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BELIEL

—¡Déjame! No te acerques, quiero estar solo.

—Jeon, tenemos que ir...¡Escúchame!

—¡Te he dicho que me dejes! —cogí a samanta de la mano y la llevé hasta la pared. Dió con fuerza en ella.

Estábamos en el pasillo que daba a mi habitación. Me esperaba cuando llegué del mundo humano y no estaba de muy buen humor para escuchar a nadie.

Le hablé porque tenía que dejarle claro algunas cosas de una vez.

—!Tú eres uno de mis peores problemas! Tú fuiste la que me hizo saber quién soy en realidad —le dije desde muy cerca y sin piedad.

—Si supieras como me pone verte de esta forma, eres increíble Jeon —me miró con una sonrisa.

—Déjate de pensar en lo que ya no pasará jamás, ¿Porqué fuiste a por ella? ¿Porqué la trajiste hasta aquí? Yo la había dejado atrás y tú la devolviste de nuevo a mi asqueroso mundo.

—¿Hablas de Alison? ¿La has encontrado? ¿Donde está?

—¡Donde a tí no te importa!...y escúchame bien Samantha, cómo la vuelvas a buscar, cómo tengas la mínima intención de hacerle daño te destruiré, los dos iremos a nuestro último viaje porque créeme que me importará una mierda desaparecer y llevarte conmigo al peor de los infiernos para que ardas en él.

—Follemos Jeon, ahora debe ser espectacular por como estás de desquiciado.

—¡Jodete Samantha! —la empujé con fuerza y cayó al suelo.

—¡Ella nunca podrá darte lo que yo te he dado!

—¡Vete al infierno! —abrí la puerta de una patada y le cerré del mismo modo.

—Alison, Alison...Alison....¡ALISON! —grité y miré a mi alrededor y me sentí más solo que nunca.

¿Porqué el vacío era tan enorme? ¿Porqué sencillamente no podía desaparecer?

—¡QUIERO DESAPARECER! Por favor....quiero desaparecer —caí de rodillas al suelo.

Me iba a volver más loco de lo que ya estaba, había hecho lo correcto y sin embargo la quería a mi lado. Era mía, la sentí mía desde siempre y sin embargo se la había entregado a otro. Que juego más macabro y despiadado, la necesitaba con tanta desesperación que dolía demasiado, quería tocarla y acariciarla.

En definitiva la amaba, y se lo llegué a decir. ¿Estaba loco? ¿Cómo pudo salir de mis labios cuando me obligué a no decirlo nunca?

Ninguna de las veces que ella lo hizo me dejé llevar y llego ahora y hago la cagada universal.

—¡Abre! —gritaron desde fuera.

—¡Jin vete!

—¡No! ¡Abre o rompo la puerta a patadas, me da igual!

Fui a abrir y me adentré otra vez sin mirarlo, él la cerró de nuevo.

—Te vi llegar y no era normal, has hecho un desastre en la entrada, lo has destrozado todo. ¿Que te ocurre?

—Ayudame a desaparecer, es lo único que quiero.

Me miró mal.

—¿Otra vez con eso? Ya cansas

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—¿Otra vez con eso? Ya cansas.

—No te he llamado, así que si no quieres escucharlo déjame en paz y vete.

Fui a por un cigarrillo que tenía encima de la mesa, asqueroso vicio que podía traerme otros peores si no me controlaba. ¿Donde había dejado últimamente mi autocontrol? ¿Ese que conoció Alison de mí y que no sé ahora como lo tuve?

—No fumes más, eso puede llevarte a otra cosa, no quiero verte hecho un desastre que ya lo hiciste bastante mal en el pasado. No seas niño Jungkook.

—Me da lo mismo, ya todo me da igual.

Lo encendí y le di una fuerte calada. Lo necesitaba.

—Tengo que quitarme ésta ropa, huele a ella y me están dando ganas de volver allí...¡Que asco de me da ya todo! !Joder!

—¿Pero se puede saber qué ha pasado? Contrólate por favor —mi gran amigo allí intentando saber que es lo que me ocurría

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—¿Pero se puede saber qué ha pasado? Contrólate por favor —mi gran amigo allí intentando saber que es lo que me ocurría. Aparte de que he tratado como a una sanguijuela a la persona más importante de todas para mí....nada.

—Que me odia Jin —tiré la chaqueta por la ventana con desesperación—. Que ya no somos nada, le devolví el alma y ya se acabó todo.

—¿Era lo que querías no?

—Sí...era lo que quería —¡No lo rea! ¡Ostia puta, no lo era! ¿Cómo va a ser eso lo que quería?

—Te lo dije Jungkook, ahora será peor para tí, ¿Podrás lidiar con lo que se te viene? Podías haberlo dejado así sin más, la hubieras raptado, llevártela lejos y estar juntos fuera de toda ésta mierda.

—No podía hacerle eso, es una loba Alfa, tiene un buen futuro con ese tío que me buscó, es su alma gemela —su jodida alma gemela.

—Pues a sufrir, no te queda de otra. Te arrancaste algo y ahora todo tiene que volver a lo del principio, ese espacio te va a doler...puffff ¿Estás preparado? —lo miré y Jin tenía su aspecto de preocupación ante mí.

—No, pero me lo merezco, sentir dolor me hará entender que no tenía que haberla mirado siquiera —me senté en el suelo y fumé de nuevo—. Ahora mi agonía durará días y quiero que tú me encierres, no quiero que los demás me vean Jin, a Peter dile que estoy fuera, no debe estar cerca.

—No quiero verlo Jungkook, yo tampoco quiero estar cerca de tí en eso... sé que me dolerá.

—Tú solo hazlo y vete, déjame allí solo, que yo me las arreglaré bien, no tienes que presenciar nada —tampoco podía hacérselo a él, sabía lo que yo significaba desde siempre.

Se sentó a mi lado. Me miró triste.

—No podrás olvidarla, ¿Lo entiendes?


—Lo sé, será mi castigo por haber creído que me la merecía.

—Tal vez os merecéis los dos, ella tampoco será feliz sin tí.

—Ese tío es un buen tío, me jode pero tengo que reconocerlo. Así que sí... será feliz.

—Entonces solo quedas tú.

Lo miré y le di una chupada al veneno que tenía entre mis dedos.

—Si solo sufro yo está bien, lo malo sería que ella tuviera una vida difícil, por eso me he ocupado para que no sea así. Aunque no estoy orgulloso porque ya la hecho de menos, y mucho maldita sea.

Oculté mi rostro entre mis piernas y Jin golpeó mi espalda.

—Nos iremos en un rato, prepara lo que quieras llevarte y vendré a por tí luego.

—Está bien, déjame un momento solo. Lo necesito.

Se levantó y se fue. Allí me quedé recordando todo lo que habíamos vivido Alison y yo.

Risas, besos, caricias y creer uno y otro que estábamos destinados a estar juntos...

MI MATE ES UN VAMPIRO (Saga VAMPIRE JUNGKOOK) BELIELOù les histoires vivent. Découvrez maintenant