MI MATE ES UN VAMPIRO (Saga VAMPIRE JUNGKOOK) BELIEL

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BELIEL

"El destino siempre está escrito y nunca puede ser alterado, eres quien eres, a pesar del que quiera hacerte creer lo contrario. Tus antepasados te entregarán el testigo  y tú tendrás que encontrar el camino por tí solo"

—Hay alguien con el mentor, nunca lo había  visto.

—¿Ahora? ¿Está aquí?

—Sí, ahora mismo están hablando, llevan horas ahí metidos en el salón principal.

Jin había venido a mi estancia y se veía bastante serio. No le gustaba lo que había visto.

—¿Y esa cara que traes es por eso? ¿Tan raro es ese tipo? —no entendía porqué estaba así de preocupado Cuando salía su aura protectora siempre se comportaba del mismo modo.

—Es un híbrido Jungkook.

Me dejó sin saber lo que decir, eso era una cosa rara que ocurriera en esta zona donde mandaba el primer vampiro de la historia.

¿Un híbrido aquí en tierra de vampiros? Eso era verdaderamente peligroso para ese tipo. ¿Cómo se atrevió a cruzar la línea que nos separaba de ellos? No podía estar más loco para arriesgar su existencia de la forma que lo estaba haciendo.

—¿Y qué lo ha traído hasta aquí? —me levanté de mi asiento. Estaba viendo unos documentos que tenía de mis pertenecías humanas. Quería vender algunas de esas cosas y darle a Peter el dinero para que hiciera vida con esa chica vampiro. Necesitaba sentirse un adulto de una vez por todas.

—No tengo ni la más remota idea, no puedo creer que el mentor lo haya recibido sin destruirlo en cuanto cruzó los límites de muestras tierras —Jin decía la verdad.

Un híbrido era el hijo de un Alfa macho y una hembra vampiro. No estaban reconocidos en ninguno de los mundos a los que pertenecían sus progenitores, y es que no eran ninguna de las dos cosas en su totalidad. Mitad vampiro y mitad lobo los hacían diferentes a los demás y se consideraban un peligro.

Solo las mujeres vampiro que tenían el poder de concebir, que eran muy pocas,  podían tener un hijo, y si era de un vampiro no estaba muy bien visto. Por eso había tan pocos de esa especie en el mundo imaginario. Y los que existían no eran bien recibidos.

—Por mucho que lo pienso no lo entiendo —le dije a Jin y me senté de nuevo en mi asiento—. No creo que después de todo salga muy bien parado, no lo dejarán irse de aquí como si nada  — me gustaría verlo para saber a qué había venido.

—¿Cómo es? —me salió el interés sobre él.

—Se ve fuerte, tiene una buena complexión —me dijo Jin frunciendo el ceño y pensativo—. Detrás de ésto hay algo que no sé lo que es, pero está aquí porque quiere conseguir algo.  Creo que traerá de nuevo rencillas para los nuestros —se puso Jin a mirar por la ventana—. No te he dicho, pero los vampiros que aniquiló Alison eran híbridos también.

—¡¿Cómo?!...

Nunca pensé que estuvieran tan cerca nuestra, siempre se escondían fuera de nuestro mundo.

Era más peligroso de lo que pensaba para ella,

—No lo puedo creer —me levanté y fui hacia donde estaba Jin, paré ante él—. ¿La mujer que tenemos encerrada también lo es? —le pregunté alarmado.

—No, ella no creo... ni el que estuvimos persiguiendo que dañó a Alison y a Megan sé si lo será, pero todos los demás que los acompañaban sí lo eran.

—No puedo creerlo —me quedé sin entender lo que ocurría—. ¿Qué tenían de raro que los reconociste? Nunca he visto uno de tan cerca —tenía curiosidad, ninguno sacaba su condición distinta si no era en su transformación cuando estaban en forma de ataque.

—Son iguales que nosotros en su aspecto general, es difícil de saber quiénes lo son o no, pero a los que metí fuego les salió pelo en las orejas y tenían el rabo metido entre las piernas. Se quisieron transformar al verse a punto de morir, porque ellos saben que no son invencibles del todo, tienen un corazón latiendo por la mitad —nos miramos a la vez, estaba cada vez la cosa más peligrosa de lo que pensábamos al principio cuando cogieron a Alison.

Eso era malo para nosotros, estaban intentando relacionarse con los de mi condición, por una causa que traería problemas seguro.

—¿Cómo a podido recibirlo el Conde Drácula? —dije incrédulo—. Sabiendo que no le gustará a los demás tener cerca a uno de esos se ha excedido en su poder, podía haber querido hacernos daño, ¿Puede haber algunos más cerca de aquí? Tal vez estemos rodeados y ni lo sabemos.

Jin alzó sus hombros dando a entender que no sabía. Me sonrió después.

—¿Qué he dicho? —su sonrisa me decía que le había hecho gracia algo que dije.

—Es la primera vez después de mucho tiempo que te oigo llamarlo Conde Drácula, siempre le dices señor o mentor —su frente se arrugó—. ¿Has pensado en hablar con él para pedirle su puesto? Ya es hora que cojas las riendas de éste mundo. Es demasiado viejo para aguantar la presión de todo a la vez, mira ahora con quién está.

—Como te oiga te arranca la lengua de cuajo, ¿Viejo? No entiende ese concepto, cuando intenté coger su puesto para ayudar a Alison se puso hecho una fiera. Me amenazó con echarme de aquí y tal vez le haga caso porque ahora tengo, por primera vez, razones fuertes para irme.

—¿Irte donde?

—Quiero estar lejos y solo, Alison y yo hemos decidido vernos a escondidas. Es lo único que tenemos por ahora.

Se quedó intentando procesar la información que le estaba dando.

—Espera... espera... déjame que te entienda. ¿La vas a dejar que esté cerca de su mate y a la vez contigo? —dicho así sonaba bastante mal, había que reconocerlo—. No podrá pararlo y al final será suya, ¿Te has parado a pensar eso?

No me gustó escucharlo tan abiertamente.

—Ella me prometió que nunca pasaría.

—Ellos se deben el uno al otro, están conectados Jungkook, nosotros nos da lo mismo a la que busquemos porque cuando queremos la dejamos tirada y punto. Pero ellos se deben a lo que la luna a dictado.

No quería escuchar tanta sinceridad.

—No digas más, es difícil, pero lo estamos intentando lo mejor que podemos, ¿Sabes? Por ahora es la única solución —dije triste.

Mi sufrimiento llegó hasta él y paró de hablar. Se lo agradecí, nuestro enlace ficticio no era nada para nadie pero para nosotros quedó sellado para siempre...