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BELIEL

"Recordar el pasado no es fácil y menos si las lagunas que se agolpan en tu mente son enormes . Recordar lo que se borró por el horror vivido, es muy difícil de recuperar"

Señor el Conde quiere verlo.

—¿Está solo? ¿O hay alguien más con él?

—No lo sé señor, solo me lo comunicó estando yo en el exterior, no sabría decirle.

Jin me miró y con su mirada seguía insistiendo de que había algo malo en todo ésto.

—Está bien, ahora iré, puedes marcharte.

El neonato que hacía vigilancia en las puertas del maestro vino a comunicarme que quería verme mi mentor y el que mandaba en mí, lo hacía desde que fui convertido.

—Tendré que ir, aprovecharé para decirle que quiero irme por un tiempo, necesito saber quiénes son esos que quieren hacer daño a Alison —me dirigí hacia la puerta con decisión, debía acabar con todos esos que estaban obstinados en saber sobre la no conversión de una loba Alfa.

—Ten cuidado, a veces es un total villano. Contigo hace excepciones pero sabes como es al fin y al cabo —Jin salió conmigo al pasillo.

—Tendrá que entender, si quiere que algún día lo sustituya me debe respeto también, no dejaré que me siga ordenando sin más —no lo permitiría por más tiempo.

Fui solo hasta las estancias mayores, donde él siempre se encontraba.

Di fuerte con mis nudillos a las grandes puertas bajo la mirada de los dos guardianes que agacharon la cabeza al verme como respeto. Solo yo no tenía que ser anunciado, podía hacer lo que estaba haciendo.

—¡Pasa Beliel!

Él también sabía que era yo.

Entré y me puse bajo la escalinata, él estaba en alto en su sillón dorado.

—¿Me mandó llamar señor?

—Dime quién eres Beliel.

—¿Cómo dice? Sabe quién soy, no entiendo la pregunta —no sabía qué pretendía con esa idiotez.

—¿Sabes quién eres en éste mundo? ¿Sabes lo que representas para todos esos estúpidos? ¡Eres el segundo de aquí! —gritó—. ¡No hice mi mayor esfuerzo para que ahora te enredes con quién te hará caer!

¿Porqué estaba tan enfadado?

—Sé que cree que puede hablarme como lo está haciendo, pero no soy un simple neonato para aguantar sus palabras señor —apreté mis puños con rabia por sentirlo de ese tono despectivo y esa altanería.

—¿No lo eres? ¿Entonces porqué estás enredando todo como un misere principiante? No sabía quién era esa mujer cuando la trajiste aquí, si llego a sospechar sus orígenes ahora no estaría en ese bosque donde está su manada queriendo destruir lo que tanto nos costó conseguir.

Me impactó que supiera todo lo relacionado a Alison. Sabía quién era, mejor que nadie sabía quién era el Conde Drácula, cómo lo indagaba todo y que siempre tenía quien le daba la información que necesitaba. Pero de ahí a que le importara todo de ella, me hizo sentirme en alerta.

—Ella no tiene nada que ver con nuestro mundo, no se atreva a seguir pendiente de su vida porque sino....

—¡Sino que! ¡¿Qué vas a hacer?! ¿Me vas a amenazar de nuevo como cuando estuvo ella aquí?!

Se levantó y me quedé descolocado.

Jamás de los jamases se levantó ante nadie mientras estaba en una conversación en su salón principal. Bajó la escalinata con sus ropas que quedaban arrastrando por las escaleras y con su semblante lleno de muerte viviente.

No quería retroceder ante su eminente cercanía, no le daría ese gusto de saber que era la máxima autoridad en este mundo de muerte y horror.

Me abordó y desde muy cerca me habló.

—No tienes idea de quién eres, lo que representas y que puedes destruirlo todo por querer poseer algo que no es tuyo. A esa mujer tienes que olvidarla.

—Lo siento pero nunca haré eso, será el que me convirtió pero...

—¡Yo nunca te convertí! ¡Dejemos ya esa estúpida mentira atrás de una vez!

Mi mirada helada lo hizo parar, sabía que mis sentimientos estaban ante él, mientras que los suyos no existían. Estaba tan confundido que bajé por primera vez desde que llegué la cabeza para coger mi pelo y peinarlo con mis dedos hacia atrás. Todo en mí olía a frustración.

—No sé a qué viene ésto ahora —le susurré intentando poner en orden mis recuerdos que se hacían cada vez más lejanos en el tiempo.

—Eres especial, sino como estaría aquí ante tí sin querer destruirte por lo que has hecho Beliel —intentó que entendiera algo que aún se me escapaba.

—No entiendo nada, ¿Podría explicarse mejor? —lo miré en un intento de saber a qué se refería.

—¿Me recuerdas en tu último suspiro, ¿Verdad?

Asentí.

—Pero aquel último suspiro no era de muerte Beliel, era de querer seguir viviendo. Lo hiciste muy bien y te recuperaste al beber mi sangre y coger las fuerzas necesarias para no morir.

—Pero si ese día morí, estoy muerto, soy un vampiro, ¿O es que ni eso soy? —mi habla estaba afectada y no sé cómo se sentiría. Tal vez cobardía por saber o miedo por entender.

—Claro que eres un ser de la noche, lo fuiste desde que naciste.

—¡¿Desde que nací?! No...eso no puede ser.

Mi desconcierto lo hizo alejarse, se fue hacia la escalinata y se sentó en ella con algo de dificultad. Tal vez siempre estaba sentado porque sus fuerzas ya no eran las mismas.

Mis ojos se abrieron al ver que la mayor autoridad había hecho algo tan bajo para su rango.

—No puedo ocultarlo más Beliel, estás poniéndote en peligro porque nunca hablé contigo de todo lo concerniente a tu vida pasada —me miró a los ojos—. Ven y siéntate conmigo.

Fui a su lado e hice lo que me dijo. Suspiró cansado y empezó a hablar después.

—Tu madre era una vampiro, una muy bella por cierto y te amaba más que a nada en el mundo.

Tragué con dificultad.

—¿La conoció?

—¿Que si la conocí? —miró a la lejanía pensando—. Era como tú, pelo negro, tez blanca como la nácar y  los ojos rasgados y más oscuros que había visto jamás. Empezó a servir a uno de los maestros del norte, los de la segunda generación y en uno de mis viajes la vi en su plena hermosura, ya era una vampiro en ese entonces.

—¿Se enamoró de ella? —me daba miedo lo que estaba pensando.

—¡Era mi hermana Beliel, la verdadera, la humana! —se quedó mirando mi reacción.

—¿Yo soy su...

—¿Mi sobrino? Eso son cosas de humanos, solo eres mi segundo, el único que lleva mi sangre, y no quiero que te enredes con tus otros asquerosos parientes, los de tu padre que era un lobo Alfa....

(El vampiro Beliel es un híbrido)

(El vampiro Beliel es un híbrido)

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MI MATE ES UN VAMPIRO (Saga VAMPIRE JUNGKOOK) BELIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora