Segunda temporada de VAMPIRE JUNGKOOK.
Jungkook ha vuelto a sus orígenes, Beliel está más presente que nunca, aunque luchará sin descanso para que Alison nunca esté en peligro. Mientras tanto ella ya encontró a su mate.
En éste Fanfic encontraremos...
—Ésta es Alison, será mi compañera porque la luna así lo ha dispuesto, quería presentarla ante todos para dejar claro que será una más de nosotros. Es la Alfa de su propia manada la que pronto liderará junto a la nuestra.
Ese era otro de los problemas que tenía por si eran pocos.
Taehyung estaba ejerciendo demasiado poder sobre mi manada, ¡Uy! Cómo sonaba eso...mi manada, daban escalofríos. Pero Yoongi decía que me iba a enseñar como ser la líder y que se encargaría de Tae.
Yoongi les explicaba tranquilamente y con todo el control del mundo a su manada de lobos quien era yo, estábamos en su territorio. Eran muy grandes la mayoría de ellos, se veía que eran fuertes.
Todos éramos ahora lobos, estábamos en transformación y se me hacía aún difícil verme con tanto pelo rodeando mi cuerpo.
Los moretones feos se estaban extinguiendo, ya eran muy pequeños y gracias al contacto de la piel de mi Alfa, todo estaba yendo muy bien.
No había intentado hacerme nada que no fueran besos en los labios. Pero tenía que reconocer que cada vez me sentía mejor a su lado, no era gran cosa, cualquier mujer se sentiría una privilegiada al sentir esa piel caliente junto a la suya. Me iba a volver loca porque creer que estaba haciendo algo malo me frenaba para llegar al final.
Desechar a Jungkook no fue fácil, pero lo estaba consiguiendo y era algo imprescindible para poder llegar a ser feliz.
Yoongi terminó de hablar y se puso a mi lado, rozó con cariño mi cabeza con la suya.
—¿Damos un paseo por el bosque?
—Me encantaría —sonreí y él hizo lo mismo.
Corrimos por el lugar y me sentía tan bien que creí que todo lo malo se estaba acabando.
—¡Subiremos allí! —me gritó y lo seguí.
Era una subida rocosa, pero era yo tan ligera cuando me apoyaba en mis cuatro patas que mi corazón saltaba contento dentro de mi pecho.
Cuando llegamos pude ver cómo Yoongi se paraba majestuoso. Era un lobo de color negro tan bello que te llamaba a mirarlo por horas.
Me puse a su lado.
—Lo que ves ahí abajo te pertenece Alison —era la llanura más grande que jamás había visto.
—Dirás tuya.
—Lo mío ya es tuyo...
Daba miedo pero junto a él nada podría salir mal.
Me abrazó, su protección estaba ahí junto a su amor por mí.
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Volvimos a nuestra rutina, quería entregarme a él. Lo había pensado por días y así sería. Ya estaba decidido.
Algunas veces cuando estábamos en el trabajo me llamaba para que entrase en su oficina, decía que se trataba de algo relacionado con el trabajo y sin embargo era para besarme. Yo reía cuando palmeaba mi culo porque quería soltarme de sus brazos y salía corriendo. Un dulce regalo que nunca creí que iba a existir y sería para mí.
