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BELIEL

—Hoseok éste es Seok-Jin —los presenté.

Se miraron y estaban serios y desafiantes. Normal por ser las criaturas que eran.

—Es difícil estar en el mismo lugar sin ser por una lucha, lo sé. Pero os pido de vuestra parte para hacer posible una unión que nos traiga la paz de una vez por todas.

¿Me estarían escuchando? No me miraban, seguían allí erguidos uno enfrente de otro.

Me desesperé por un momento, pero tenía que controlar mi temperamento si quería doblegar sus interiores.

—Hoseok —lo llamé y se giró a mí— es como yo, no viene a hacerte daño.

—No es como tú, su corazón no late, mientras el tuyo por lo que veo al fin arrancó su ritmo —me lo dijo y volví a sentirlo palpitar con más fuerza. No me había acostumbrado todavía a su ruido.

—Yo nunca lo tendré latiendo —se apresuró a decir Jin—. Pero eso no os hace mejor que yo.

Sonaba enfadado y lo cogí del brazo.

—Eres perfecto como eres —se lo debía dejar claro. Siempre sería especial para mí.

Asintió y me di cuenta que tal vez se estaba preguntando si ya no sería igual entre él y yo. Jamás pasaría tal cosa.

—Lo dejaré pasar si con eso salimos de éste maldito y asqueroso lugar.

Le di las gracias con la mirada al híbrido que estaría de mi lado para intentar que la lucha fuera menos sangrienta.

Por lo visto Alison no había cedido a lo prometido, quería seguir con aquella estupidez.

Cuando me lo dijo el Alfa de los híbridos mi corazón se paralizó por unos segundos. Creí que se rompió y que ya no iba a funcionar de nuevo. Pero luego latió de una forma devastadora. ¿Era más importante su condición de lobo que yo? No sabía si ella se había dado cuenta que era una Delta, ni siquiera si entendía que era yo su mate.

Intenté verla pero no contestó a mis mensajes. Le hablé desde las distancia como tantas veces y no tuve respuesta.

Sus pensamientos se quedaron mudos ante mi desesperación. Ella y yo habíamos perdido por causas que no entendía la comunicación.

Le presenté a todos los demás, Jin estaba pasando un mal momento y yo no me separaba de su lado.

—Mañana iremos al lado sur y allí daremos lo mejor de nosotros —dijo el líder de los híbridos.

—Los míos intentarán encontrar la paz en un primer momento —cuando escucharon mi versión me pusieron mala cara.

—¿Irás por tu lado? —me preguntó el Alfa.

—No, iré con vosotros pero no quiero que matéis a ninguno de ellos, podemos intentar el diálogo.

—¡¿Diálogo con esa escoria?! ¡Jamás! —Shintia gruñó—. Quiero muerto a Kim Taehyung.

Iba a ser muy difícil dejar atrás el rencor que esa gente tenía.

—La muerte no trae la paz interior —cuando me oyó me enseñó los colmillos.

—Pues si hubieras visto como busca tu perra al lobo no estarías con tanta paz interior tú —era veneno lo que esparcía y a mí me había herido de lleno. Sabía que se refería a Alison.

—Taehyung no significa nada para ella.

—No era Taehyung, era Min Yoongi, entró a su trabajo con una posesión hacia él que no dejaba duda de que siente algo.

MI MATE ES UN VAMPIRO (Saga VAMPIRE JUNGKOOK) BELIELWhere stories live. Discover now