MI MATE ES UN VAMPIRO (Saga VAMPIRE JUNGKOOK) BELIEL

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ALISON

El lugar se volvió un caos, una batalla encarnizada de mordiscos y golpes que sonaban a nuestro alrededor de forma aterradora. Estaban todos atacando despiadadamente al que se atrevía a posicionarse delante, otros caían al suelo retorciéndose y dando gritos desgarradores.

Yo intentaba esquivar a los que luchaban a mi alrededor, no quería entrar en ninguna pelea. Mis patas se llenaron de sangre en segundos y el olor a carne podrida llenó el ambiente.

Mis ganas de vomitar no se hicieron esperar, mi estómago daba tumbos sin control.

Solo pretendía alcanzar a Jungkook que se defendía de los híbridos a los que había encarado, eran demasiados. Su imagen se proyectó en mi retina y me dolía tanto que no veía el momento de llegar a su lado. ¿Porqué se atrevió a cometer esa locura?

Creí que mi valor sería enorme cuando me encontrara de frente con el peligro, pensé que me convertiría en una gran Alfa que iba a descubrir al fin el camino que debía tomar para ser de una vez feliz. Pero sin embargo aquí estaba tan asustada que no sabía cómo actuar realmente.

—¡Alison! —miré atrás mientras corría colina abajo y Tae me seguía. Yoongi se quedó atrás. Entonces paré al ver que tres lobos lo estaban encarando, me dolió cuando vi como lo golpeaban.

—¡Tae mira, Yoongi necesita ayuda!

De pronto mi corazón se dividió. No podía dejarlo morir, pero a mi gran amor tampoco. Por Megan no debía preocuparme porque iban a salvarla.

Mientras pensaba que hacer poniendo mi mente a trabajar a toda velocidad fuimos rodeados por demasiado vampiros, tantos que Tae se posicionó delante de mí a la defensiva. Sacó sus dientes a relucir y gruñía mientras su lomo se alzaba dos palmos hacia arriba. Su pelo grisáceo se erizó.

—Ven con nosotros, no te haremos daño —me dijo el que debía ser el cabecilla de todos aquellos cadáveres andantes.

Vinieron a cumplir las órdenes de su mentor que no era otro que jungkook.

Retrocedí despacio pero mirando a mi alrededor, no había salida porque ellos cortaban cualquier escapatoria.

—Solo hay una solución —siseó Tae sin bajar la guardia.

—¿Cual? —le pregunté bajito.

—Debes llegar hasta Yoongi, tienes que matar a esos tres con los que está peleando en estos momentos y cómete su corazón.

No sé si fue asco o lo mucho que me impresionó lo que soltó por su boca. Y como no entendía nada abrí los ojos todo lo que pude hacerlo.

—¿Comer que?

—Su corazón he dicho. ¿No ves que eres una loba Delta?, me di cuenta desde que cambiaste tu pelaje a otro más brillante.

Joder eso sonó impresionante. Una Delta. ¿Pero que coño era eso? Ya me había acostumbrado a lo de Alfa, ¿y ahora iba a cambiar de nuevo a otro concepto mucho más raro?, Loba Delta comedora de corazones, sonaba horrible.

—¡Espabila! —me gritó Tae y moví mi cabeza para volver al triste y cruel escenario que tenía ante mí—. Voy a hacerte paso así que corre colina arriba todo lo deprisa que den tus patas.

Asentí, ¿para que poner objeciones? Si esa era la mejor solución lo haría sin rechistar.

Tae se torció para quedar en otra posición. Una que me permitiría salir de allí y volver por dónde había bajado. Se puso a dos patas y gruñó tan fuerte que una fila de vampiros retrocedió. Después los atacó y yo salí con tanto ímpetu que me llevé a unos cuantos por delante.

No miré atrás en ningún momento y sin embargo quería hacerlo.

Esperaba que Tae saliera sin ningún rasguño, sino no me lo perdonaría.

Llegué hasta Yoongi que peleaba sin descanso ante aquellos tres desertores. Porque eso es lo que eran, unos malditos que se vendieron a sabe quién por unos míseros dólares.

—¡Bastardos! —les gritaba.

Estaba lleno de sangre. Su boca y colmillos tenían trozos de carne y pelo revuelto. Me dió alegría que también les hubiera dado su merecido.

Entonces recordé el día que fui secuestrada, me deshice sin problema de aquellos que me quisieron hacer daño. Tenía que repetir eso otra vez.

—¡Yoongi! —grité con todas mis fuerzas y los otros me miraron y dejaron de atacarlo.

—¡Vete! —se desencajó al verme

No le hice caso.

—Venir a por mí, es de ser muy cobardes atacar juntos a uno solo.

Me miraron y quisieron venir juntos a por mí. Pero Yoongi cogió a uno por el cuello y yo me abalancé y mordí a otro en el pecho.

El tercero se subió en mi lomo mordiendo mi costado. Rodamos un poco y quedó estampado contra un árbol.

La pelea fue difícil de sobrellevar pero al final conseguimos ganarla.

Sus cuerpos inertes yacían en el suelo y yo me sentí tan bien como rara. Defender mi manada se volvió de pronto lo más importante que podía hacer en esta vida. Respiré hondo y Yoongi me miró con una gran sonrisa.

—Eres muy valiente Alison.

Que lo estuviera diciendo él me gustó y se sintió realmente bien.

—Tengo que comerme cuanto antes sus corazones —dije poniendo mis patas en el pecho del que estaba más cerca.

—¿Taehyung te lo dijo? —se quedó perplejo.

—Sí, no sé porqué debo hacer ésto pero confío en él y lo haré sin pensar que es algo asqueroso.

—Es por la energía que obtendrás, eres una Delta y tendrás una fuerza mayor que cualquiera de los que nos encontramos por aquí.

—¿Tú también lo sabías? ¿Todos lo sabíais?

—Creo que eres la única que no te has enterado todavía.

Como siempre, pensé. Nunca fui buena para pillar las cosas a tiempo.

—Hazlo, bajaré para ayudar a Tae.

Salió por patas y yo me preparé para hacer lo más asqueroso que hice jamás...