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BELIEL

Su olor estaría dentro de mí para siempre porque al fin y al cabo sería parte de mi existencia, era difícil lidiar con todo eso, porque saber que nunca sería para mí me dolía.

Pero de todas formas tenía que salvarla.

No había nada más perturbador y jodidamente hiriente que saber que su salvación traería alegría también a su mate, que en definitiva era quién se quedaría con ella.

Avisarlo no estaba en mis propósitos, tal vez me estaba comportando como un tirano, pero es que no quería tenerlo cerca y que hubiera más problemas añadidos.

Yoongi la tendría después de que yo la rescatara del dolor que estuviera sufriendo.

Mi instinto me conduciría hasta donde la hubieran llevado. Cerré los ojos y concentré toda mi energía en un solo punto, Alison....mi Alison.

Me di cuenta que aún seguía en la ciudad porque si se la hubieran llevado a mi mundo no  sentiría su aroma.

—¡Vamos Jin!

Corrimos juntos por la ciudad, era de noche y había poca gente por las calles aunque las luces aún estaban encendidas.

Todo me decía que se encontraba dentro de algún edificio no muy lejos del hospital. Estaba cerca de nosotros.

Entramos en un callejón oscuro donde las luces no llegaban a iluminar el camino. Allí hicimos nuestro paso más lento. El instinto de un vampiro va más allá de un buen olfato, ya que su oído es otra de las armas que posee.

—¿Oyes algo? —me habló en voz baja Jin.

Negué con la cabeza y me subí a una de las rejas que había a nuestro lado. Después me agarré a otra y a otra más para subir hasta arriba del todo. Los dos paseábamos por una cornisa haciendo equilibrio con los brazos.

Volar no era una opción por ahora. Cuando estás en ese estado necesitas la energía de tu cuerpo en casi su totalidad, así que como la necesitaba para escuchar, ver y sentir su presencia, dejé el vuelo para otro momento.

Algo nos alertó, nos miramos sin hablar.

En el callejón había una igual que nosotros, era una mujer vampiro, su porte y su cuerpo eran inconfundibles.

Salió por una puerta pequeña y paseaba de un lado a otro de forma tranquila.

Jin me miró sabiendo que lo entendería y yo asentí.

Podría estar ahí en ese lugar. Eran mis iguales los que estaban detrás de todo ésto así que allí seguro que la habían encerrado.

Mi Hyung empezó a descolgarse despacio por la pared y agarrado a los barrotes de las rejas llegó al suelo sin ningún problema. Iba a hacer lo que mejor sabía. SEDUCIR.

—Hola preciosa, ¿Tan solita siendo tan bonita? —le habló a aquella que lo miraba sin pestañear.

Sonreí un poco al verlo allí intentando distraerla para que yo pudiera buscar a Alison.

La tendría bajo control sin desatar sospechas, no podíamos hacerla desaparecer aún. No sabía si sería el lugar indicado, pero si lo era, nos podría dar explicaciones después de muchas cosas que se me escapaban.

Quién había detrás de todo era la principal.

Éramos un buen equipo, siempre lo habíamos sido mi hermano y yo.

Bajé por el otro lado para no ser visto y me di cuenta que no había ninguna ventana en la pared. Tendría que entrar por la puerta principal.

Me puse ante ella, el miedo que me invadió al principio volvió a aparecer, moví la madera con una mano deseando acabar con todo lo más rápido posible.

Pero lo que no quería que ocurriera estaba allí delante de mí para destrozarme por completo.

—Alison —dije en un susurro ahogado al ver aquella macabra escena ante mis ojos.

—Alison —dije en un susurro ahogado al ver aquella macabra escena ante mis ojos

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Mi pecho se hundió y creí no poder respirar. Al final le hicieron daño, mi mundo fue el que se había enseñado con ella.

—¡Alison! —grité y fui corriendo a su lado.

Estaba tirada en el suelo con sangre en su rostro. Tenía clavado algo en su brazo y se lo arranqué. Había intentado por todos los medios  transformarse en lobo y no lo había conseguido. Tenía sus garras incrustadas en sus muslos. Las cuerdas de sus manos las había arrancado a tirones y se había hecho daño en las muñecas.

Me agaché y la cogí. Al ponerme de pie con ella en brazos su cabeza le cayó hacia atrás.

—Abre los ojos cariño —le dije en el oído y me la eché en el pecho— Abrelos por favor...venga Alison hablame cariño, ¡Hazlo! —la moví con fuerza pero no respondía. Estaba demasiado fría.

Alguien entró corriendo. Me miró con los ojos desencajados.

—¡Beliel! ¿Cómo... —era un mísero neonato, de los que yo entrenaba.

Mis facciones se hicieron despiadadas y mi interior estaba aún peor.

—¿Has sido tú? —empecé a moverme hacia él y retrocedió—. ¡Tú te atreviste a esto?! ¡¿Sabes quién es?!

—Espera, yo no soy el que...Harry ha ido a por medicina para ella, un antídoto o algo así...se le fue de las manos, pero yo no tengo la culpa.

Me acerqué.

—Nadie se mete con Beliel ni con lo que es suyo, sabes de esa regla y aún así...¿Os habéis atrevido?

—Yo no he sido señor, yo solo estoy aquí...

—¡Jin! —grité— ¡Ven ahora! ¡Quema todo ésto y con ellos dos dentro!

Jin apareció de repente con la mujer vampiro en el hombro inconsciente.

—Joder Jungkook —susurró mirando a Alison— ¿Qué diablos han hecho con ella? —negó con la cabeza y luego miró al neonato que imploraba de rodillas.

—¡Mete fuego a todo ésto! —no quería que nada de lo que había allí quedara en pie—. Y que éste cretino arda dentro junto a esa.

—A ella la necesitamos para saber de qué trata todo ésto. Tú vete que yo me ocupo de todo.

Sabía que era lo mejor, pero en cuanto hablara la haría desaparecer.

—Vámonos Alison, todo estará bien cariño, ya estoy aquí no tienes que temer más —la besé y salí con ella al exterior...

MI MATE ES UN VAMPIRO (Saga VAMPIRE JUNGKOOK) BELIELWhere stories live. Discover now