, eso era tan aterrador que no sabía cómo comportarme.

Lavé su rostro y quité la sangre que se le había  secado. Le salió por la nariz y por la boca. ¿Qué le habrían inyectado? Aún tenía una aguja clavada cuando la encontré.

—Que pena que te enredaras en mi mundo Alison, que pena que yo exista, no te lo mereces —bajé mi cabeza por la impotencia que me provocaba verla sin moverse.

Necesitaba de su humor que desde hace tiempo ya no era el mismo.

La desnudé y pude apreciar mis mordiscos, esos que hicieron que estuviera pasando por todo éste calvario.

Se los besé quedándome un momento con mis labios hundidos en ellos, aún se podía apreciar levemente los morados que me dijo Yoongi que había tenido.

—Lo siento Alison, perdoname, nunca quise hacerte daño cariño —le dije cerca de sus labios. Era preciosa, la más bonita de todas.

Le besé el rostro despacio y por todos lados. Necesitaba sentir su piel.

—No tenías que haberme conocido, siento tanto no haber sido fuerte contigo y haberte dejado cuando aún tenía fuerzas para hacerlo, he sido un monstruo después de todo.

Su cuerpo frío me tenía tan mal, destruiría a todos los de mi condición que estuvieron alrededor de toda ésta atrocidad. ¿Cómo se atrevieron a desafiar mi ley y mi puesto? Sabiendo quién era me desafiaron sin pensar en las consecuencias.

La cubrí con mi cuerpo, el mío que era más frío que el que tenía ella ahora. Me maldecía por ser yo un ser que no podía darle calor, ahora sería esencial para ella.

—Te prometo que saldré de tu vida para siempre, no tienes que temer más, haré lo posible para estar tan lejos de tí que nadie te usará jamás por haberte enredado conmigo.

Le besé las heridas de sus muñecas que estaban muy profundas.

Traerla aquí y no al hospital fue porque sabía que solo yo podía salvarla. En las condiciones en las que estaba no duraría ni unas horas, no había salvación humana que la hiciera reaccionar.

—Voy a volver a hacer una locura cariño, no puedo hacer otra cosa. Solo será un poco, no te haré daño.

Puse mi rostro en su cuello y mis colmillos salieron para rozar su piel.

Le tenía que inyectar un poco de mi energía. Solo sería un poco. No pasaría nada, no estaría ligada a mí más de lo que ya estaba.

Se los clavé y su cuerpo se movió. Fue un reflejo ante lo que le estaba entregando.

Su sangre llenó mi boca y mi estado de euforia estalló porque no existiría nadie como Alison para mí. Su sabor y su olor eran el éxtasis que habían creado para mí.

Si Alison fuera vampiro sería mi única compañera y yo sería la primera criatura de la noche que estaría ligado a una sola mujer, el único que estaría conectado a una única alma.

Me separé y me recosté a su lado. Cogí una de las mantas para cubrir nuestro cuerpos, después me abracé a ella.

—Te quiero Alison...te amo cariño.

Tenía que pasar toda la noche para saber si se pondría bien, era crucial la lucha interior que se iba a desencadenar dentro de su cuerpo. Yo solo podía abrazarla y sostenerla ante su sufrimiento.

Temblaba y se retorcía.

—Todo está bien, todo está bien, no te dejaré en ningún momento así que apóyate en mí que yo puedo con todo...con lo tuyo y con lo mío.

—Jungkook...

Susurró mi nombre.

—Sí... sí aquí estoy. Tranquila que no me iré de tu lado —le besé el cuello, el sabor salado se metió en mi boca.

Su temperatura empezó a subir mucho más que antes, estaba desprendiéndose de todo lo tóxico que le habían inyectado. Estaba bañada de sudor.

Me separé de ella y volví a lavarla con los paños limpios y con el agua que había echado en un cubo de acero. Necesitaba deshacerse de lo que expulsaba en este momento, era crucial despojarla de todo lo malo.

Terminé y volví a recostarme a su lado. Besé su pelo que estaba mojado.

—¿Es difícil verdad cariño? Pero yo sé lo fuerte que eres Alison, siempre lo has sido y ahora vas a volver a demostrarlo, ya lo verás. Pronto estarás corriendo por el territorio al que perteneces.

En ese instante las puertas se abrieron y se cerraron poco después. Me puse en alerta y me levanté.

Jin llegaba.

—Yoongi la está buscando —me dijo alterado.

Era raro que no lo hiciera.

—No saldrá de aquí hasta que no esté bien, tendrá que esperar —era mi decisión y nadie me haría cambiarla.

No la dejaría ir, era egoísta y quería serlo aunque con ella hubiera fricciones entre los dos clanes más importantes de éste mundo imaginario.

—Habrá problemas Jungkook, piénsalo.

—No voy a pensar en nada que no sea ella y su recuperación. Así que su mate tendrá que esperar —no iba a ceder.

—Está bien —dijo derrotado—. Haré que le digan que está aquí y que luego se la entregarás... porque lo harás ¿Verdad?

—Sí...lo haré, no te preocupes que ella volverá a donde pertenece...

Reí amargamente y Jin me miró con una expresión en su cara que me hacía verme como si tuviera un espejo delante...

Reí amargamente y Jin me miró con una expresión en su cara que me hacía verme como si tuviera un espejo delante

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MI MATE ES UN VAMPIRO (Saga VAMPIRE JUNGKOOK) BELIELWhere stories live. Discover now