Capítulo 7

34.5K 1.3K 53
                                    

Rafaella.

Resulta un poco agotador tener a EE.UU jodiendonos, el inservible del presidente y los poderes que lo respaldan, resulta que ahora quieren la cabeza de Máximo.

Están estúpidamente desquiciados si consideran que podrán llegar a él, nadie nunca lo volverá a tocar porque entonces si me van a conocer.

Suelo ser amable con las personas que me caen bien y a las cuales aprecio, pero a las personas que detesto, a esas no suelo mostrarles mi mejor rostro, a esas les muestro la tormenta devastadora que puedo ser.

Hay dos formas de recordarme, por ser buena o por ser una tremenda hija de puta que no se dejara joder otra vez y si el gobierno gringo me quiere enfrentar que lo haga, sola les demostrare que con Rafaella Riccardi y Máximo Kuznetsov no se juega.

Planeo cargarme a todos los poderes que estén detrás de Marc, uno por uno para acabarlos poco a poco y cuando el imbécil de presidente se quede solo voy a por él.

Lo dejare hecho trizas, ni siquiera su mujer podrá reconocerlo, porque no estará viva para eso.

No pienso dudar otra vez y cualquier riesgo que exista estoy dispuesta a detenerlo con mi propio cuerpo si es necesario.

Mi vida ahora no gira entorno a mí, ahora tengo hijos y un esposo por el cual estoy dispuesta a dar mi vida, tengo una familia por la que arrasare con el mundo entero si es necesario, solo para dejarle claro a todos que con nosotros no se viene con pendejadas.

A nosotros se nos arrodillan hasta los que se creen grandes y poderosos, porque su poder no se compara con el nuestro.

Por lo legar o por lo criminal seguimos siendo los únicos con el poder necesario para aniquilar al mundo y cada una de sus naciones.

Esta es la ley de sobrevivencia, donde solo los más fuertes seguimos en pie.

El mundo se nos puede estar cayendo encima pero estaremos a la altura de soportar.

Levanto mi taza de café negro y bebo, sorbo por sorbo tratando de idear un plan de ataque, con Máximo suele ser así, cada uno tiene ideas por separado que cuando estamos en la cama conversamos y terminamos mezclando.

Así funcionamos, somos un equipo donde los dos tomamos decisiones.

Muerdo mi sándwich de huevos revueltos, jamón, queso derretido y aguacate. Esta es mi combinación de sabores favorita. Todo el mundo debería probarlo porque es una verdadera delicia.

No me muevo de la mesa hasta que termino con todo.

Camino rodeando la casa para ir a ver al pelinegro que está entrenando desde temprano.

Lo miro desde la puerta.

-¿Qué haces ahí parada como una maldita loca?-dice sin siquiera mirarme.

Siempre siente mi presencia incluso antes de que sus ojos negros me encuentren.

-¿No puedo mirarte?-inquiero acercándome.

-Te daré una foto.

-Tengo muchas a decir verdad, pero me gusta más estarte rondando. Ya sabes tocar carne.

-Como una maldita cabra loca...-me rio

-Algo así, si no te gusta solo tienes que decírmelo. No me muero por dedicarte una mirada.-le respondo arrogante.

-Claro que te mueres.-me toma por la cintura pegando mi fisionomía a la suya.

-Que egocéntrico eres. Tú eres quien se muere por mirarme.

DINASTÍAWhere stories live. Discover now