Capítulo 15.
(Adrián).
—Por cierto, doctor Wayne...
Miré al doctor Del Valle cuando me levanté del asiento, alisando mi bata médica para dirigirnos hacia la morgue.
—Felicidades.
Me quedé congelado por unos segundos y luego respondí:
—¿Ella te lo dijo? —me ruboricé, aunque intenté mantener la compostura.
—No nos ha dicho nada aún, pero los rumores corren por todos los pasillos del hospital.
—Qué novedad... —presioné los labios al sujetar y guardar mis teléfonos.
—Entonces, ¿es cierto? —insistió—. ¿Nere será madre? —balbuceó—. Es decir, ¿serán padres?
Asentí con cuidado, estudiando su expresión de desconcierto. Evidentemente, no se lo podía creer. De hecho, me sorprendía que Alysha no les haya dicho nada aún. Aunque más me sorprendía saber que Jimmy realmente se había mantenido discreto en cuanto al tema del embarazo.
—Así es, doctor Del Valle. La doctora Doménech está embarazada, pero creo que no me concierne a mí hablarle sobre eso. Me refiero a que los amigos de Alysha son ustedes, ¿no es así?
Asintió, manteniéndose en estado de shock.
—Entonces, no le diga que se lo he confirmado hasta que ella misma lo haga.
—¡Embarazaste a Nere! ¡A mi Nere! —explotó.
—¿¡Tuya!? —bufé y luego carraspeé, intentando mantener mi comportamiento profesional—. ¿¡Por qué habla con tanta soltura de mi mujer como si fuera suya!? Le recuerdo que ella es mía, y por su voluntad.
—¡Nere es como una hermana menor para mí! ¡La quiero como si fuese mi hermana fallecida! —me señaló—. ¡Y usted la ha embarazado! ¡Qué arrogante egoísta!
—Gracias por su cálida felicitación —ironicé.
—Lo respeto como médico cirujano y lo admiro como profesional, ¡pero es un descarado! ¿¡Cómo se ha atrevido a embarazarla cuando está en plena residencia!? ¿¡Está loco!?
—Quizá igual que usted.
—¡No hable de mí como si me conociera en ese aspecto!
ESTÁS LEYENDO
MCP | La Especialidad ©️
Romance(+21) (Libro 6) Adrián y Alysha tuvieron que luchar con situaciones y circunstancias que jamás se hubiesen imaginado ni por asomo. Justo cuando estaban a punto de tocar la felicidad y la plenitud con las yemas de sus dedos, las desgracias los arropó...