Capítulo 28.

5.3K 778 203
                                    

Capítulo 28

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo 28.

—Pero miren lo que trajo el barco. ¿O debo decir, "lo que trajo el hospital"? —Damián se cruzó de brazos cuando nos pilló de infraganti—. El doctor Wayne y la doctora Doménech...

—Lo mejor de este hospital, por cierto —Adrián se alisó el traje al elevar el mentón, carraspeando y esquivando la mirada de Damián para que este no se fijara en lo ruborizado que estaba por haberlos espiado.

—Wayne, tu humildad no nos ayudará con esta situación —lo reñí con sarcasmo.

—Pero tú misma lo has escuchado. Se dirige a nosotros como si fuéramos unos chismosos de barrio.

—¿Y no es cierto? —achiqué los ojos.

—Bueno —se aclaró la voz mientras acomodaba su corbata—, estábamos en el baño. Ni modo que nos hagamos los sordos.

Puse los ojos en blanco, aunque en el fondo tenía muchas ganas de reírme de mi enigmático novio.

—¿¡Ustedes lo sabían!? —Damián nos miró de forma asesina—. ¿¡Ustedes sabían que Gloria estaba embarazada y lo callaron!?

—Aly, abre la ventana. Me tiraré —añadió Adrián por lo bajo. Verdaderamente, estaba avergonzado de la situación.

—Wayne... —le di un leve codazo y miré a Damián con cierta preocupación, sonriendo nerviosa—. Bueno, ¿qué quieres que te digamos al respecto, Damián? Decirte esa información a primera instancia no nos correspondía, así que solo respeté el espacio privado de ambos.

—Aly tiene razón —Adrián salió en nuestra defensa por chismosos—. Además, la realidad de todo este patético asunto del baño, se debe a que la doctora Moreno quería decirle a usted de esta situación cuanto antes. Sin embargo, cuando usted avisó que estaba al otro lado de la puerta de mi oficina, a ella se le ocurrió la brillante idea de confesarle la verdad ahora mismo.

—Es cierto —Gloria se acercó a nosotros y entrelazó sus manos con la cabeza baja, esquivando los ojos de Damián.

—Como persona y como profesional, me he puesto en el lugar de ambos y decidí que lo mejor era ganar tiempo para que la doctora Moreno no tomara una decisión tan abrupta antes de consultarlo con usted.

—"¿Decisión tan abrupta?" —Damián frunció el ceño y miró a Gloria con cierta confusión—. ¿A qué decisión se refiere el doctor Wayne, Gloria?

—¿La cagué? —me preguntó Adrián por lo bajo.

—Sí, no. Bueno, creo que no —le dije al enarcar las cejas—. Tal vez...

—Esperen un momento, porque estoy a punto de tener algún tipo de episodio vasovagal o yo que sé —Damián elevó los brazos—. Me estoy acabando de enterar de que he embarazado a la que hace poco fue mi interna.

—¿Y qué más da? —me acerqué a Gloria y la acaparé con mis brazos, mirando a Damián a la defensiva—. Ella, además de haber sido una interna en este hospital, es una mujer. Una mujer que probablemente está asustada con toda esta situación al igual que tú.

—La lengua viperina para otro momento, Aly —me dijo Adrián entre dientes.

—Creo que no están entendiendo —dijo Damián—. No me molesta que esté embarazada. Me molesta mucho que no me lo hayan dicho desde el primer momento.

Gloria, Adrián y yo soltamos un suspiro de alivio.

—Wayne, sigues siendo el de la peor reacción —bufé.

—Damián, de verdad siento mucho no habértelo dicho antes —le dijo Gloria muy apenada—. La verdad es que no sabía qué hacer cuando me enteré. Además, estoy consciente de que tú y yo no somos nada.

—Pensé que éramos algo —frunció el ceño—. Es decir, sé que no hemos hablado formalmente sobre tener algún tipo de relación, pero pensé que...

—Wayne, ¿qué estás haciendo? —murmuré por lo bajo cuando se sentó junto a su escritorio y cruzó sus manos al estar muy atento a la escena.

—¿Cómo que qué hago? —pestañeó como quien no quiere la cosa—. Este es mi lugar de trabajo. Ni modo que me vaya de aquí y los deje hablando en mi propia oficina.

—Si usted quiere, nos vamos —dijo Gloria.

—No, quédense —Adrián agitó su mano—. Continúen con lo de ustedes.

—Como te decía... —Damián estaba decidido a proseguir con la escena, sin importarle en lo absoluto que los estuviéramos escuchando—. Sé que no nos llamamos como "novios", pero pensé que íbamos en camino.

—Entonces, además de compañeros de trabajo y amigos, ¿me quieres? —Gloria tragó saliva.

—Por supuesto que te quiero —le aseguró—. De hecho, mucho más que eso, así que deberías decirme a qué se refería el doctor Wayne con una decisión que querías tomar.

Cuando miré a Adrián con cierta preocupación de la respuesta de Damián, puse los ojos en blanco al ver que el ojiverde lo estaba disfrutando como nunca.

—Wayne, no puedo creerlo —le dije por lo bajo.

—¿Qué? —expandió sus manos—. Hay que dejar que ambos se desahoguen.

Gloria no sabía cómo explicarse ante Damián.

—¿Acaso quieres abortar? —Damián insistió—. Porque si es así, me molestaré mucho.

—Bien, creo que el doctor Del Valle solo me está haciendo quedar mal con la cuestión de los embarazos —Adrián me mostró una sonrisa agridulce.

—No, no es eso —Gloria se apresuró a negarlo.

—¿Entonces? —Damián engrandeció los ojos, ansioso de escucharla.

—Es que sí he tomado la decisión de tener este bebé.

Damián, Adrián y yo soltamos un suspiro lleno de alivio.

—Pero, vamos, hay que ser realistas. Apenas ejerces tu cargo como director del departamento de emergencias médicas y es muy probable que te consideren para obtener el puesto del segundo al mando de este hospital, el hospital donde siempre soñaste estar. Este embarazo nos traerá problemas laborales a ambos, conflictos de interés que no te beneficiarán en nada ante la junta directiva del hospital si se enteran.

—¿Qué quieres decir con eso? —Damián frunció el ceño, mostrándose preocupado e impotente.

—Qué lo mejor para ambos, pero en especial para ti, es que yo me traslade a otro hospital mientras pase el proceso de embarazo.

Damián tragó saliva, mostrándose decepcionado. Sin embargo, Gloria, Adrián y yo nos sorprendimos cuando él caminó furioso hacia la puerta de la oficina sin haber emitido más palabras al respecto. En cuanto abrió con cierta fuerza, el doctor Andrés Wayne y la señora Marcella Milán casi se tropezaron con él, ya que habían estado escuchando la conversación al otro lado de la puerta de la misma forma que lo habíamos hecho nosotros.

MCP | La Especialidad ©️Where stories live. Discover now